COVID-19: Indígenas chilenos contagiados y en peligro por el turismo clandestino y las faenas mineras
El 4 de abril, una mujer mapuche de 70 años perteneciente a la comunidad indígena Carilafquén en la región de la Araucanía, al sur de Chile, murió de coronavirus. Su hijo, el líder mapuche Pablo Huaiquilao, cuenta que también su padre y su hermano están graves, internados en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Hernán Henríquez Aravena de la ciudad de Temuco.
por Michelle Carrere
Aunque la madre de Huaiquilao es por ahora la única indígena que ha fallecido por contagio de COVID-19 en Chile, expertos y líderes comunitarios señalan que el desplazamiento de personas desde la ciudad a las zonas rurales pone en riesgo a este sector de la población.
En la comuna de San Pedro de Atacama, en el extremo norte del país, el turismo y las actividades mineras continúan desarrollándose en una zona donde la mayor parte de la población indígena es adulto mayor. Por lo mismo, tanto líderes indígenas como el alcalde de San Pedro de Atacama y empresarios del sector turismo han solicitado al gobierno que instale un cordón sanitario para la comuna. Hasta ahora, sin embargo, la solicitud no ha encontrado eco.
Mapuches: indígenas de la región con más fallecidos
En la región de la Araucanía, donde la tasa de pobreza multidimensional es la más alta del país (28,5 %), el 33 % de la población es indígena y prácticamente todos ellos pertenecen a la etnia mapuche. Esta región es también la segunda del país con la mayor cantidad de contagios y muertes producto del COVID-19. Hasta la publicación de esta nota, 17 son los fallecidos y 775 los contagiados, según el Ministerio de Salud. El riesgo de propagación de la enfermedad hacia las zonas rurales —que es donde mayoritariamente se ubican las comunidades mapuches— es una preocupación.
“Las personas constantemente van desde sus comunidades a Temuco para abastecerse, para vender sus verduras y hortalizas o para asistir a control médico y luego regresan a sus casas”, dice Andrés Cuyul, trabajador social y académico del departamento de salud pública de la Universidad de la Frontera. Ese tránsito entre la ciudad y el campo es hoy, asegura Fernando Pairican, investigador del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR), la principal amenaza que tiene el pueblo mapuche frente al COVID-19.
El desplazamiento colectivo, sin embargo, se encuentra suspendido desde que las ciudades de Temuco y Padre Las Casas entraron en cuarentena total el 27 de marzo. Los trayectos se han reducido notablemente, asegura Cuyul. El académico, quien es asesor de organizaciones mapuche en el Hospital Makewe, asegura que un segundo problema es que no ha habido una buena comunicación hacia la población indígena respecto de las medidas de control sanitario. “La cultura mapuche comprende la casa como la comunidad, por lo que el mensaje de no salir de casa no llega correctamente. Ellos continúan visitándose diariamente entre vecinos y familiares donde comparten la bombilla del mate o el vaso”, dice. “Recién ahora la gente está entendiendo que no puede hacer eso”, agrega.
por Michelle Carrere
Aunque la madre de Huaiquilao es por ahora la única indígena que ha fallecido por contagio de COVID-19 en Chile, expertos y líderes comunitarios señalan que el desplazamiento de personas desde la ciudad a las zonas rurales pone en riesgo a este sector de la población.
En la comuna de San Pedro de Atacama, en el extremo norte del país, el turismo y las actividades mineras continúan desarrollándose en una zona donde la mayor parte de la población indígena es adulto mayor. Por lo mismo, tanto líderes indígenas como el alcalde de San Pedro de Atacama y empresarios del sector turismo han solicitado al gobierno que instale un cordón sanitario para la comuna. Hasta ahora, sin embargo, la solicitud no ha encontrado eco.
Mapuches: indígenas de la región con más fallecidos
En la región de la Araucanía, donde la tasa de pobreza multidimensional es la más alta del país (28,5 %), el 33 % de la población es indígena y prácticamente todos ellos pertenecen a la etnia mapuche. Esta región es también la segunda del país con la mayor cantidad de contagios y muertes producto del COVID-19. Hasta la publicación de esta nota, 17 son los fallecidos y 775 los contagiados, según el Ministerio de Salud. El riesgo de propagación de la enfermedad hacia las zonas rurales —que es donde mayoritariamente se ubican las comunidades mapuches— es una preocupación.
“Las personas constantemente van desde sus comunidades a Temuco para abastecerse, para vender sus verduras y hortalizas o para asistir a control médico y luego regresan a sus casas”, dice Andrés Cuyul, trabajador social y académico del departamento de salud pública de la Universidad de la Frontera. Ese tránsito entre la ciudad y el campo es hoy, asegura Fernando Pairican, investigador del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR), la principal amenaza que tiene el pueblo mapuche frente al COVID-19.
El desplazamiento colectivo, sin embargo, se encuentra suspendido desde que las ciudades de Temuco y Padre Las Casas entraron en cuarentena total el 27 de marzo. Los trayectos se han reducido notablemente, asegura Cuyul. El académico, quien es asesor de organizaciones mapuche en el Hospital Makewe, asegura que un segundo problema es que no ha habido una buena comunicación hacia la población indígena respecto de las medidas de control sanitario. “La cultura mapuche comprende la casa como la comunidad, por lo que el mensaje de no salir de casa no llega correctamente. Ellos continúan visitándose diariamente entre vecinos y familiares donde comparten la bombilla del mate o el vaso”, dice. “Recién ahora la gente está entendiendo que no puede hacer eso”, agrega.
El tránsito entre la
ciudad y el campo es un riesgo para la comunidades mapuches frente al
COVID-19.
Foto: Alianza Territorial Mapuche.
El trabajador social especializado en salud pública asegura que la imposibilidad de viajar a Temuco ha comenzado a generar cierto desabastecimiento en las comunidades, sin embargo, agrega que los comunitarios se han organizado a través dewhatsapp para ofrecerse entre ellos los productos que cultivan y producen en sus territorios y así evitar viajar a la ciudad. El problema, dice Cuyul, “es que el dinero en efectivo para hacer esas compras se va a acabar”.
Continúa el turismo en comunidades atacameñas
Ana Ramos, presidenta de la comunidad atacameña de Solor y vicepresidenta de la comisión de turismo del Consejo de Pueblos Atacameños, asegura que “están llegando algunos turistas al territorio”. Ello, a pesar de que los 23 sitios que conforman la oferta turística de San Pedro de Atacama y que son administrados por las comunidades indígenas atacameñas se encuentran cerrados desde el 18 de marzo. Según Ramos, “existen hospedajes que están actuando clandestinamente” y que reciben a “turistas nacionales y extranjeros que están rezagados en el país”.
Eduardo Yanjarí, presidente de la cámara de comercio y turismo de San Pedro de Atacama, señaló a Mongabay Latam que “estas personas que tienen clandestinos también tienen minibuses y los están llevando a diferentes lugares. Obviamente a los sitios que están cerrados, que tienen barreras, no pueden acceder, pero aquí en San Pedro hay muchos lugares que tienen vistas hermosas”, dice.
Turistas continúan llegando a los poblados de San Pedro de Atacama. Foto: Consejo de Pueblos Atacameños
Por otro lado, el Consejo de Pueblos Atacameños ha solicitado que se detengan las faenas mineras que continúan operando en la zona. “Pedimos que se suspendan las actividades mineras porque en ellas se aglomera mucha gente y vienen personas de otros lados”, dice Sergio Cubillos, presidente del Consejo de Pueblos Atacameños.
Al respecto, la empresa minera Albermale señaló a Mongabay Latam que “trasladó a todo el personal propio y contratista fuera de la localidad [de Peine, el poblado más cercano a las faenas de la empresa]». Además, la compañía señaló que se estableció la prohibición absoluta de circular fuera de las instalaciones del campamento, que se realiza un control diario de temperatura a los trabajadores, así como la limpieza de buses, espacios comunes y del campamento después de cada turno. A esto hay que sumarle que se realizan encuestas de manera permanente para mantener la trazabilidad en los desplazamientos.
La empresa Sociedad Química y Minera de Chile (SQM), por su parte, la principal empresa explotadora de las reservas de litio en Chile, señaló que “se disminuyó la presencia de trabajadores privilegiando aquellos que son de cada región, así como también se instruyó a todos los contratistas a retirarse de los pueblos” y que “mientras se mantenga la contingencia actual, se ha establecido el traslado directo de buses con personal de las comunidades vecinas desde su embarco en plantas hacia sus pueblos de destino y viceversa”.
El Consejo de Pueblos
Atacameños ha solicitado que se detengan las faenas mineras que
continúan operando en la zona. Foto: Consejo de Pueblos Atacameños
Si bien Cubillos reconoce que las mineras han tomado la medida de sacar a todos sus trabajadores de los pueblos, el líder indígena precisa que “hay gente nuestra trabajando dentro de las faenas”. Esas personas, al volver a sus casas, podrían poner en riesgo la salud de los habitantes de las comunidades al haber estado en contacto con personas que vienen de otros lugares, precisa Cubillos.
Debido a estas dos preocupaciones, turismo y minería, ciertas comunidades han decidido cerrar su acceso. Tal es el caso de Peine, el pueblo más cercano a las plantas extractoras de litio en el Salar de Atacama y que, desde el 30 de marzo, no permite la entrada de nadie ajeno al lugar. “Entendemos que somos una comunidad de alto riesgo por la cantidad de trabajadores que circulan y por la cantidad de visitas que se reciben, sobre todo el fin de semana”, señalaron en un comunicado los habitantes de Peine quienes, para hacer efectiva la medida, han organizado turnos para el control de las barreras.
Ciertas comunidades han decidido cerrar su acceso. Foto: Consejo de Pueblos Atacameños
El alcalde San Pedro de Atacama, Aliro Catur, solicitó a la Gobernación de Antofagasta “implementar el aislamiento de la comuna de San Pedro de Atacama para prevenir drásticamente el contagio y propagación del coronavirus”. Sin embargo, según Sergio Cubillos, “lamentablemente no hemos sido escuchados por las autoridades a pesar de que en nuestra comuna la infraestructura hospitalaria es muy deficiente y la mayor parte de la población indígena es adulto mayor. No tenemos insumos ni tampoco infraestructura física para poder albergar personas que estén contagiadas o poder reaccionar en caso de que algunas persona esté grave”, concluye.
Alrededor de 300 Rapa Nui regresan a la Isla de Pascua
El lunes 6 de abril se levantó la cuarentena en la isla de Rapa Nui, a pesar de la clara oposición del Consejo de Ancianos y la Comisión de Desarrollo de la Isla de Pascua (CODEIPA) que resaltaron la vulnerabilidad de sus habitantes y el deficiente servicio de salud con el que cuentan. “La estructura sanitaria —precisaron— corresponde a la precariedad de un hospital de baja complejidad, no preparado para mantener en tratamiento a pacientes críticos o con respiración mecánica, los que deben ser derivados al continente”. Además señalaron que no tienen “acceso a implementos de higiene básicos como mascarillas y guantes como para retomar la vida en sociedad”.
El Secretario Regional Ministerial de Salud de la región de Valparaíso, Francisco Álvarez, indicó, sin embargo, que la medida se tomó debido a que el brote está controlado y que no existen nuevos casos confirmados.
El gobierno levantó la
cuarentena en la Isla de Pascua y se instaló un control sanitario en el
aeropuerto .
Foto de The Pew Charitable Trusts
“Llevamos casi 2000 test aplicados”, dijo a Mongabay Latam Pedro Edmunds, alcalde de Rapa Nui, y señaló que de los cinco casos de COVID-19 que fueron confirmados, tres ya se encuentran recuperados mientras que los dos restantes guardan cuarentena vigilada por policía municipal y fiscalizada por personal de la Secretaría Regional Ministerial de Salud.
Edmunds aseguró que a pesar del levantamiento de la cuarentena, “no habrá vuelos comerciales hasta julio. No vamos a permitir ningún vuelo comercial hasta que la ciudad de Santiago esté definitivamente con la curva plana y declarándose libre del COVID-19”, señaló el alcalde. Además, precisó que los únicos vuelos que continuarán realizándose son los que abastecen a la isla de alimentos y que ellos seguirán un estricto control sanitario para impedir nuevos contagios.
A pesar de esto, un último vuelo de pasajeros llegará durante el fin de semana con unas 300 personas Rapa Nui que deberán cumplir cuarentena obligatoria. “Les vamos a colocar a cada uno de esos hogares policía municipal para que no salgan de sus casas”, aseguró Edmunds quien agregó que, debido a la ausencia de turismo, la municipalidad cuenta con suficiente personal para poder realizar esas labores de vigilancia.
Mongabay Latam intentó comunicarse con la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena y con el Programa Especial de Salud y Pueblos Indígenas del Ministerio de Salud para saber si es se están implementando medidas de prevención dirigidas a los pueblos indígenas, sin embargo, hasta la publicación de este artículo ninguno de los dos organismos entregó respuestas a nuestras preguntas.
Imagen principal: Indígenas atacameños piden al gobierno un cordón sanitario para la comuna de San Pedro de Atacama. Foto: Consejo de Pueblos Atacameños.
Fuente: https://es.mongabay.com/2020/04/chile-indigenas-frente-al-covid-19/?utm_source=Latam&utm_campaign=aec76f4476-EMAIL_CAMPAIGN_2020_04_16_08_05&utm_medium=email&utm_term=0_e3bbd0521d-aec76f4476-71089191- Imagen de portada: La mayor parte de la población mapuche de la región de la Araucanía habita en zonas rurales. Foto: Alianza Territorial Mapuche.