Colombia: El asesinato de defensores indígenas y ambientales ha ido en aumento desde 2016

En Colombia los defensores indígenas y ambientales "seguimos sufriendo el acoso de mineras, grupos armados y el narcotráfico", y "el número de asesinatos ha aumentado desde la firma de la paz en 2016". Camilo Niño, ecólogo con una maestría en desarrollo rural, es el coordinador de la Comisión Nacional de Territorios Indígenas, creada en 1996 como “espacio de diálogo y concertación” entre el Gobierno y los pueblos indígenas del país sudamericano.

por: Lourdes Uquillas.

Presión y asesinato de líderes ambientales
Niño, indígena del Pueblo Arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta y miembro de la Confederación Indígena Tayrona (CIT), explica en entrevista telefónica con EFE que la situación de los pueblos indígenas en Colombia en este momento de pandemia, la inestabilidad se ha incrementado por las acciones armadas entre grupos armados, de narcotráfico y de seguridad nacional.
Imagen de archivo. EFE/MAURICIO DUEÑAS/ARCHIVO

Precisamente, en uno de los últimos enfrentamientos, señala Niño, dos líderes indígenas murieron asesinados hace tres semanas aproximadamente.
Explica que desde la firma de la paz en 2016, los asesinatos de líderes indígenas han aumentado, y señala que según el estudio del Observatorio de Derechos Territoriales de los Pueblos Indígenas que está próximo a publicarse, en ese año (2016) se produjeron 9 asesinatos, 38 en 2017, 68 en 2018 y 83 en 2019.
Precisamente este viernes pasado, la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos informó de 19 asesinatos de defensores de derechos humanos y sociales en Colombia en lo que va de 2020, cifra que podría aumentar al estar pendiente de verificación la de otras 34 posibles muertes de activistas.
Según el portavoz de esa Oficina de la ONU en Ginebra, Rupert Colville, se ha registrado un aumento del acoso y amenazas a los pueblos indígenas, agricultores y afrodescendientes en el departamento del Cauca (suroeste), y una intensificación de los enfrentamientos entre las bandas armadas y las fuerzas de seguridad.
Por su parte, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en su informe hecho público hace quince días alertó del desplazamiento de 393 indígenas en el departamento del Chocó (noroeste), por combates entre grupos armados ilegales.
Desatención y vulnerabilidad
La Comisión Nacional de Territorios Indígenas que coordina Niño está formada por cinco organizaciones nacionales: la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), la Organización de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (Opiac), la Confederación Indígena Tayrona (CIT) -a la que pertenece Niño-, Autoridades Tradicionales Indígenas de Colombia (Gobierno Mayor), y Autoridades Indígenas de Colombia por la Pacha Mama (AICO).
Zona deforestada en Colombia. EFE/EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda/Archivo

Por parte del Gobierno, hay representantes de los ministerios de Agricultura, Interior y Hacienda y de departamentos de Asuntos Etnicos, Tierras o Planeación.
La Comisión fue creada por exigencia de los pueblos indígenas para debatir “todos los temas sobre la seguridad jurídica de nuestros territorios” o resguardos.
Actualmente suman “768 resguardos legalmente constituidos” que están en zonas de “ecosistemas estratégicos como páramos, humedales, bosques secos tropicales, bosques húmedos tropicales, coberturas naturales y seminaturales”.
Los 768 resguardos indígenas, “abarcan aproximadamente 31 millones de hectáreas de las 114 millones del país, lo que equivale al 27,26 % del territorio colombiano”.
Según el censo de 2018 del Departamento Nacional de Estadística (DANE) existen 2,9 millones de indígenas, sin embargo, según Niño, “no es una cifra certera porque hubo zonas donde no se llegó a hacer el conteo de población, como ha reconocido el Gobierno”.
Amenazas de grupos de presión
“El 82 % de los resguardos se encuentran en los bosques húmedos, todo lo que es la Amazonía colombiana y la Sierra Nevada, que alberga más del 80 % de los bosques existentes”. En esas áreas, “el 62 % del suelo es para conservación de la naturaleza”.
Indígenas en una ceremonia por la paz en Colombia. EFE/ Álvaro Ballesteros/ARCHIVO

El dirigente indígena señala que según un estudio de 2016 de la World Resource Institute “si los pueblos indígenas no tuvieran garantías para la conservación de sus territorios y bosques, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en Colombia habrían sido entre el 10 y 15 % más altas”.
Los pueblos indígenas “son garantes de la conservación de la naturaleza“, sin embargo, advierte Niño, “ante la solicitud de constitución de 889 nuevos reconomientos de territorios indígenas, también ha aumentado el número de asesinatos de líderes por la defensa de las tierras y del ambiente”.
Y sostiene que el estudio del Observatorio de Derechos Territoriales de los Pueblos Indígenas señala que “donde hay intereses minero energéticos y pueblos indígenas reclamando los derechos de protección de nuevos resguardos, ahí se han dado los mayores casos de asesinatos”.
Por parte del Estado Colombiano “no ha habido una respuesta como responsable de la garantía efectiva de protección” de los territorios, lamenta.
Generalmente “ha habido una desatención sistemática por parte del Gobierno y ha minimizado la violación de los derechos humanos y los asesinatos”.
Vulneración de derechos
Remarca que los pueblos indígenas apostaron por la paz, sin embargo “no han visto los beneficios que incluían la creación de un banco de tierras del que iban a ser beneficiaros”.
Denuncia la doble cara del Gobierno hacia el exterior y asegura que “no se ha cumplido el último compromiso de lograr deforestación cero en 2020, una situación que, al contrario, “se ha incrementado sobre todo en territorios indígenas, donde, además, se produce colonización”.
Igualmente denuncia la violación del derecho a consulta previa recogido en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), “de carácter vinculante y de obligatorio cumplimiento” y la falta de un censo pormenorizado de los pueblos indígenas por parte del Estado.
Cercos para la pandemia
“En este momento estamos centrados en el tema de la pandemia, porque de seguir en esta tasa de contagios, los pueblos indígenas vamos a ser de los más afectados”, asegura Camilo Niño.
“Si muchas ciudades donde tienen acceso a energía, salud, educación, entre otros beneficios, no tienen las garantías (para controlar la propagación del coronavirus)”, sostiene, “la situación puede ser terrible para pueblos aislados, sin carreteras, sin energía ni puestos de salud”.
Es una “gran preocupación que tenemos actualmente los pueblos indígenas de Colombia”, por lo que “nos hemos concentrado en la protección territorial”.
“Estamos haciendo cercos (cerrando) en nuestros territorios para que no llegue gente que quiera entrar desde las ciudades”, asegura, porque en el marco que les otorga la “autonomía de los territorios hacemos presencia en las vías deteniendo a las personas y poniéndonos de acuerdo entre nosotros mismos”.
El acceso es “más difícil en una zonas más que en otras, pero estamos concentrados en esto” para evitar el contagio, asegura el líder del Pueblo Arhuaco.
Sin embargo, “el Estado ha aprovechado esta situación y ha entrado en nuestros territorios donde se hallan grupos armados” y en una de esas actuaciones asesinaron a dos líderes indígenas hace pocas semanas.
Asimismo, hay empresas en los territorios que “no están en cuarentena”, denuncia.
Y para “enrarecer” más la situación, “el Estado, en su mecanismo supuestamente para garantizar los derechos de los indígenas, habilitó unas consultas previas virtuales”.
Sin embargo, “ahora en esta situación propone consultas previas virtuales en sitios donde no hay vías, ni energía ni señal, por lo que no se garantiza la participación de la población que pueda estar afectada” por conflictos socio económicos y las empresas mineras.
“El Gobierno como otros segmentos de la sociedad han aprovechado que estamos concentrados en evitar la propagación del virus para violar derechos de los indígenas”, denuncia.

Fuente: EFEverde - Imagen de portada: Guardia indígena tras el asesinato de varios miembros de la guardia. EFE/ ERNESTO GUZMÁN JR/ARCHIVO

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