Heurístico de Representatividad

 

 Para gestionar la enorme cantidad de información que recibimos, nuestra mente la simplifica a través de mecanismos llamados “heurísticos”. Éstos nos ayuda a tomar decisiones con rapidez, pero nos pueden llevar también a caer en los estereotipos


Los seres humanos somos incapaces de procesar toda la información de nuestro entorno de una manera rigurosa. Aunque nuestra limitada capacidad de procesamiento siempre ha existido, la ingente cantidad de información a la que estamos expuestos hoy día hace especialmente relevante la dificultad que tenemos para gestionarla.

Ángel Sánchez Rodríguez
Universidad de Salamanca

Para lidiar con la enorme cantidad de información con la que nos enfrentamos a diario solemos utilizar, muchas veces sin darnos cuenta, “atajos mentales” que nos permiten simplificar las noticias que vemos y leemos en los medios de comunicación y las redes sociales. Estos “atajos mentales” son lo que se denominan “heurísticos” en psicología y han sido investigados durante décadas.
Los heurísticos son procesos cognitivos automáticos que nos permiten simplificar la información que recibimos, lo que nos permite tomar decisiones de una forma más rápida. Estos procesos tienen la ventaja de que nos permiten aliviar la carga cognitiva que soportamos a diario. Pero, por otro lado, nos pueden hacer caer en errores, ya que la información simplificada en la que nos basamos para tomar las decisiones puede dejar fuera datos cruciales.
Heurístico de representatividad
Uno de los heurísticos que más habitualmente utilizamos es el de representatividad. El heurístico de representatividad consiste en estimar la probabilidad de que una persona se comporte de una forma particular, tenga una determinada característica o que un evento suceda comparándolo con un prototipo o situación que tenemos almacenada en nuestra mente.
Un ejemplo habitual de cómo funciona este heurístico se da cuando nos presentan a alguien e inferimos cómo es y cómo tenderá a comportarse a partir de la primera impresión. Aunque en ocasiones podemos acertar, ¿cuántas veces nos hemos equivocado al inferir cómo es una persona a partir de esa primera impresión?
Estereotipos
Esos prototipos o situaciones que tenemos almacenadas en la cabeza y con las que comparamos la información que nos llega no son esquemas con los que nacemos, sino que los aprendemos en forma de estereotipos. Por ejemplo, al leer una noticia sobre un suceso violento, ¿siempre se hace explícita la nacionalidad de la persona que cometió el delito? En ocasiones los medios de comunicación solo hacen explícita dicha nacionalidad cuando el agresor viene de ciertos países, normalmente del sur, pero no cuando viene de países del norte.
Este tipo de procedimientos construyen en nuestra mente el modelo “inmigrante del sur-violento”. Este será el modelo con el que nuestro heurístico de representatividad comparará la probabilidad de que un inmigrante vaya a cometer un delito. El problema es que dicha probabilidad puede estar muy alejada de la real. Ser conscientes de cómo funcionan este tipo de heurísticos es una estrategia clave para minimizar los errores que producen. Pedir opinión a otras personas, aplicar la lógica y usar el pensamiento crítico cuando leemos las noticias, pueden ayudarnos también a reducirlos.

Diccionario de la posverdad
El “Diccionario de la Posverdad” es fruto de la colaboración entre El Salto Andalucía y el proyecto de investigación “Posverdad a debate”, vinculado a la Cátedra G.W. Leibniz de la Universidad de Granada.
Fuente: https://www.elsaltodiario.com/diccionario-posverdad/heuristico-de-representatividad - Imagen de portada: Heurístico de representatividad JAIME CINCA

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