La continuidad de una baja que no baja: El choque del petróleo
Se pueden vaticinar múltiples efectos por la caída estrepitosa del petróleo, como también plantear diversas hipótesis sobre los motivos de la caída de su precio, pero lo que no se puede negar bajo ningún punto de vista, es el efecto sobre la economía mundial; su incidencia geopolítica es definitoria para el destino económico de los países que dependen centralmente de él y que tienen su matriz productiva basada en la extracción de petróleo, como es el caso de Venezuela, el 99 % de sus exportaciones dependen del petróleo, y por ende tiene una fuerte incidencia la renta petrolera en su presupuesto y en la diagramación de su gasto público, el cual se incremento partir de la suba del crudo, principalmente, entre los periodos que van desde 1999 a 2009, distinguiéndose un fuerte aumento a partir del año 2004, que le permitió al estado venezolano, disminuir las restricciones fiscales he incrementar el gasto social.
El condicionamiento en términos de una política de estado a largo plazo para los estado-petróleo se ve reflejado en la actual caída del precio del crudo, que ha ido modificando sustancialmente el tablero geopolítico mundial, convirtiendo el actual panorama, en una herramienta de presión y condicionamiento político de los estados poderosos, sobre los más débiles, como así también hacia los llamados emergentes del grupo de los BRICS, particularmente Rusia, que ha visto depreciada su moneda con este problema.
El actual contexto de crisis energética mundial, afecta por dos frentes a los países con un bajo desarrollo industrial y un alto grado rentístico basado en el petróleo: por un lado la baja de la renta, a la par de la baja del precio internacional del crudo, esta baja de captación de cuantías importantes de la renta internacional modifica los ingresos y la distribución de esta; y por otra parte, encuentra también a los estados (como Venezuela) con una balanza comercial agroalimentaria de saldos deficitarios y una fuerte dependencia de las importaciones agroalimentarias, con una crisis interna, que aprovecha EEUU para presionar aún más al gobierno, en sus planes de intervenir en Venezuela.
La caída estrepitosa desde los 110 dólares de Junio del 2014 a los flácidos 80 dólares en enero de 2015, tiene referencias directas con la crisis capitalista múltiple a escala global, no es solamente la variación caprichosa de los precios del crudo, sino más bien las concatenaciones que se dan en el marco de esta crisis. Es en este sentido que los EEUU no escapan a esta ecuación; si bien la baja ha beneficiado coyunturalmente a la industria que depende en alguna medida del crudo y ha abaratado los costos en distintas áreas relacionadas con esta, el derrumbe de los precios y su posterior estancamiento está experimentado, según la empresa de servicios de la industria petrolera Baker Hughes (ella misma está experimentando los efectos de la baja), un sucesivo desplome de más del 30 % de las perforaciones horizontales desde octubre de 2014, donde fue su producción máxima .
La debacle de las empresas norteamericanas en su territorio va mostrando su faceta más destructiva; hacia el 10 de Febrero de 2015 Halliburton planea despedir al menos 5000 trabajadores, la misma compañía que firmo con la Petrolera Capex para la prestación de Servicios de Fractura a Riesgo en la formación Vaca Muerta (shale) en su área de concesión "Agua del Cajón". En enero de 2015 se produce la quiebra de Gas Frac Energy Services Inc. of Calgary, sobre el mismo mes Baker Hughes anuncia la posibilidad de despedir a 7000 trabajadores, producto de la misma crisis, Baker Hughes está siendo comprada por Halliburton por el valor de 34 mil millones de dólares, por su parte Quicksilver Resources, en la misma secuencia, entró en concurso de acreedores junto con la norteamericana WBH Energy, quien quebró directamente en enero de este año.
La compañía de donde proviene el CEO de YPF Miguel Gallucio, Schlumberger, programa la cesantía del 8% de su fuerza laboral global, aproximadamente 9.000 empleados.
Suncor Energy anunció anteriormente planes para recortar 1.000 trabajadores de sus proyectos de arenas bituminosas en Canadá, es decir que la tan mentada independencia energética norteamericana choca de frente con la realidad en su propio país.
Es preciso decir que las llamadas arenas bituminosas o asfálticas, están contempladas para su cateo, exploración y explotación, en el Plan Exploratorio Argentino, en la zona de la cuenca cuyana, elucubrado a la sombra de las transnacionales del rubro.
La curva inestable del precio internacional del crudo pone al descubierto, mas allá de las distintas opiniones de las causas concretas de la baja, la volatilidad de la estructura económica en torno del problema energético, y que la crisis energética global, es el talón de Aquiles para el capitalismo global.
Argentina y los países productores de la región no escapan a esta problemática, la que sufre un agotamiento en la lógica de desarrollo basado en la buena cotización internacional de los commodities, y su rol como proveedores de hidrocarburos, minerales, biodiversidad y alimentos en el mercado mundial; el último anuario estadístico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), dependiente de la Organización de Naciones Unidas, arroja pistas sobre esta tendencia en América Latina: en la Comunidad Andina el porcentaje de productos primarios sobre el total de exportaciones pasó del 81% en 2008 al 82,3% en 2009; en el Mercosur el aumento fue del 59,8% al 63,1%.
La baja paulatina del crudo, perjudica de manera sustancial los planes estratégicos de los gobiernos que primarizan sus economías.
Galuccio en ocasión de la modificación del proyecto que modifica la ley de Hidrocarburos 17.319, en la comisión de Energía, Asuntos Constitucionales y Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, dijo que “Vaca Muerta no es una joyería, es un supermercado”. Una particular manera de sacarse el peso de no poder explicar la brutal caída del crudo y la incidencia en la rentabilidad y viabilidad de Vaca Muerta, negativas para el país.
La encrucijada energética a nivel global también incide directamente en el precio de las acciones de las compañías petroleras a escala global; YPF no escapa a esta lógica.
La configuración de la matriz energética en clave imperial, se beneficia con la caída del crudo, el 49 % del petróleo que EEUU consume proviene de fuera de su territorio, a pesar de una baja de las importaciones, a merced de las explotaciones horizontales; las cuales hasta el 2005 eran del 55%. La nación del norte consumió 19,1 millones de barriles por día (mbd) de productos derivados del petróleo durante 2010, poniéndose a la cabeza de este. Mientras que fue el tercero en producción de crudo al alcanzar 5,5 mbd (millones de barriles diarios). La baja del crudo en algunos países de la OPEP, en realidad los países productores pobres, como Venezuela, compensa la caída producida por la “burbuja fracking” fogoneado desde los centros financieros más importantes. La negación de la baja en la oferta de Arabia Saudí, el principal socio de la OPEP, con costos de extracción más bajos, el aumento de la producción, a partir de los no convencionales y su posterior baja, debido a los conflictos ambientales y al doble efecto producido por la baja del precio internacional, agregado al descenso del crecimiento de China, y con el conflicto ucraniano en su mayor esplendor, sanciones económicas a Rusia de por medio, cierra el paquete, y para EEUU es un gran negocio.
El múltiple juego de hegemonía propuesto por el país del norte implica directamente un acuerdo, (secreto o no) con el allegado más inmediato dentro de la OPEP, Arabia Saudí, para perjudicar directamente a los países que no están en su órbita de influencia, como Rusia fundamentalmente y Venezuela; es llamativo porque históricamente Arabia Saudí, como líder de la OPEP, ajustaba su producción de petróleo regulando lo que el mercado necesitaba para evitar la volatilidad en los precios, pero esta vez eso no ha ocurrido; Rusia es el tercer productor del mundo y el segundo exportador; la crisis le viene como anillo al dedo a EEUU para desgastar a Rusia y su pretensión de controlar la zona de Eurasia.
A partir de este contexto, Argentina no encontrará inversores para desarrollar sus extensas reservas de shale gas o “gas pizarra” en Vaca Muerta. Según las apreciaciones oficiales se estima que Argentina es el segundo país del mundo con más reservas de gas tras Rusia, gracias a las de Vaca Muerta.
En el año 2012, las revistas BioScience y Nature publicaron un informe en el que biólogos y ecólogos alertaban de que nos acercamos cada vez con mayor velocidad a un cambio disruptivo en el ecosistema de la biosfera, la volatilidad de los precios del crudo a escala global es también una suerte de disrupción económica en donde los más débiles les tendremos que pagar, como siempre , las aventuras de un sistema energético que no avanza en términos de sustentabilidad, de viabilidad ecológica, la quiebra brusca e inalterable , por lo menos por mucho tiempo, de los precios internacionales del crudo, son el principio de una crisis aún mayor.
El cambio posible, es ahora más que necesario.
Notas:
1- Nicholas Shaxson. Las Islas del Tesoro. Los paraísos Fiscales y los hombres que se robaron el mundo. Fondo de Cultura Económica. 2015
2- Darcy Ribeiro. El proceso civilizatorio: de la revolución Agrícola a la termonuclear. Centro Editor de América Latina. Bs As 1968.
3- Marc Garrigasait ¿A quién beneficia y perjudica el desplome del petróleo? 12/2014
11- R. Gómez Mederos. Rebelión.org
Imagen: www.hidrocarburosbolivia.com