PELIGRO: MODIFICARÍAN LA LEY DE AGROQUÍMICOS PARA AUTORIZAR LAS FUMIGACIONES HASTA EL BORDE DE CASAS, ESCUELAS Y HOSPITALES
Ud. puede reclamar por su salud.
El Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires creó en 2010 la Mesa de Trabajo sobre el Proyecto de Modificación del Decreto Reglamentario 499/91 de la Ley de Agroquímicos 10.699. Lo que podría haber sido un espacio para resolver los innumerables problemas relevados en todo el territorio provincial por exposición a plaguicidas, se convirtió en una trampa que podría costar la salud y la vida de miles de coprovincianos. El dictámen permitiría fumigar sin restricciones a Agrotóxicos Clase 3 y 4.
En lo metodológico impugnamos la Mesa de Trabajo creada de modo arbitrario, por
1. No es plural. En ella no están representadas las diferentes escuelas de pensamiento ni los distintos territorios y sus características particularísimas. Se negó concretamente la participación a instituciones de probada trayectoria en el tema.
2. No es interinstitucional, ya que no hubo presencia de ninguna institución que represente específicamente a los vecinos que son y serán los afectados por las fumigaciones, ni representantes del Ministerio de Salud ni de los hospitales ni centros de salud de la provincia;
3. No es interdisciplinario, ya que no están representadas las disciplinas de la salud, ni la sociología, ni la ecología; y solamente está representada la escuela neoliberal, en todo caso, de la economía, a través de las Cámaras. Una mesa de trabajo que diga tratar temas de salud no puede NO TENER NINGUN MEDICO
4. No puede organizarse una mesa de trabajo para tratar un conflicto de intereses, donde esté representada sólo una de las partes, y los intelectuales de las escuelas de pensamiento que avalan la postura de esa parte, estando ausentes y censurados todos los que la cuestionan, dado que se trata de un conflicto entre dos partes: Productores, vendedores y aplicadores por un lado, y habitantes fumigados por el otro.
5. No pueden las Cámaras empresarias estar reglamentando sus propias actividades. No es posible que sean juez y parte.
6. No puede decidirse en temas tan sensibles sin apelar a ninguna epidemiología.
7. No pueden discutirse los impactos de los agrotóxicos en la salud sin intercambiar información alguna con el colectivo Médicos de Pueblos Fumigados, de reciente reunión y otras instituciones y organizaciones que de manera sistemática trabajan en el tema dese hace mas de 20 años.
8. No se contemplan las condiciones ambientales al determinar los equipos de protección a utilizar durante la etapa de dosificación y aplicación.
9. No se establecen los organismos que realizarán las difíciles funciones de monitoreo.
10. No se establecen mecanismos de información, sensibilización y capacitación para productores y trabajadores.
En lo específico, consideramos que:
1) Las clasificaciones toxicológicas no son instrumentos para fijar distancias libres de fumigación y esas clasificaciones deben ser siempre usadas como criterios complementarios, nunca como criterio principal, tal como lo viene sosteniendo incluso la OMS hace ya tanto tiempo.
La baja toxicidad aguda es en realidad la baja toxicidad letal aguda (DL50), es decir, la dosis que mata en corto tiempo al 50% de la muestra analizada. No se refiere a la toxicidad aguda en general, que es la que produce el daño en el corto plazo; ni a la toxicidad crónica que es la que se produce por padecimiento de dosis repetidas o cuando el daño aparece en el mediano y largo plazo, que es el caso de los vecinos fumigados sistemáticamente
Ese tipo de argumentaciones, que muestran los daños que supuestamente no hacen los pesticidas y ocultan los daños que sí generan, son los que esgrime el discurso sojero transgénico cuando defiende el uso de esos productos. Y los defiende de esa manera porque no puede hacerlo de otra.
El informe FAO/OMS 2004 no señala ningún estudio de afectación a la población en general ni comenta sobre estudios epidemiológicos, lo que significa que no fueron considerados por el Comité.
2) Son insuficiente las distancias establecidas respecto de los cursos de aguas al realizarse las aplicaciones. Los plaguicidas pueden alcanzar dichos cursos ya por infiltración como por arrastre de partículas solidas – erosión – y relaves a causa de las lluvias.
3) Se establecen reglamentaciones de dudosa posibilidad de aplicación. Por ejemplo, la venta bajo receta agronómica, la autorización para hacer mezclas o sobre las tecnologías de aplicación, que han sido sistemáticamente violadas y que ya se hallan en la ley vigente.
4) Las aplicaciones de productos clasificados como clase III y IV a menos de 300 metros de las zonas habitadas desconoce la arbitrariedad e insuficiencia de criterios de esas clasificaciones asi como la posibilidad de bioacumulación, arrastre a grandes distancias y persistencia en el ambiente.
Señores, las fumigaciones además de transformar el amamantamiento de una madre hacia su pequeño hijo en un acto de envenenamiento
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"Ustedes, y su descendencia está en la lista de victimas"
Especial para Ecos de Romang
Fabián Tomasi participó de la audiencia organizada por Comisión de Tierras de Diputados sobre el proyecto de ley que prohíbe las pulverizaciones aéreas y limita las terrestres. El aeroaplicador , afectado por los agrotóxicos, reclamó a los Diputados actúen "mirando la realidad" y el "futuro", "porque a los pocos que estamos en esto, no nos cabe duda de que, ahora nos tocó a nosotros, pero ustedes, y su descendencia está en la lista de víctimas".
Este es el resumen enviado a los medios que leyó Fabian Tomasi en la Cámara de Diputados en la charla que brindó el Dr Andrés Carrasco quien brindó su apoyo al proyecto del Diputado Hector de la Fuente (DEE)
El proyecto de ley ,iniciativa del diputado busca evitar el impacto que tiene el uso de agroquímicos sobre la salud de la población, comprobada por científicos del Conicet. Así, prohíbe la aplicación aérea de productos, químicos o biológicos, destinados al uso agropecuario en el control de insectos, ácaros, hongos o plantas silvestres, de interés agrícola y/o forestal, cualquiera sea el producto activo o formulado así como su dosis. Además, la aplicación terrestre deberá hacerse dentro de un radio de 1.000 metros a partir del límite de las plantas urbanas y periurbanas en todo el territorio provincial.
-“Agradezco estar aquí, agradezco que “alguien” me haya invitado, para poder decir lo que tengo para decir.
Pero al mismo tiempo, por la dolorosa experiencia que he ido recogiendo, no puedo dejar de preguntarme:
¿De verdad alguien quiere enterarse de lo que está pasando? ¿Enterarse de que ese negocio que reporta y reparte miles de millones de dólares, al mismo tiempo está provocando daños irreparables en todo lo que toca..?
Mi experiencia me dice que no. Que en general, hablar de estos temas, en serio, es predicar en el desierto.
Que el negocio es demasiado grande como para tocarlo.....!!!
Que demasiada gente importante piensa que está bien que la vida se sacrifique a los negocios. O que, simplemente está resignada a que así son las cosas.
Y entonces...siendo las cosas así, ¿qué puedo decirles?”, expresó Fabian Tomansi. El basavilbasense participó en la Cámara de Diputados de Entre Ríos durante el debate sobre el proyecto de ley que prohíbe las pulverizaciones aéreas y limita las terrestres.
“La soja transgenica resistente al glifosato ya debe estar por cumplir 15 años en el pais Está llegando a las veinte millones de has y se la está llevando adonde parecia que no podía llegar nunca, a la patagonia.
Y no es solo la soja, por supuesto. Es la agricultura (es el maiz, es el arroz). Masas de veneno y de cambios geneticos que no se sabe que son lanzados sobre nosotros sin consideracion alguna. Sin preguntarnos.
Los montes entrerrianos en retirada, los rios y arroyos envenenados. Las islas tomadas para el ganado o para la propia siembra de soja.
¡Soja hasta en las macetas!, como dijo un ministro.
Y a este atropello que cualquiera con un poco de sensibilidad vive con dolor y furia, ¿qué se le ha opuesto sino un monton de palabras huecas, de preoyectos sin concrecion...año tras año, sin que ni un solo paso se haya dado jamás en la direccion contraria?”
En Basavilbaso el hospital “linda exactamente con un sojal, como la escuela que visitó hace poco el Gobernador (Sergio Urriabrri) en Libaros, la Cooperativa, situada en el medio del pueblo, llena de venenos, los mosquitos transitando y siendo lavados en el pueblo, los aviones...”. “¿Qué no se puede decir de lo que hace la aeroaplicación? ¿Es tan difícil ver eso con los propios ojos? ¿Se necesita asesoramiento?”
Si la Comisión que se formó en la legislatura para estudiar el tema tiene intenciones diferentes a las anteriores y si realmente quieren saber, “les propongo que me citen con tiempo y que pongan delante de mí al más experimentado de los Ingenieros Agrónomos que conozcan, y que nos permitan debatir acerca de eso que llaman las buenas prácticas agrícolas, o de la sustentabilidad.
Que me expliquen ellos a mí como se hacen las cosas.
Y que el resultado de ese debate se difunda a otros cuerpos legislativos que tengan que decidir.
Y a la población.
Y entonces la gente va a poder enterarse de la verdad de como es trabajar en el campo. Con venenos uno peor que otro y en las condiciones más precarias. Lo que significa para los trabajadores y para la gente en general.
Y miren que no estoy hablando de debatir con los aeroaplicadores, porque si bien la aplicación aérea es una acto criminal que se nos impone como si fuese el bombardeo militar de un ejército enemigo sobre la población indefensa, también están:
A) una presencia de venenos que no tiene que ver con la aeroaplicación, como los inoculantes para semillas, los fertilizantes, los cebos tóxicos, la fosfina en silos y camiones, los envases enterrados por miles y por millones, o que la gente usa para el agua, o que se reciclan sin lavar se los lleva cualquiera, en fin, toda una cadena toxica que va desde la semilla al barco.
B) toda la cadena de complicidades necesarias, que es muy extensa y abarca prácticamente a todos los sectores, empezando por el estado, que destina apenas un puñadito de inspectores, la universidad, enseñando que todo esto es sustentable. Me gustaría que algún profesor de la UNER se acercara a debatir sobre la sustentabilidad
O por ejemplo, la mayoría de los médicos callándose la boca y abandonando a las víctimas. Yo se bien de qué hablo. (la única ayuda que recibí en la soledad de mi sufrimiento, fue de afuera del Sistema de Salud. Y por eso estoy vivo)
Y quiero mencionarles especialmente, porque ellos han hecho un juramento de defensa de la salud de sus pacientes y son, en cambio, en su mayoría, profesionales del ocultamiento”.
Finalmente Tomasi dirigiéndose a los legisladores concluyó su relato con éstas palabras:
“Por esta vez actúen mirando la realidad y mirando el futuro. Porque a los pocos que estamos en esto, no nos cabe duda de que, ahora nos tocó a nosotros, pero ustedes, y su descendencia está en la lista de victimas”.
Fuente: Fabian Tomasi,Basavilbaso, Entre Ríos
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"Es mejor morir por una idea que vale la pena vivir, que vivir por una idea que no vale la pena morir"(Steve Biko)
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Glifosato: abortos, malformaciones y cáncer
Por Jairo Puentes Bruges
COLOMBIA: La semana pasada, la prensa informó sobre nuevas movilizaciones en el Bajo Cauca antioqueño; miles de campesinos protestaron contra las fumigaciones de plantaciones de coca con glifosato.
Ellos alegan -con razón- que las aspersiones aéreas destruyen sus cultivos de pan coger (frutas, verduras y legumbres que permitan sostener la canasta familiar sin necesidad de ir al pueblo) Protestas similares se registran en otros países como Argentina; allá lograron -hace unos días- prohibir el glifosato en cultivos legales, en Bariloche.
He perdido la cuenta de las columnas que he escrito sobre el tema; solo para reiterar que los que protestan tienen la razón ya que este herbicida es un producto peligroso. Es lo que repiten prestigiosos científicos en todo el mundo. Por supuesto que las multinacionales que lo producen, y sus asociados en los gobiernos y los negocios, intentan desacreditar los estudios y las protestas.
Personalmente presenté en 1994 (Simposio Internacional sobre Plaguicidas) los resultados de estudios que adelantamos en el Inderena con peces. En estos bioensayos se comprobó que el glifosato “es tóxico para peces con tendencia a ser altamente tóxico”. Estos resultados fueron confirmados por otros investigadores, con otras especies de peces. Sobre los efectos en humanos, el profesor de biología molecular Gilles Eric Seralini de la Universidad de Caen (Francia), advierte que aun en dosis inferiores a las usadas en la agricultura, los herbicidas Roundup (glifosato comercial, más tóxico que el glifosato puro) “estimulan la muerte de las células de embriones humanos, lo que podría provocar malformaciones, abortos, problemas genitales o de reproducción, además de cáncer”.
Los estudios de Seralini han sido confirmados por otros académicos. Publicaciones del Laboratorio de Embriología Molecular de la Universidad de Buenos Aires concluyen que el herbicida puede “provocar trastornos intestinales y cardíacos, malformaciones y alteraciones neuronales en las personas”. En los experimentos “se utilizaron dosis muy inferiores a las usadas por productores de soya en sus cultivos”.
En enero de este año, el reconocido patólogo de plantas y profesor de la Universidad de Purdue, Don Huber, envió una carta al Secretario de Agricultura de EE.UU. señalando que los ensayos sugieren que “el glifosato podría estar contribuyendo a los abortos espontáneos y la infertilidad en cerdos, ganado y otros animales”. El problema no es solo con las plantaciones de coca sino también con las de maíz y soya, productos generalmente transgénicos (para completar), que sembramos o consumimos alegremente y sin control en Colombia.