El dilema de los científicos pioneros del clima frente al negacionismo
El nombre de Will Lee Steffen perdurará como científico pionero de los sistemas terrestres y el cambio climático en un momento crítico en el que los sistemas que sustentan la vida de nuestro planeta están cada vez más amenazados. Will Steffen, junto con otros científicos pioneros del clima de los últimos 40 años, ha colaborado en el intento de comunicar el mensaje científico del mayor peligro al que se enfrenta el planeta desde hace al menos 55 millones de años: No puede haber una posición más dolorosa para los científicos que verse obligados a lanzar severas advertencias sobre la desaparición del mundo natural, la civilización, la sociedad, la familia y las generaciones futuras debido al fuerte aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero y de las temperaturas provocadas por las emisiones de la industria humana. Sin embargo, esto es precisamente lo que los científicos del clima, como Casandra, han sido llamados a hacer, basándose en la evidencia del rápido aumento de las temperaturas atmosféricas, terrestres y marinas desde finales del siglo XVIII, a un ritmo superior al de los fenómenois geológicos de extinción masiva.
Por Andrew Y. Glikson
No todos los científicos han aceptado el reto. Un pequeño número de ellos se han convertido en defensores de la negación del cambio climático, a menudo apoyados por empresas petroleras y de gas. Muchos de ellos, empleados en empresas, gobiernos, instituciones y, en algunos casos, incluso en universidades, tuvieron que moderar sus advertencias. Las actitudes personales y políticas se hicieron evidentes cuando, en algunos casos, científicos considerados «optimistas» fueron favorecidos por las autoridades mientras que otros, etiquetados como «alarmistas», fueron penalizados por sus opiniones. Hoy en día, los llamados «alarmistas» son reivindicados, ya que los fenómenos meteorológicos extremos se están apoderando de grandes partes del mundo.
Will Steffen evitó estos escollos, ciñéndose a las pruebas científicas auténticas y a las consecuencias manifiestas del calentamiento global en todo el mundo, aunque decepcionado por la negativa de muchas autoridades a comprender las implicaciones de la ciencia climática para las generaciones futuras, como se recoge en sus comunicaciones (The Guardian 6/10/2018)1:
«Creo que el marco lineal y determinista dominante para evaluar el cambio climático es defectuoso, especialmente a niveles más altos de aumento de la temperatura. Por lo que las proyecciones que utilizan modelos que no incluyen estos procesos [no lineales, bucles de retroalimentación y puntos de inflexión] resultan menos útiles a mayores niveles de temperatura. O, como dice mi coautor John Schellnhuber, cometemos un grave error si pensamos que podemos «aparcar» el Sistema Tierra a un aumento de temperatura determinado –digamos 2iOC– y esperar que se mantenga ahí… Incluso al nivel actual de calentamiento de aproximadamente 1iOC por encima del nivel preindustrial, es posible que ya hayamos cruzado un punto de inflexión para uno de los procesos de retroalimentación (el hielo marino del Ártico en verano), y vemos inestabilidades en otros: el derretimiento del permafrost, el retroceso de los bosques amazónicos, el retroceso de los bosques boreales y el debilitamiento de los sumideros de carbono fisiológicos terrestres y oceánicos. Y hacemos hincapié en que estos procesos no son lineales y a menudo llevan incorporados bucles de retroalimentación que generan un comportamiento de punto de inflexión. Por ejemplo, en el caso del deshielo del permafrost, el proceso químico que descompone la turba genera calor por sí mismo, lo que lleva a un nuevo deshielo y así sucesivamente».
Will Steffen me escribió en uno de sus mensajes (27/03/2022):
«A efectos prácticos, es decir, en escalas de tiempo con las que el ser humano puede relacionarse, los niveles de cambio climático a los que nos dirigimos ahora nos acompañarán durante miles de años como mínimo. En el máximo térmico del Paleoceno-Eoceno, (MTPE; PETM, en inglés) podría encontrarse una analogía adecuada –un rápido aumento de la concentración de CO₂ y de la temperatura seguido de una disminución del CO₂ a lo largo de 100.000 a 200.000 años–. En la práctica, ese tiempo de recuperación es tan largo (en escalas de tiempo humanas) que podría considerarse irreversible. Por supuesto, las extinciones son irreversibles. Así que cuando la doble presión del cambio climático y la degradación humana directa actúa sobre la biosfera, el evento de extinción masiva resultante, en el que ya hemos entrado, es por supuesto irreversible.»
Will era único. Aunque no permitía que sus presentaciones, expresadas en términos científicamente objetivos y precisos, estuvieran demasiado teñidas de optimismo o pesimismo, el carácter simpático de su personalidad y la suavidad de su discurso no podían ocultar las graves implicaciones de su mensaje. Poniéndose por encima de las enconadas disputas, hacía que a sus detractores les resultara difícil referirse a él en los términos que utilizan habitualmente con otros científicos del clima. Hoy en día, en muchos foros los científicos del clima son sustituidos por economistas, intereses creados, agentes de marketing, sociólogos y políticos, que sólo tienen una vaga idea de las leyes básicas de la física y la atmósfera.
Las jóvenes generaciones, representadas por Greta Thunberg, verán en Will uno de los últimos defensores de su futuro.
Autor: Profesor Andrew Y. Glikson, científico de la Tierra y del clima. Universidad de Nueva Gales del Sur, 11 de febrero de 2023
Referencia (agregada por el traductor):
1.- Graham Readfearn, Earth’s climate monsters could be unleashed as temperatures rise, Earth’s climate monsters could be unleashed as temperatures rise | Graham Readfearn | The Guardian …
Fuente: https://iceds.anu.edu.au/news-events/news/will-steffen-dilemma-pioneer-climate-scientists - Fuentes: iceds.anu.edu.au/ Traducido por Luis Lluna Reig