Chile: "El TPP-11 garantiza que no se produzcan cambios económicas y medioambientales contrarios a intereses de multinacionales y conglomerados"
El Gobierno confirmó su interés por destrabar el controvertido Acuerdo Transpacífico, más conocido en Chile como TPP-11. Cabe recordar que el proyecto permanece congelado en el Congreso, y desde La Moneda indicaron que la discusión debía reactivarse después del Plebiscito de Salida del pasado 4 de septiembre. El ministro de Hacienda, Mario Marcel, aseguró este lunes que en “los próximos días” su par de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, “anunciará un proceso de diálogo, el cual vamos a ir actualizando el diagnóstico respecto a este tratado, así como las gestiones que se han estado haciendo del lado de la Cancillería”.
Por su parte, la titular del Interior, Carolina Tohá, advirtió que “se va a constituir próximamente una instancia de trabajo, que el Gobierno está afinando como va a ser para ver las decisiones, recoger opiniones e inquietudes que hay; y llegar con una postura clara cuando sea esa votación. Esperamos que eso suceda de manera muy próxima”. “Vamos a trabajar también, y tengo confianza en que lo vamos a lograr, para que así como lo hicimos con Escazú (podamos) llegar a un acuerdo conTPP-11, despejar las dudas, encontrar una manera de que ese acuerdo sea compatible con todos los compromisos que tenemos como Gobierno y que estaban en el programa del presidente Boric”, expresó al programa Estado Nacional de TVN, tal y como consignó El Dinamo.
Aunque los impulsores apuntan a que el polémico acuerdo que permitirá reducir considerablemente los aranceles entre los 11 -o incluso más- países miembros, varios analistas y organizaciones alertan que aumentaría el poder de las multinacionales al permitirles acudir ante tribunales especiales frente a políticas que no les favorezcan.
Chile es el único país del mundo donde este tratado no se ha aprobado por la movilización ciudadana, que en estos años ha logrado evidenciar sus nocivas consecuencias en sectores como salud, agricultura y pensiones, entre otros, así como las amarras que supone en general para la soberanía política del país. Varios analistas plantean que si el TPP-11 se ratifica antes del nuevo proceso constituyente, el tratado pro transnacionales va a limitar la redacción de la Nueva Constitución. Tomando en cuenta que la Carta Magna tiene como límite los Tratados Ratificados por Chile.
La traición del Gobierno
En el artículo de opinión, «El TPP-11: Una distorsión de mercado, y una traición a principios y un programa de Gobierno», el académico José Gabriel Palma, plantea que la mentira de fondo es que el TPP es un tratado ‘comercial’, y que abre mercado a nuestras exportaciones primarias (porque para más de eso, no nos da). La verdad es que lo ‘comercial’ no es más que un apéndice de ese tratado (5 de 30 capítulos); es la carnada para que pasen los otros 25. Además, ya tenemos tratados comerciales con todos los otros 10 países del TPP. . Además, si agregase algún producto relevante, lo obvio sería renegociar bilateralmente con el país correspondiente, con el cual ya tenemos un tratado comercial vigente, para agregarlo. Eso se hace normalmente en dichos tratados. Lo demás es cuento».
De acuerdo con el doctor en Economía de la Universidad de Oxford, doctor en Ciencia Política de la Universidad de Sussex y profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Cambridge y de la Universidad de Santiago, los tratados tipo ‘leyes de amarre’, como el TPP-11, ya se encuentran «pasados de moda».
No obstante, Palma señala que la “centro-izquierda”, de la que forma parte el Frente Amplio, va atrás de la curva, y destaca que «en los nuevos tratados comerciales se asegura que los litigios con un Estado deben dirimirse en cortes nacionales».
«Esto no es sólo un tema de soberanía y mínimo autorrespeto como nación ― de hecho, es parte de la diferencia entre ser país o nación ―, sino que también eso está relacionado con que las cortes ad-hoc del CIADI son una burla, pues los conglomerados pasan a ser jueces y parte. Son cortes creadas por las multinacionales y para su beneficio», explica. «La estrategia de este gobierno de firmar ‘side letters’, lo que sin duda es mejor que no hacer nada, es bien poco efectiva pues los países que las van a firmar no son los relevantes en estas materias. Y en todo caso, dichas cortes es sólo uno de los muchos problemas del TPP», señala.
En el texto, el académico se refiere la urgencia por parte de gran empresariado y la derecha política en exigir el TPP-11 «como su primer trofeo pos-triunfo del rechazo (y justo en la semana del 18 para que no se note mucho)», y plantea importancia que tienen para ellos los otros 25 capítulos del tratado, a los que denomina su «seguro contra el cambio». «Recordemos que el TPP beneficia tanto a las multinacionales, como a los conglomerados chilenos ‘internacionalizados’. De los tantos absurdos, uno es que conglomerados chilenos podrán llevar al Estado chileno y por problemas chilenos a dichas cortes internacionales de fantasía», afirma Palma.
«Este tratado no es más que una garantía para que nunca se vaya a poder cambiar algo en materias económicas y de medioambiente que dichos conglomerados consideren ser ‘no razonable’. Ellos pasan a ser los árbitros de lo posible. De lo contrario, van a tener que llover compensaciones millonarias. Es una garantía para seguir atados a nuestro modelo del rentismo fácil y sucio, el cual ya dio, y hace mucho, todo lo que podía dar. Es un simple amarre al status quo ― y cuando más necesitamos flexibilidad de materias de política económica», subraya en su columna de opinión.
Fuente: https://www.elciudadano.com/actualidad/economista-jose-gabriel-palma-advierte-que-el-tpp-11-garantiza-que-no-se-produzcan-cambios-economicas-y-medioambientales-contrarios-a-intereses-de-multinacionales-y-conglomerados/09/16/
