Chile: La lucha por la libertad y los peumas del machi Celestino Córdova
El 2008 Celestino Córdova, machi, preso político mapuche, realizó una huelga de hambre la que duró más de 60 días logrando, finalmente, algo insólito, pero muy importante en la cultura mapuche, que el gobierno chileno lo autorizará para ser llevado, desde la prisión, altamente custodiado, a su árbol sagrado, a su rewe. El permiso fue concedido por 14 horas y a la ceremonia asistieron unas 30 personas que eran vigiladas por la policía.
Por Pablo Ruiz
Claudia Millacura, explicó entonces, al diario La Tercera, que el rewe es, para el Machi, “el punto donde él se relaciona con los espíritus tutelares que le dan la energía y la fuerza. Es el punto que señala el territorio donde él tiene su fuerza”. El 04 de mayo pasado, el Machi comenzó una nueva huelga de hambre, esta vez por su libertad. Conversamos con Giovanna Tabilo, vocera de la Red de Apoyo a Celestino Córdova.
– ¿Quién es Celestino Córdova?
Bueno, el Machi es una persona joven, cumplió, el año pasado, en septiembre, 33 años. Lleva 7 años preso, poco más de 7 años preso, y fue condenado a 18 años de cárcel bajo un montaje. Está en la cárcel de hombres de Temuco. Un Machi es una persona que trabaja en la medicina Mapuche, la medicina ancestral Mapuche; es un sanador, pero también es un guía espiritual; y también es una persona, guía política, que trabaja en conjunto con el Lonko. El Lonko es como la cabeza de la comunidad y juntos hacen un trabajo de mantener el orden, el equilibrio, y la armonía dentro de la comunidad. Ese es el Machi.
– De acuerdo a la información que tenemos, el 4 de mayo, el Machi, inició una nueva huelga de hambre. ¿Qué está pidiendo Celestino Córdova al Gobierno?
El Machi tuvo una huelga de hambre de febrero a marzo, que duró 22 días. En ese tiempo, él pedía, como siempre, siempre pide mucho, pedía que hubiera un traslado a los CET, a los Centros de Educación y Trabajo, para los lamien que estaban en condiciones de poder ir al CET. Tenemos en este momento dos lamien que están con todos los requisitos, incluidos los requisitos de hacer conducta, ¿Por qué? Porque si tú no haces conducta no te llevan a ninguna parte, no te trasladan de cárcel, ni menos a tener mejores condiciones carcelarias. Tres veces Gendarmería les había negado la posibilidad de salir a un CET. Cuando por fin lo logran, estos lamienes, en febrero, se plantea todo esto del COVID-19, la pandemia. Aparte de esto, el jefe regional estaba de vacaciones. Entonces, el tema de ellos se iba a ver recién los primeros días de marzo. Entonces, como una forma de generar presión, el Machi dijo: “Bueno, tenemos que ponerle presión a esto”. Yo personalmente fui con la mamá de los lamien al CET de Angol, de Victoria, a ver qué pasaba; y los papeles no habían llegado. O sea, Gendarmería estaba dilatando un tema por el sólo hecho de ser ellos mapuche y era contra los lamienes del Caso Iglesia que son dos hermanos, los hermanos Tralgon. Después de eso, dentro del petitorio de ese momento, él pedía que hubiera una modificación del Decreto 518 y que, de una vez por toda, se aplicará el convenio 169. Todas las cosas que nosotros necesitábamos, y que ellos necesitan como presos, es que se aplique el Convenio 169.
Entregamos el documento, hicimos un montón de cosas para que el Ministro de Justicia tuviera en sus manos el documento. Se lo entregamos a diputados, se lo entregamos a senadores, hicimos muchas cosas y cuando ya se declara la alerta absoluta, por el tema del COVID-19, el día 20-21 de marzo, el Machi se baja de la huelga, estaba con otro lamien que es Juan Cheuqueta. Se bajan ambos de la huelga, porque en realidad hacer esa huelga, en esas condiciones, con un bicharraco, perdón, con un virus, en esos niveles, era muy complicado, iba ser muy difícil.
Él, ahora, el 4 de mayo, reanuda, reinicia la huelga de hambre, porque tuvo un peuma, tuvo un sueño, desde el mundo espiritual. Él se mueve en función de lo que le dicen desde el mundo espiritual, y el mundo espiritual le dijo que ya era hora de salir, que tenía que hacer los esfuerzos por salir, porque desde el mundo espiritual su libertad ya estaba lista. Ël preguntó: “¿Pero, qué voy a hacer?” “Bueno, usted haga lo que sabe hacer”, “lo único que aquí se puede hacer es huelga de hambre”, “bueno, haga huelga de hambre”. Y él dice: “¿huelga de hambre? Ya, en dos semanas más, cuando termine un poco todo esto”; “No, ahora, ayer; levántese, vístase, Hoy día, en encomienda: le van a traer carne. Usted no puede comer carne, no puede comer nada”.
Dice que se levantó, se bañó, hizo su rogativa, hizo el escrito, lo dejó en Gendarmería, y a las 12 del día estaban entrándole una encomienda con carne y él tuvo que regalar toda la comida que le habían llevado ese día, porque ni siquiera su familia sabía que él se iba a huelga de hambre porque fue absolutamente mandatado por un sueño, por un peuma, desde el mundo espiritual.
– Nosotros conocemos el valor, el coraje, la valentía, que ha tenido el Machi Celestino Córdova en defensa de sus derechos como Machi, como prisionero también…
Lo que se me olvidó contar, hoy día, es que la huelga, actualmente, es por la libertad, en el contexto del COVID-19. Es que él pueda volver, a cumplir la condena, a su rewe, vuelva a su sitio ceremonial, a su casa, a su comunidad. El segundo punto, es que todos los presos mapuche también tengan la posibilidad de volver a su territorio, a sus comunidades o a sus domicilios. El tercer punto tiene que ver con todos los presos políticos, o sea, todos los presos políticos hoy día, mapuche y no mapuche, deben volver a sus lugares, a sus territorios, deben volver a su domicilio porque, en el contexto de esta enfermedad, las cárceles, en el nivel de hacinamiento en que están, en cualquier momento, es una bomba de tiempo. Van a empezar a caer todos enfermos y él dice que él prefiere morir peleando, de pie, que morir por un virus. Prefiere pelear por su libertad, por salir, y no sólo por la libertad de él, sino por la libertad de todos los presos políticos mapuche y no mapuche e incluidos los presos sociales.
Dice él, que, para nosotros, todos los presos son políticos. O sea, que si alguien roba una gallina, porque no tiene para comer, es un tema político; no es un tema que tenga que ver con que él quería robar por robar; ¿Por qué? porque en el mundo en el que se mueve, siendo mapuche, en este caso, está empobrecido, no tiene tierra, no tiene cultura, no tiene espiritualidad, no tiene idioma, por lo tanto, él se ha hecho, el no tener conocimiento de la cultura, lo tiene y lo mantiene en un estado de cárcel, de todas las formas posibles. Entonces él está abogando por la libertad de todos los presos políticos, mapuche y no mapuche.
– ¿Ha habido alguna respuesta por parte de Gendarmería, del Gobierno?
El Gobierno no ha hecho nada todavía. Nosotros hemos estado en conversaciones, entregamos el documento que se elaboró junto a un grupo importante de abogados, antropólogos, sociólogos, médicos, Machi, la Red de Apoyo, y lo entregamos, y junto a los presos políticos mapuche, de la cárcel de Temuco, se entregó el documento en diciembre.
El día 26 de abril, tuve la posibilidad de participar en una reunión en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados en donde estaba la Defensoría Penal Pública, el Jefe de la Defensoría Penal Pública, de la Novena Región. Estaba el Ministro de Justicia, estaban los diputados de la Comisión y también estaba Heraldo Muñoz Sepúlveda del Observatorio Penitenciario. Nosotros planteamos el tema de que no era posible, que nosotros veíamos de muy mala fe, el hecho de que haya ingresado a la cárcel una psicóloga, que haya llamado a Facundo, al Lonko Facundo Jones Huala para verlo cuando tenía sospechas de que estaba infectada con el virus. Y eso significó que a Facundo lo tuvieron que sacar de la sección, 15 días; entonces eso, fue grave. Y eso, nosotros, lo dijimos, no era posible. Porque además estaba Gendarmería también ese día ahí. Entonces no era posible que actuaran de tan mala fe. Entonces, eso no lo podían hacer y lo hicieron. Facundo no se contagió, es verdad; ninguno de los presos mapuche se contagiaron, pero, si no cumplen las mínimas formas de preservar los derechos de los presos, en cualquier momento se contagian todos porque no hay rigurosidad en los procedimientos.
El hacinamiento en las cárceles chilenas es una cosa aberrante e injusta para sus vidas. Los presos comunes, los presos políticos, están en riesgo actualmente. ¿Entiendo que también hay otros prisioneros mapuche en huelga de hambre?
Sí, el mismo día 4 de mayo, también inician una huelga de hambre 8 presos políticos de la Cárcel de Angol. Nosotros hemos tratado de coordinarnos. Ha sido bastante difícil poder coordinarnos, pero seguimos insistiendo y no solamente hablamos de la huelga del Machi, sino también de la huelga de los presos de Angol, que son 8 y, aparte de eso, hay dos presos comunes que llevan 20 días de huelga de hambre que también son mapuche y que están peleando porque ellos alegan inocencia y la Corte los condenó a 18 años y dicen que no es posible que los hayan condenado y que les pasó algo muy parecido a lo que le pasó al Machi. Cuando al Machi el abogado lo tomó, le dijo: “Tú, cállate, no digas nada, que nosotros vamos a hacer todo por ti, te vamos a sacar en libertad”. El Machi no habló nada y quedó preso. Fue lo mismo que le pasó a estos otros lamienes. Entonces, hay más presos en huelga de hambre: los 2 presos comunes, los 8 presos políticos, en la Cárcel de Angol, al igual que el Machi.
El Estado chileno es parte del Convenio 169 que protege a los pueblos originarios. Desde el punto de vista de ustedes, ¿El Estado chileno respeta los compromisos que tiene con el Convenio 169?
Para nada. El Estado chileno firmó el Convenio 169 de la OIT, de la Organización Internacional del Trabajo, que es para el respeto de los pueblos originarios, de los pueblos indígenas, y nunca lo ha respetado. Primero, jamás se ha hecho una consulta como corresponde porque siempre dicen que hay que consultar, pero son solamente consultas, eso no significa que vaya a ser así. Segundo, el Estado no aplica el Convenio 169, porque si lo aplicara, lo mínimo, el artículo 9 y 10 dice que los presos de pueblos indígenas deben ser sancionados respecto a su cultura y cumplir en los lugares que les corresponde como cultura. O sea, en sus territorios. Y eso, no lo han aplicado. Es lo único que estamos pidiendo nosotros: es que se aplique el Convenio 169, porque se supone que un convenio internacional firmado por un gobierno, por un Estado, es ley de la República, es lo mínimo que estamos pidiendo: que se aplique el Convenio 169.
¿El Estado chileno reconoce a la nación Mapuche como una nación parte de Chile?
No, no nos reconoce como un pueblo, como nación. Nosotros insistimos que somos un pueblo nación, porque tenemos todas las características de una nación. Pero el Estado chileno, el Gobierno chileno no reconoce al pueblo Mapuche y a ningún pueblo originario como naciones. Hoy en día hay 9 pueblos originarios acá, existentes dentro del territorio, pero no tenemos reconocimiento y la única forma es un reconocimiento constitucional en el cual hemos estado años peleando para que sea así y ningún gobierno, ni de la Concertación, ni de Derecha, han querido sentarse a conversar.
Hace semanas atrás comenzó la Campaña Mundial por la Liberación de los Presos Políticos. En América Latina, en 11 países existen presos políticos, campesinos, trabajadores, indígenas, defensores de derechos humanos…
Nosotros valoramos enormemente a toda la gente que hace killigun, killigun es solidaridad, y que solidaricen con todos los presos. Nosotros vemos hoy día a los presos del estallido social en Chile y la cantidad de presos que hay, muchos por montajes. Hoy día ellos también están corriendo riesgos dentro de las cárceles y ni siquiera están condenados. Entonces, lo mínimo que debería hacer el Estado, el Gobierno, es no apelar, que eso fue lo que le dijimos nosotros al Ministro. No pueden apelar, porque significa dejar más tiempo a la gente adentro. Entonces, nosotros decimos que todos deberían estar en libertad, pero eso también requiere de organización y movilización.
Hoy día las condiciones están muy complicadas en toda Latinoamérica, en todo el mundo, respecto al COVID-19, pero siempre hay formas de pelear y de luchar. Existen las redes sociales a las cuales hoy día nosotros nos estamos manejando mucho más y estamos haciendo distintas campañas, videos, cartas, estamos haciendo eso, y lo mismo para todos los otros presos, tratando de que sobrevivan y que tengan mucho newen, que tengan mucha fuerza, mucha energía. Porque hoy día es un tiempo distinto y en este tiempo distinto, va a haber un cambio profundo y en ese cambio profundo tenemos que aprender a resistir para poder seguir avanzando y lograr los cambios que de verdad merecemos y es tener derecho a tener derechos.
El Machi Celestino Córdova, ¿Qué piensa de este momento, de la pandemia, de cómo tenemos que salir adelante, de qué tenemos que hacer?
El Machi, antes de la pandemia nos había dicho que venía algo muy terrible y ahora, después de la pandemia, nos dijo: “hay que juntar agua y hay que juntar harina, porque lo que se viene después es peor”. Entonces, nosotros dijimos “hay que juntar agua y hay que juntar harina”.
Es importante volver a encontrarse con uno mismo y encontrarse con el ser espiritual que cada uno lleva dentro. No solamente el Machi lo dice, lo dicen los ancestros. Hay que despertar, despertar, porque si no, nos vamos a quedar todos dormidos, nos va a pasar por encima el mar, nos va a pasar por encima las rocas, porque se ve, por lo que él decía, que venían cosas muy terribles, incluso él sacó una carta hablando del COVID y hablando de la cantidad de muertos que iba a haber y hablando de todo lo que se venía después. Incluso hablaba en algún momento de lluvia de meteoros y que iban a caer en la tierra, no que iban a pasar de largo y hace poco anduvieron cayendo unos meteoros acá en Chile. Entonces está cumpliéndose todo aquello que él en algún momento ha tenido sueños.
Nos habló de plagas de ratones: ya los ratones están apareciendo. Nos habló de distintas plagas que iban a venir. Entonces decía: “Es porque la gente, los che, necesitan despertar. Este tiempo duro es para fortalecerse para el tiempo más duro que viene”. Ese es el mensaje de él y no lo podemos no decir, porque es así, es un Machi, tiene contacto con los territorios de los altos, con el Wallmapu, de allá arriba, le llega la información directo.
Leí que el poeta Elicura Chihuailaf señaló algo igual, en la misma dirección, que presagiaba que venía algo malo…
Y es para todo el mundo, no solamente para Chile, es para todo el mundo. Porque la Ñuke Mapu necesita volver al equilibrio, porque el ser humano ha sido una plaga para el planeta. Ha sido una plaga. Entonces, el hecho de estar interviniendo los ríos, con las centrales hidroeléctricas; interviniendo la tierra, con los monocultivos. Hoy día Chile tiene una cantidad de monocultivo impresionante. Dejaron de existir los árboles milenarios, los árboles ancestrales, los árboles propios del territorio y lo único que hay son muchos pinos, muchos eucaliptos, que se han robado toda el agua. Entonces, hay un desequilibrio y no solamente acá, en todas partes. La tierra quiere volver a ser tierra y si nosotros no la supimos cuidar, hoy tenemos que asumir no más y agachar la cabeza, que no cuidamos, lo que nos correspondía, que es a nuestra madre.
Por Pablo Ruiz, periodista, SOAWatch - Fuentes: Rebelión
Por Pablo Ruiz
Claudia Millacura, explicó entonces, al diario La Tercera, que el rewe es, para el Machi, “el punto donde él se relaciona con los espíritus tutelares que le dan la energía y la fuerza. Es el punto que señala el territorio donde él tiene su fuerza”. El 04 de mayo pasado, el Machi comenzó una nueva huelga de hambre, esta vez por su libertad. Conversamos con Giovanna Tabilo, vocera de la Red de Apoyo a Celestino Córdova.
– ¿Quién es Celestino Córdova?
Bueno, el Machi es una persona joven, cumplió, el año pasado, en septiembre, 33 años. Lleva 7 años preso, poco más de 7 años preso, y fue condenado a 18 años de cárcel bajo un montaje. Está en la cárcel de hombres de Temuco. Un Machi es una persona que trabaja en la medicina Mapuche, la medicina ancestral Mapuche; es un sanador, pero también es un guía espiritual; y también es una persona, guía política, que trabaja en conjunto con el Lonko. El Lonko es como la cabeza de la comunidad y juntos hacen un trabajo de mantener el orden, el equilibrio, y la armonía dentro de la comunidad. Ese es el Machi.
– De acuerdo a la información que tenemos, el 4 de mayo, el Machi, inició una nueva huelga de hambre. ¿Qué está pidiendo Celestino Córdova al Gobierno?
El Machi tuvo una huelga de hambre de febrero a marzo, que duró 22 días. En ese tiempo, él pedía, como siempre, siempre pide mucho, pedía que hubiera un traslado a los CET, a los Centros de Educación y Trabajo, para los lamien que estaban en condiciones de poder ir al CET. Tenemos en este momento dos lamien que están con todos los requisitos, incluidos los requisitos de hacer conducta, ¿Por qué? Porque si tú no haces conducta no te llevan a ninguna parte, no te trasladan de cárcel, ni menos a tener mejores condiciones carcelarias. Tres veces Gendarmería les había negado la posibilidad de salir a un CET. Cuando por fin lo logran, estos lamienes, en febrero, se plantea todo esto del COVID-19, la pandemia. Aparte de esto, el jefe regional estaba de vacaciones. Entonces, el tema de ellos se iba a ver recién los primeros días de marzo. Entonces, como una forma de generar presión, el Machi dijo: “Bueno, tenemos que ponerle presión a esto”. Yo personalmente fui con la mamá de los lamien al CET de Angol, de Victoria, a ver qué pasaba; y los papeles no habían llegado. O sea, Gendarmería estaba dilatando un tema por el sólo hecho de ser ellos mapuche y era contra los lamienes del Caso Iglesia que son dos hermanos, los hermanos Tralgon. Después de eso, dentro del petitorio de ese momento, él pedía que hubiera una modificación del Decreto 518 y que, de una vez por toda, se aplicará el convenio 169. Todas las cosas que nosotros necesitábamos, y que ellos necesitan como presos, es que se aplique el Convenio 169.
Entregamos el documento, hicimos un montón de cosas para que el Ministro de Justicia tuviera en sus manos el documento. Se lo entregamos a diputados, se lo entregamos a senadores, hicimos muchas cosas y cuando ya se declara la alerta absoluta, por el tema del COVID-19, el día 20-21 de marzo, el Machi se baja de la huelga, estaba con otro lamien que es Juan Cheuqueta. Se bajan ambos de la huelga, porque en realidad hacer esa huelga, en esas condiciones, con un bicharraco, perdón, con un virus, en esos niveles, era muy complicado, iba ser muy difícil.
Él, ahora, el 4 de mayo, reanuda, reinicia la huelga de hambre, porque tuvo un peuma, tuvo un sueño, desde el mundo espiritual. Él se mueve en función de lo que le dicen desde el mundo espiritual, y el mundo espiritual le dijo que ya era hora de salir, que tenía que hacer los esfuerzos por salir, porque desde el mundo espiritual su libertad ya estaba lista. Ël preguntó: “¿Pero, qué voy a hacer?” “Bueno, usted haga lo que sabe hacer”, “lo único que aquí se puede hacer es huelga de hambre”, “bueno, haga huelga de hambre”. Y él dice: “¿huelga de hambre? Ya, en dos semanas más, cuando termine un poco todo esto”; “No, ahora, ayer; levántese, vístase, Hoy día, en encomienda: le van a traer carne. Usted no puede comer carne, no puede comer nada”.
Dice que se levantó, se bañó, hizo su rogativa, hizo el escrito, lo dejó en Gendarmería, y a las 12 del día estaban entrándole una encomienda con carne y él tuvo que regalar toda la comida que le habían llevado ese día, porque ni siquiera su familia sabía que él se iba a huelga de hambre porque fue absolutamente mandatado por un sueño, por un peuma, desde el mundo espiritual.
– Nosotros conocemos el valor, el coraje, la valentía, que ha tenido el Machi Celestino Córdova en defensa de sus derechos como Machi, como prisionero también…
Lo que se me olvidó contar, hoy día, es que la huelga, actualmente, es por la libertad, en el contexto del COVID-19. Es que él pueda volver, a cumplir la condena, a su rewe, vuelva a su sitio ceremonial, a su casa, a su comunidad. El segundo punto, es que todos los presos mapuche también tengan la posibilidad de volver a su territorio, a sus comunidades o a sus domicilios. El tercer punto tiene que ver con todos los presos políticos, o sea, todos los presos políticos hoy día, mapuche y no mapuche, deben volver a sus lugares, a sus territorios, deben volver a su domicilio porque, en el contexto de esta enfermedad, las cárceles, en el nivel de hacinamiento en que están, en cualquier momento, es una bomba de tiempo. Van a empezar a caer todos enfermos y él dice que él prefiere morir peleando, de pie, que morir por un virus. Prefiere pelear por su libertad, por salir, y no sólo por la libertad de él, sino por la libertad de todos los presos políticos mapuche y no mapuche e incluidos los presos sociales.
Dice él, que, para nosotros, todos los presos son políticos. O sea, que si alguien roba una gallina, porque no tiene para comer, es un tema político; no es un tema que tenga que ver con que él quería robar por robar; ¿Por qué? porque en el mundo en el que se mueve, siendo mapuche, en este caso, está empobrecido, no tiene tierra, no tiene cultura, no tiene espiritualidad, no tiene idioma, por lo tanto, él se ha hecho, el no tener conocimiento de la cultura, lo tiene y lo mantiene en un estado de cárcel, de todas las formas posibles. Entonces él está abogando por la libertad de todos los presos políticos, mapuche y no mapuche.
– ¿Ha habido alguna respuesta por parte de Gendarmería, del Gobierno?
El Gobierno no ha hecho nada todavía. Nosotros hemos estado en conversaciones, entregamos el documento que se elaboró junto a un grupo importante de abogados, antropólogos, sociólogos, médicos, Machi, la Red de Apoyo, y lo entregamos, y junto a los presos políticos mapuche, de la cárcel de Temuco, se entregó el documento en diciembre.
El día 26 de abril, tuve la posibilidad de participar en una reunión en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados en donde estaba la Defensoría Penal Pública, el Jefe de la Defensoría Penal Pública, de la Novena Región. Estaba el Ministro de Justicia, estaban los diputados de la Comisión y también estaba Heraldo Muñoz Sepúlveda del Observatorio Penitenciario. Nosotros planteamos el tema de que no era posible, que nosotros veíamos de muy mala fe, el hecho de que haya ingresado a la cárcel una psicóloga, que haya llamado a Facundo, al Lonko Facundo Jones Huala para verlo cuando tenía sospechas de que estaba infectada con el virus. Y eso significó que a Facundo lo tuvieron que sacar de la sección, 15 días; entonces eso, fue grave. Y eso, nosotros, lo dijimos, no era posible. Porque además estaba Gendarmería también ese día ahí. Entonces no era posible que actuaran de tan mala fe. Entonces, eso no lo podían hacer y lo hicieron. Facundo no se contagió, es verdad; ninguno de los presos mapuche se contagiaron, pero, si no cumplen las mínimas formas de preservar los derechos de los presos, en cualquier momento se contagian todos porque no hay rigurosidad en los procedimientos.
El hacinamiento en las cárceles chilenas es una cosa aberrante e injusta para sus vidas. Los presos comunes, los presos políticos, están en riesgo actualmente. ¿Entiendo que también hay otros prisioneros mapuche en huelga de hambre?
Sí, el mismo día 4 de mayo, también inician una huelga de hambre 8 presos políticos de la Cárcel de Angol. Nosotros hemos tratado de coordinarnos. Ha sido bastante difícil poder coordinarnos, pero seguimos insistiendo y no solamente hablamos de la huelga del Machi, sino también de la huelga de los presos de Angol, que son 8 y, aparte de eso, hay dos presos comunes que llevan 20 días de huelga de hambre que también son mapuche y que están peleando porque ellos alegan inocencia y la Corte los condenó a 18 años y dicen que no es posible que los hayan condenado y que les pasó algo muy parecido a lo que le pasó al Machi. Cuando al Machi el abogado lo tomó, le dijo: “Tú, cállate, no digas nada, que nosotros vamos a hacer todo por ti, te vamos a sacar en libertad”. El Machi no habló nada y quedó preso. Fue lo mismo que le pasó a estos otros lamienes. Entonces, hay más presos en huelga de hambre: los 2 presos comunes, los 8 presos políticos, en la Cárcel de Angol, al igual que el Machi.
El Estado chileno es parte del Convenio 169 que protege a los pueblos originarios. Desde el punto de vista de ustedes, ¿El Estado chileno respeta los compromisos que tiene con el Convenio 169?
Para nada. El Estado chileno firmó el Convenio 169 de la OIT, de la Organización Internacional del Trabajo, que es para el respeto de los pueblos originarios, de los pueblos indígenas, y nunca lo ha respetado. Primero, jamás se ha hecho una consulta como corresponde porque siempre dicen que hay que consultar, pero son solamente consultas, eso no significa que vaya a ser así. Segundo, el Estado no aplica el Convenio 169, porque si lo aplicara, lo mínimo, el artículo 9 y 10 dice que los presos de pueblos indígenas deben ser sancionados respecto a su cultura y cumplir en los lugares que les corresponde como cultura. O sea, en sus territorios. Y eso, no lo han aplicado. Es lo único que estamos pidiendo nosotros: es que se aplique el Convenio 169, porque se supone que un convenio internacional firmado por un gobierno, por un Estado, es ley de la República, es lo mínimo que estamos pidiendo: que se aplique el Convenio 169.
¿El Estado chileno reconoce a la nación Mapuche como una nación parte de Chile?
No, no nos reconoce como un pueblo, como nación. Nosotros insistimos que somos un pueblo nación, porque tenemos todas las características de una nación. Pero el Estado chileno, el Gobierno chileno no reconoce al pueblo Mapuche y a ningún pueblo originario como naciones. Hoy en día hay 9 pueblos originarios acá, existentes dentro del territorio, pero no tenemos reconocimiento y la única forma es un reconocimiento constitucional en el cual hemos estado años peleando para que sea así y ningún gobierno, ni de la Concertación, ni de Derecha, han querido sentarse a conversar.
Hace semanas atrás comenzó la Campaña Mundial por la Liberación de los Presos Políticos. En América Latina, en 11 países existen presos políticos, campesinos, trabajadores, indígenas, defensores de derechos humanos…
Nosotros valoramos enormemente a toda la gente que hace killigun, killigun es solidaridad, y que solidaricen con todos los presos. Nosotros vemos hoy día a los presos del estallido social en Chile y la cantidad de presos que hay, muchos por montajes. Hoy día ellos también están corriendo riesgos dentro de las cárceles y ni siquiera están condenados. Entonces, lo mínimo que debería hacer el Estado, el Gobierno, es no apelar, que eso fue lo que le dijimos nosotros al Ministro. No pueden apelar, porque significa dejar más tiempo a la gente adentro. Entonces, nosotros decimos que todos deberían estar en libertad, pero eso también requiere de organización y movilización.
Hoy día las condiciones están muy complicadas en toda Latinoamérica, en todo el mundo, respecto al COVID-19, pero siempre hay formas de pelear y de luchar. Existen las redes sociales a las cuales hoy día nosotros nos estamos manejando mucho más y estamos haciendo distintas campañas, videos, cartas, estamos haciendo eso, y lo mismo para todos los otros presos, tratando de que sobrevivan y que tengan mucho newen, que tengan mucha fuerza, mucha energía. Porque hoy día es un tiempo distinto y en este tiempo distinto, va a haber un cambio profundo y en ese cambio profundo tenemos que aprender a resistir para poder seguir avanzando y lograr los cambios que de verdad merecemos y es tener derecho a tener derechos.
El Machi Celestino Córdova, ¿Qué piensa de este momento, de la pandemia, de cómo tenemos que salir adelante, de qué tenemos que hacer?
El Machi, antes de la pandemia nos había dicho que venía algo muy terrible y ahora, después de la pandemia, nos dijo: “hay que juntar agua y hay que juntar harina, porque lo que se viene después es peor”. Entonces, nosotros dijimos “hay que juntar agua y hay que juntar harina”.
Es importante volver a encontrarse con uno mismo y encontrarse con el ser espiritual que cada uno lleva dentro. No solamente el Machi lo dice, lo dicen los ancestros. Hay que despertar, despertar, porque si no, nos vamos a quedar todos dormidos, nos va a pasar por encima el mar, nos va a pasar por encima las rocas, porque se ve, por lo que él decía, que venían cosas muy terribles, incluso él sacó una carta hablando del COVID y hablando de la cantidad de muertos que iba a haber y hablando de todo lo que se venía después. Incluso hablaba en algún momento de lluvia de meteoros y que iban a caer en la tierra, no que iban a pasar de largo y hace poco anduvieron cayendo unos meteoros acá en Chile. Entonces está cumpliéndose todo aquello que él en algún momento ha tenido sueños.
Nos habló de plagas de ratones: ya los ratones están apareciendo. Nos habló de distintas plagas que iban a venir. Entonces decía: “Es porque la gente, los che, necesitan despertar. Este tiempo duro es para fortalecerse para el tiempo más duro que viene”. Ese es el mensaje de él y no lo podemos no decir, porque es así, es un Machi, tiene contacto con los territorios de los altos, con el Wallmapu, de allá arriba, le llega la información directo.
Leí que el poeta Elicura Chihuailaf señaló algo igual, en la misma dirección, que presagiaba que venía algo malo…
Y es para todo el mundo, no solamente para Chile, es para todo el mundo. Porque la Ñuke Mapu necesita volver al equilibrio, porque el ser humano ha sido una plaga para el planeta. Ha sido una plaga. Entonces, el hecho de estar interviniendo los ríos, con las centrales hidroeléctricas; interviniendo la tierra, con los monocultivos. Hoy día Chile tiene una cantidad de monocultivo impresionante. Dejaron de existir los árboles milenarios, los árboles ancestrales, los árboles propios del territorio y lo único que hay son muchos pinos, muchos eucaliptos, que se han robado toda el agua. Entonces, hay un desequilibrio y no solamente acá, en todas partes. La tierra quiere volver a ser tierra y si nosotros no la supimos cuidar, hoy tenemos que asumir no más y agachar la cabeza, que no cuidamos, lo que nos correspondía, que es a nuestra madre.
Por Pablo Ruiz, periodista, SOAWatch - Fuentes: Rebelión