La verdad desnuda



Entrevista con David Hallowes, de groundWork – Amigos de la Tierra Sudáfrica

“Creemos que los gobiernos que están yendo a las Conferencias de las Partes de Clima (COP) de Naciones Unidas (ONU) han estado mucho más dedicados a defender los intereses del capital que a tratar el problema del cambio climático. Se necesita una lógica diferente. Los gobiernos deben concurrir a las COP con la idea de que realmente tenemos que atender el asunto climático, y creemos que eso no va a pasar sin que los pueblos los obliguen”.
Así resume el ambientalista David Hallowes, integrante de groundWork – Amigos de la Tierra Sudáfrica, el proceso de negociaciones de clima de la ONU y el cambio de perspectiva a su entender necesario, en una entrevista con Radio Mundo Real.
Faltan nueve días para que empiece la COP-17 de la ONU sobre Cambio Climático, en la ciudad sudafricana de Durban. “Actualmente los intereses que los gobiernos están representando en las COP no son los de los pueblos sino los del capital, y eso no producirá un acuerdo creíble”, enfatizó Hallowes.
Por eso el desafío para los movimientos sociales que luchan por justicia climática es fortalecer las resistencias y las movilizaciones para la próxima COP, a fin de hacer escuchar las demandas de la sociedad civil organizada. Según Hallowes, “el asunto importante es cómo comprometemos a la gente (...), y cómo logramos efectivamente una movilización sustancial”.
Hay al menos un par de caravanas africanas de movimientos y organizaciones sociales que están recorriendo el continente para llegar a Durban antes de la COP, bajo el paraguas de la red panafricana de justicia climática. “Esperamos una buena movilización de gente”, dijo Hallowes.
Como era de esperar, la generación de energía en Sudáfrica y su fuertísima dependencia del carbón es de los temas que más preocupan a groundWork. De hecho, es uno de los puntos más importantes de un libro lanzado en septiembre por la organización llamado “Futuros Tóxicos: Sudáfrica en la Crisis de la Energía, el Medio Ambiente y el Capital”, que tiene al propio Hallowes como autor.
El libro manifiesta una preocupación “con la dirección de las políticas industriales” del país, empezó diciendo el ambientalista. “No se enfoca tanto en la conservación de la naturaleza, sino mucho más en la contaminación industrial, observa la formación de la industria sudafricana, que es muy intensiva en el consumo de energía”, agregó. La nueva obra de groundWork también habla del país en un contexto internacional de crisis del capital y tiene un capítulo dedicado al cambio climático.
La organización sudafricana de Amigos de la Tierra está organizando la “Semana de la Energía Sucia” en Durban del 22 al 25 de noviembre, antes de que empiece la COP, para tratar en diversas actividades varios temas y preocupaciones sobre el asunto energético y sus graves impactos climáticos. Cerca del 100 por ciento de la energía sudafricana es producida a basa de carbón y el dióxido de carbono es el principal gas de efecto invernadero. Algunos procesos preocupan especialmente a groundWork, por ejemplo los sucios mecanismos usados por la empresa petroquímica sudafricana Sasol para hacer combustibles líquidos, las nuevas plantas contaminantes y el rol de la estatal energética Eskom, o la gran apuesta del país por las centrales nucleares. Numerosas agrupaciones sociales nacionales y del extranjero llegarán a Durban para esta “semana” especial.
Para groundWork el camino a seguir es el de la “soberanía energética”. “Antes que nada, la energía debe tener un control democrático”, dijo Hallowes resaltando que Eskom es una empresa del Estado, pero que se comporta como “un monopolio privado”. “Nos gustaría ver un control verdaderamente democrático de la producción de energía, tanto a nivel nacional como local”, con utilización de fuentes renovables, destacó el ambientalista, antes de agregar que “queremos desarrollar estas ideas con las comunidades”.
(2011) Radio Mundo Real

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