Evalúan las concentraciones de metales pesados en las ballenas francas de Península Valdés
Las zonas costeras se destacan por su importancia socioeconómica, pues en ellas el hombre realiza diversas actividades y asienta en su entorno ciudades, industrias y puertos. Esta influencia de la actividad humana puede alterar el ecosistema marino ya sea por introducción de energía o de sustancias contaminantes. Entre estas últimas se destacan los metales pesados, elementos que, dependiendo de diversos factores, pueden ser esenciales o tóxicos para los seres vivos.
Las vías de incorporación de metales pesados en los mamíferos marinos son diversas, como la absorción a través de la placenta antes de nacer, el alimento (incluyendo la leche materna), la ingestión de agua de mar, la absorción a través de la piel y la captación desde la atmósfera a través de los pulmones.
Dada la inusual mortalidad de ballenas francas, particularmente de crías, registrada en años recientes en Península Valdés, analizamos el nivel de contaminantes en algunos órganos de los animales varados, con el fin de obtener datos de referencia de contaminantes en diferentes eslabones de la cadena trófica y contribuir con el conocimiento del estado de salud de las ballenas que mueren en el área. Los metales esenciales (como cobre y zinc) y no esenciales (como cadmio y plomo), se acumulan preferencialmente en el hígado y el riñón.
Por ello, entre los años 2003 y 2009 tomamos y analizamos muestras de estos órganos de crías varadas muertas en las costas de los golfos Nuevo y San José de Península Valdés.
El cadmio y el plomo son metales potencialmente tóxicos, y no se detectaron en ninguna de las muestras. Sin embargo, las concentraciones de cobre y zinc fueron mayores en el hígado y se encontraron entre los valores reportados para misticetos (es decir, ballenas barbadas como la ballena franca) de otros sitios del mundo. Los niveles de metales medidos en ballenas que murieron en ambos golfos fueron similares. Las principales rutas de incorporación en los ballenatos estarían asociadas con la transmisión materna por vía placentaria durante la gestación y/o a través de la leche durante la lactancia. Se requeriría mayor investigación para evaluar la probable influencia de la historia de vida de la madre sobre los niveles de metales en el cuerpo de los ballenatos.
A través del Programa de Monitoreo Sanitario de Ballena Franca Austral estudiamos los posibles impactos humanos y de diferentes contaminantes que podrían afectar la salud de las ballenas. Los niveles de cobre, zinc, cadmio y plomo registrados en este estudio constituyen los primeros datos para esta especie en Patagonia y por lo tanto representan una referencia para futuros estudios. Dada la escasez de información sobre estos elementos en crías de ballenas francas de otros sitios del mundo, estos resultados son de interés para la comunidad científica internacional, y así mismo son útiles para estudios sobre la salud del ecosistema y de esta especie de ballena tan emblemática del hemisferio sur.
Por Clara Luz Rosas, Bióloga egresada de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.
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Publicado en: ECOTICIAS.COM