Declive de la población de anfibios en Centroamérica a causa del Batrachochytrium dendrobatidis




El declive de la población de anfibios en Centroamérica podría efectivamente tener su causa en el Batrachochytrium dendrobatidis o Bd, un hongo de la piel que transmite la quitridiomicosis. Un artículo publicado en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos identifica un nuevo vínculo entre la desaparición de los anfibios y el hongo, y sugiere que la enfermedad es un invasor extranjero en lugar de una enfermedad nativa desatada por el cambio climático. De hecho, el Bd figura en la lista 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
La autora principal del estudio, Tina Cheng, estudiante de postgrado en la San Francisco State University, utilizó la extensa colección de anfibios en el Museo de Zoología de Vertebrados de la Universidad de California en Berkeley, para buscar evidencias del hongo en la piel de las criaturas que fueron recolectadas y preservadas en formol hace décadas, cuando el hongo acababa de emerger, y en años subsiguientes, cuando ya se había extendido y adquirido el estatus de epidemia.
Buscar rastros del hongo echando mano de la disección tradicional -es decir, cortando trozos de piel y escrutándolos a través de un microscopio- habría sido muy difícil y habría destruido las muestras. Cheng decidió utilizar el análisis de ADN porque, aunque el formol trocea químicamente el ADN en pequeños pedazos, los fragmentos de ADN del hongo que esperaba hallar serían tan pequeños que seguramente no habrían sufrido daños.

El análisis de los cuerpos de ranas y sapos de Costa Rica, y salamandras de México y Guatemala, reveló que el hongo surgió en el sur de México en el década de 1970, se extendió hasta el oeste de Guatemala durante las siguientes dos décadas y, a continuación, llegó a Monteverde, Costa Rica, en 1987, donde diezmó la población del sapo o rana dorada, en la foto. Este recorrido coincide con la disminución de la población de una variedad de especies de anfibios en esas regiones.
Lo más curioso es que el hongo parece haber estado completamente ausente en Centroamérica antes de que los científicos detectasen por primera vez el brote de la enfermedad, en la década de los 80, lo que sugiere que es improbable que su explosión se haya debido a algún cambio del medio ambiente. Una teoría, dice Cheng, es que fue introducido por la rana africana, portadora de la enfermedad que ha sido importada para su uso en pruebas de embarazo.

Vía | www.latimes.com

Fotografía | U.S. Fish and Wildlife Service

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