Tormenta solar que alcanzó la Tierra el Miercoles pasado puso nuevamente en riesgo la comunicación satelital
Las ondas de choque podrían afectar las redes de distribución de energía y los sistema de comunicaciones satélitales.
El Sol es la estrella del sistema planetario donde se encuentra nuestro planeta Tierra, siendo responsable de sustentar toda la vida por vías de la fotosíntesis. Se encuentra al centro del Sistema Solar, causando que todos los planetas orbiten a su alrededor, afectando su clima y meteorología. Su diámetro es más de 100 veces el del planeta Tierra, se encuentra a 149.600.000 de km de distancia y su luz se demora 8 minutos y 19 segundos en llegar.
El pasado viernes 13 una fuerte erupción solar provocó una llamarada tipo X (la más fuerte de las tormentas solares) que ayer -15 horas antes de lo previsto- llegó a la Tierra, según informó el Centro de Predicciones de Clima Espacial de la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). Se trata de la tormenta solar más fuerte de los dos últimos años.
Por la intensidad de sus efectos electromagnéticos, esta tormenta ha sido clasificada en el nivel 4, de un máximo de 5, lo que significa que las redes de distribución de energía y el sistema de comunicación satelital podrían verse alterados, especialmente los servicios de geolocalización. Pese a que el fenómeno continúa y que , aún no se registran daños o interrupción en las comunicaciones.
Pero no todo es negativo. La intensidad de la tormenta ha provocado que las auroras boreales puedan ser vistas desde más al sur de lo normal. Revisa aquí las impresionantes imágenes que la gente ha compartido en el Flickr de NOAA.
¿Qué es un tormenta geomagnética?
Una tormenta geomagnética es una importante perturbación de la magnetósfera de la Tierra que se produce cuando las variaciones en el viento solar generan grandes cambios en las corrientes, plasmas y campos en el entorno espacial de la Tierra.
Las tormentas más grandes que resultan de estas condiciones están asociadas con eyecciones de masa coronal solar (CME), donde mil millones de toneladas o menos de plasma procedentes del sol, con su campo magnético incorporado, llegan a la Tierra. Las CME suelen tardar varios días en llegar a la Tierra, pero se ha observado en algunas de las tormentas más intensas que pueden demorarse tan solo 18 horas.