Argentina: Derrame de mercurio en Alto Comedero (Jujuy)

Se trataba de cilindros abandonados en el jardín de una familia durante 10 años. Estaban corroídos por el paso del tiempo ¿Nadie tenía información sobre ellos? ¿Nadie sabe cómo llegaron a ese lugar y permanecieron durante años? La acción corrosiva del propio mercurio delata la corrosión de todos los mecanismos de control.
 
PROCEDIMIENTO / EL PERSONAL CON TODAS LAS PRECAUCIONES RETIRÓ LOS CILINDROS.
En la Provincia de Jujuy el Ministerio de Ambiente inició un procedimiento administrativo para promover, vía Fiscalía de Estado,  una denuncia que tiene como finalidad instar a que se investiguen y determinen las responsabilidades por la presencia de cilindros de mercurio abandonados. Y una vez identificadas las responsabilidades se asuma, como prevé la normativa vigente, el costo de la disposición final de ese elemento.
A través de la Secretaría de Calidad Ambiental se realizó una inspección y posterior limpieza de un derrame de mercurio en un domicilio del barrio Alto Comedero de San Salvador de Jujuy, proveniente de unos cilindros existentes en el lugar que comenzaron a verter ese metal tóxico, luego de que un particular realizara la denuncia.
Inicialmente, la cartera tomó contacto con la situación a través de la denuncia de una vecina de Alto Comedero, derivándose la situación a los referentes de la Secretaría de Calidad Ambiental.
Luego, el secretario de Calidad Ambiental, Pablo Bergese, se dirigió hasta el lugar, acompañado de la directora de Evaluación Ambiental, Daniela Liebeskind, y miembros de su equipo. Una vez en el domicilio dialogaron con la propietaria quien manifestó que los cilindros, de aproximadamente 25 cm de largo y 12 cm de diámetro, se encontraban en su jardín desde hace aproximadamente diez años, y que desconocía cómo habían llegado allí. A su vez comentó que en los últimos días comenzaron a despedir el contenido que, dedujo por las características visuales, se trataría de mercurio.
Los profesionales de la Secretaría de Calidad Ambiental corroboraron el hecho, notando que el derrame se estaba provocando desde cilindros corroídos por el paso de los años, en un espacio abierto y de libre acceso a personas y animales, con los riesgos que eso implica. Y a través de los protocolos correspondientes y munidos de los elementos de protección personal adecuados para casos como ese, procedió al retiro total del metal que se presentaba en la superficie, y a la remoción del suelo afectado hasta una profundidad de 10 cm bajo tierra.
Finalmente, dispusieron lo removido, así como los cilindros causantes del derrame, en bolsas plásticas de alto micronaje y luego transitoriamente en un recipiente adecuado, hasta que se resuelva el destino final. Luego se procedió a labrar el acta correspondiente.

Fuente: El tribuno - Publicado en: noalamina.org

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