Una empresa sueca inicia en Galicia (España) la explotación de una polémica mina de wolframio, el 'oro negro' de la industria militar
Una empresa sueca busca abrir en Galicia una mina de wolframio, denominado el oro negro de España por sus históricas exportaciones a lo largo del siglo XX. Se trata de un mineral con múltiples usos y para el que Europa depende de China. Una de sus aplicaciones está relacionada con la transición energética y el desarrollo de la industria electrónica. Estas son las principales características que se destacan del actual proyecto gallego. Pero se omite su utilidad predominante: el armamento.
Adhik Arrilucea
La empresa matriz que asume el proyecto minero es Eurobattery Minerals, de origen sueco y con trabajos en Finlandia y España. En su página web, la firma apuesta por una "minería responsable y sostenible", entendiendo esta última desde las perspectivas ambiental, social y económica. La explotación de wolframio está ubicada en A Gudiña (Ourense) y la gestionará a través de la filial Tungsten San Juan SL. Esta se encuentra en fase de construcción y puesta en servicio, y se espera que comience la producción a finales de 2026.
En cuanto a este proyecto, la empresa destaca que el wolframio, también llamado tungsteno, "es un recurso estratégico para industrias de alta tecnología como la aeronáutica, la espacial y la electrónica". La Comisión Europea lo incluyó en 2023 en su lista de materias primas estratégicas y críticas. De este modo, Bruselas busca aumentar la autonomía de los Veintisiete en el abastecimiento de esta clase de minerales, que se importan sobre todo de China.
"El wolframio apoya las transiciones ecológica y digital de la UE, ya que se utiliza en tecnologías de energía limpia como las turbinas eólicas y en la electrónica avanzada que impulsa la innovación", precisa Eurobattery Minerals en cuanto al proyecto minero en Ourense. Sin embargo, fuentes científicas informan a Público de que este mineral tiene sobre todo aplicación en la industria armamentística. "Desde la guerra de Rusia en Ucrania, la transición verde es la transición verde oliva [el color militar]", lamenta en declaraciones a este medio Cristóbal López, responsable de Comunicación y antes coordinador del área de Minería en Ecologistas en Acción.
El informe De la mina al campo de batalla, realizado por el Centro Delàs de Estudios por la Paz, indica que "el tungsteno se puede encontrar principalmente en sistemas de propulsión de aviones y portahelicópteros, barcos de asalto anfibio, corbetas, barcos de patrulla en alta mar y fragatas". El mismo documento apunta que China produce el 80% de este material en el mundo. El documento de la Comisión Europea que lo considera mineral crítico también incluye estas aplicaciones vinculadas a la defensa militar.
En cuanto a su uso en el desarrollo de energías renovables, únicamente aparece como materia prima estratégica para la elaboración de electrolizadores. Estos dispositivos utilizan electricidad para dividir los componentes del agua en hidrógeno y oxígeno. De acuerdo con Adriana Espinosa, responsable de Recursos Naturales y Residuos en Amigas de la Tierra, estos instrumentos se utilizan para la obtención de hidrógeno verde.
"El wolframio es un mineral que para la construcción de placas fotovoltaicas o eólicas, tiene un uso secundario si no residual", declara Espinosa. "Su uso principal es de industria militar o aeroespacial". No obstante, el proyecto ourensano de la mina de Tungsten San Juan SL no hace ninguna referencia a la aplicación de esta materia prima a la defensa o al armamento. Cristóbal López indica que "hay wolframio en todas las herramientas pesadas e industriales". Sin embargo, indica que su presencia es escasa en el coche eléctrico, las placas solares o en la tecnología eólica.
Autonomía y sostenibilidad
"Todo país necesita tener una producción autónoma porque tenemos un consumo de productos y de bienes", declara por su parte Pedro Mora, presidente del comité del proyecto Rocas, minerales, sociedad y vida, de la Fundación Minería y Vida. En conversación con este medio, defiende la extracción minera de recursos en Europa para asegurar que se lleva a cabo "de una forma sostenible y equilibrada". Asegura que "la legislación europea es la más estricta que hay en todo el mundo" en materia de minería.
Al mismo tiempo, Pedro Mora asume que la activación de minas en España o Europa no implica su cierre en países con legislaciones más laxas donde puedan tener lugar vulneraciones en los derechos ambientales o de derechos humanos. En cualquier caso, destaca que "si tenemos las materias primas y tenemos la tecnología, lo que realmente tendremos es la independencia de poder decir en cualquier momento lo que consideramos adecuado o no sin depender estratégicamente de otros".
En cuanto a los usos del wolframio, Pedro Mora indica que se trata de "un mineral de un valor estratégico muy importante". De todos modos, considera que no se debe mezclar el debate sobre la minería con los usos que pueden tener los metales extraídos. En su lugar, defiende poner el foco en "tener materias primas propias para desarrollar todas las aplicaciones que la ética de mi sociedad considera adecuadas. Lo que no quiero es importarlo de países que tienen explotación infantil o que no cumplen un criterio medioambiental".
Una declaración de impacto ambiental a punto de caducar
Más allá de las cuestiones relativas al wolframio, existen también polémicas con la explotación de San Juan. En concreto, los ecologistas insisten en que la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto está a punto de caducar. La Xunta de Galicia otorgó la concesión el 17 de noviembre de 2015 por una vigencia de diez años, es decir, hasta el mes que viene. Además, tanto Cristóbal López como Adriana Espinosa señalan que este documento no contempla los impactos transfronterizos con Portugal, cuando la instalación se encuentra a un kilómetro del Parque Natural de Montesinho, en el distrito de Braganza.
Si el proyecto logra finalmente ponerse en marcha, "toda el agua que se contaminaría con metales pesados iría directamente al río a un kilómetro de la frontera con Portugal", critica el de Ecologistas en Acción. Por su parte, Espinosa remarca que la inclusión de los impactos transfronterizos es obligatoria "de acuerdo con el derecho internacional".
Este diario ha preguntado sobre las características de este proyecto tanto a Tungsten San Juan SL como a la matriz Eurobattery Minerals, así como a la Xunta de Galicia, pero al cierre de la información no ha obtenido respuesta.
Espinosa también destaca que Galicia es un punto vulnerable para los proyectos mineros, ahora impulsados por la Unión Europea con su declaración de materias primas estratégicas. "Galicia es muy abundante en minerales y en metales", afirma, como "el estaño, el litio y el cobre". Esto hace que "esté puesta a la mira de la industria europea e internacional por su abundancia de minerales". Por esta razón, las organizaciones ecologistas aumentan también su vigilancia en el territorio.
Adhik Arrilucea
Redactor de Medio Ambiente, Crisis Climática y Animalismo en 'Público'. Graduado en Periodismo y Humanidades, mención en Ciencias Políticas y máster en Teoría y Crítica de la Cultura por la UC3M. Tiene experiencia en información científica e institucional, ha colaborado con diferentes medios y pasado por la redacción de la Agencia SINC.
Fuente: https://www.publico.es/sociedad/m-ambiente/empresa-sueca-inicia-galicia-polemica-mina-wolframio-oro-negro-industria-militar.html - Imagen de portada: Foto de una mina en Ourense (Archivo).Rosa Veiga / Europa Press