El cambio climático está devastando el Mediterráneo
Si quieres ver cómo el cambio climático ya está devastando ecosistemas frágiles, no busques más allá del Mediterráneo oriental. Muchas especies nativas de flora y fauna marina en la costa de Israel, una de las áreas más calientes del mar Mediterráneo, se están acercando al límite de su tolerancia al aumento de la temperatura del agua. De hecho, dicen los expertos de la Universidad de Viena en Austria, muchos de ellos ya no pueden hacer frente al aumento de las temperaturas y, como resultado, se están extinguiendo.
Daniel T Cross
“Predecimos que, a medida que el clima se calienta, este colapso de la biodiversidad nativa se intensificará y expandirá geográficamente, contrarrestado solo por las especies del Indo-Pacífico que ingresan desde el Canal de Suez en Egipto”, advierten los expertos en un nuevo estudio publicado por el Royal Society del Reino Unido.
El equipo internacional de investigadores, dirigido por Paolo G. Albano, experto del Departamento de Paleontología de la Universidad de Viena, examinó la tasa de extinción de los moluscos marinos nativos, que incluyen caracoles, almejas y mejillones, a lo largo de la costa de Israel. Luego compararon las poblaciones actuales de estas criaturas marinas con su diversidad histórica al examinar los depósitos de sus conchas vacías en el fondo marino.
Lo que encontraron fue una marcada caída en el número de moluscos en las últimas décadas. Los que se encuentran en las profundidades del buceo han sido los más afectados, ya que los investigadores no pudieron encontrar ningún individuo vivo de hasta el 95% de las especies cuyas conchas están presentes en los sedimentos.Peor aún: la mayoría de las especies que han logrado sobrevivir son incapaces de crecer lo suficiente para reproducirse, lo que es “una clara señal de que el colapso de la biodiversidad continuará”, según Albano .
Al mismo tiempo, las especies tropicales que han estado ingresando al área desde el Canal de Suez ahora prosperan en las cálidas aguas del Mediterráneo Oriental a expensas de las especies nativas. “Se encuentran en grandes poblaciones y sus individuos están completamente en condiciones de reproducirse”, informan los científicos.
“Para cualquiera que esté acostumbrado a hacer snorkel o bucear en el Mediterráneo, el escenario submarino en Israel es irreconocible: faltan las especies más comunes, mientras que por el contrario las especies tropicales están por todas partes”, resume Albano.
Y a medida que el agua del mar continúe calentándose, inevitablemente seguirá un colapso adicional de la biodiversidad nativa en el área y en otras partes de la región del Mediterráneo oriental. “Solo los organismos intermareales, que en cierta medida están preadaptados a temperaturas extremas, y los hábitats en aguas más profundas, donde la temperatura es notablemente más baja, continuarán persistiendo, al menos durante algún tiempo”, dicen los científicos.
La única esperanza para gran parte de la biodiversidad nativa de la región del mar Mediterráneo en general radica en nuestro esfuerzo continuo por frenar las emisiones de carbono a fin de mantener bajo control el cambio climático, explican los científicos.
“El futuro es oscuro a menos que actuemos de inmediato para reducir nuestras emisiones de carbono y proteger los hábitats marinos de otras presiones que contribuyen a la pérdida de biodiversidad”, enfatiza Albano.“Los cambios que ya se produjeron en las zonas más cálidas del Mediterráneo pueden no ser reversibles, pero podríamos salvar gran parte del resto de la cuenca”.
Por Daniel T. Cross. Artículo en inglés: https://www.sustainability-times.com/environmental-protection/climate-change-is-driving-mollusks-extinct-in-the-eastern-mediterranean/ - Imagen de Katarzyna Tyl en Pixabay
--------
Ban Ki-moon: “No hay vacuna contra el cambio climático”
El ex secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, alertó de que este fenómeno está “ocurriendo ahora y de forma mucho más rápida”, por lo que hay que anteponer políticas de “adaptación” y “mitigación” contra el calentamiento global. En un acto previo a la Cumbre de Adaptación al Clima (CAS), que organiza Países Bajos el 25 de enero, el diplomático surcoreano consideró que esta conferencia, que se celebrará durante 24 horas para abarcar eventos en todas las zonas horarias, “no podría haber llegado en un momento más adecuado” que la lucha global para frenar la pandemia.“Esta cumbre representa una oportunidad para reflexionar sobre cómo comunidades y países alrededor del mundo pueden recuperarse de esta crisis mejor, más fuerte y de forma conjunta. En este contexto, esta cumbre es increíblemente importante”, añadió.
Imane Rachidi.-
Sobre el acuerdo climático firmado en 2015 de París, Ban Ki-moon subrayó sentirse “orgulloso de haber sido uno de los líderes mundiales que en ese momento estaban unidos por el futuro de la humanidad y el planeta Tierra” y señaló estar “encantado” de que el nuevo presidente estadounidense, Joe Biden, se haya vuelto a unir al acuerdo, lo que supone -añadió- un “momento histórico” para la lucha climática.
Sequías y olas de calor
“En los últimos cinco años, ese acuerdo ha remodelado fundamentalmente el panorama de cómo abordamos la crisis climática global catalizando acciones sin precedentes por parte de gobiernos, empresas, inversores, ciudades y ciudadanos. Pero tenemos que hacer más: 2020 fue un año de olas de calor, sequías intensas e incendios forestales”, dijo.
Para él, los próximos siglos estarán “definidos por cuán verde es la recuperación” y por eso alertó de que está “profundamente preocupado de que, en la revisión de los planes de estímulo nacionales, se encontró que las medidas que aumentarán las emisiones de carbono superan en número a las iniciativas verdes”.
Ban Ki-moon asegura que la pandemia, además de una amenaza a la salud pública, puede ser vista como una oportunidad para aplicar la agenda de adaptación, un tema que “nunca había sido tan importante porque el cambio climático está teniendo lugar ahora y está pasando mucho más rápido de lo que podemos sentir o creer”.
Además, instó a invertir más en la adaptación porque “construir resiliencia al impacto climático no es algo bonito que hay que tener como país, es un deber para vivir en un mundo sostenible”.
La cumbre, virtual desde Países Bajos
La CAS no es una cumbre de la ONU, aunque cuente con su respaldo. “Sabemos que el cambio climático no se ha frenado porque haya una pandemia de covid-19, y cuando salgamos de la crisis sanitaria y de la crisis económica asociada a la pandemia, necesitamos prepararnos para la crisis del mañana, de la que la emergencia climática es una parte esencial”, añadió Patrick Verkooijen, director del Centro Global de Adaptación (GCA).
La adaptación a un clima en constante cambio es “un reto” que se consigue con el “esfuerzo de todas las sociedades”, añadió Verkooijen, que instó a los países a no cometer “el error de volver a la vieja situación (anterior a la pandemia), que nos condujo a la crisis de hoy, sino que construyamos a partir de esta crisis hacia delante, mejor y de forma más inclusiva”.
Además, lamentó que “por primera vez en muchos años, la financiación de la adaptación al clima corre el riesgo de reducirse en un digito”, y, añadió, a medida que los gobiernos invierten miles de millones de dólares para recuperarse de la pandemia, “hay una oportunidad única de construir un futuro climático inteligente y resiliente, integrando la adaptación al clima en la próxima ronda de estímulos fiscales y planes de recuperación”.
Por su parte, Ban Ki-moon señaló que, durante la CAS, los líderes mundiales volverán “a estar unidos en el multilateralismo e intentando abordar los retos”, incluido el cambio climático, los objetivos del desarrollo sostenible y la lucha contra la pandemia de covid-19.
“Todos estos retos necesitan soluciones globales basadas en asociaciones globales, no hay ni un solo país en este mundo, por muy poderoso o rico que sea, que pueda hacerlo solo”, advirtió, señalando en varias ocasiones la retirada estadounidense del Acuerdo de París, una decisión que tomó de forma unilateral el expresidente Donald Trump.
Además, aseguró “apreciar mucho” la labor de la Unión Europea (UE) en este sentido, porque ha estado “intentando liderar la campaña durante la ausencia estadounidense” estos últimos años.
Para el exsecretario general de la ONU, este es el momento de “acelerar el proceso de implementación” de ese acuerdo y de “movilizar el apoyo financiero, en especial para los países en desarrollo que no tienen grandes recursos ni capacidad” porque, alertó, “es moralmente erróneo que esos países, que son los que menos han contribuido al cambio climático, tengan que hacer frente a sus peores consecuencias”.
Fuente: EFEverde - IMagen: EFE/Brais Lorenzo