Banquillo sin acusados
Dos años después del desastre ambiental de Costa de Marfil, comienza el juicio sin la presencia de los responsables
La Confederación Sindical Internacional (CSI) está denunciando que el juicio que se está iniciando en Costa de Marfil por el desastre ambiental causado por un impresionante vertido de residuos tóxicos en la capital del país, Abidján, no contará con la presencia de los principales responsables del hecho. El desastre se produjo el 19 de agosto de 2006, cuando la empresa petrolera holandesa Trafigura decidió arrojar la carga tóxica de la embarcación que había fletado para transportar hidrocarburos, el Probo Koala, sobre las aguas marfileñas; desde entonces, han muerto 17 personas y cerca de cien mil debieron recibir tratamiento médico a causa del vertido, que contenía altos niveles de mercaptano y sulfuro de hidrógeno, un gas que puede resultar mortal al ser inhalado. En los días posteriores al vertido tóxico, Abidján dejó atrás el tiempo en el que la llamaban “la perla de las lagunas”, para mostrar un paisaje muy diferente: donde antes había locaciones turísticas se expandió un aire denso de olor nauseabundo, mientras que hombres vestidos con trajes blancos y máscaras antigás recorrían los lugares contaminados, intentando limpiarlos. Dos años después del desastre, el juicio se inicia en el país africano sin que estén presentes la compañía holandesa Trafigura y los responsables del Puerto Autónomo de Abidján, quienes son los principales responsables de lo que sucedió. Según el comunicado que emitió la CSI, los residuos del tipo que fueron vertidos “están regulados por la Convención de Bâle que exige que éstos sean tratados lo más cerca posible del lugar de producción y en instalaciones adecuadas. Desgraciadamente, dicha Convención no incluye mecanismos de sanción, lo cual es explotado por fletadores irresponsables que envían sus barcos a descargar sus residuos de explotación al sur”. Por eso, la federación sindical reclama “que los verdaderos responsables de esta catástrofe humana y medioambiental sean castigados y que los lugares sean descontaminados urgentemente, dado que siguen poniendo en peligro la salud de numerosas personas”. Además, la CSI reclama que se tome una doble medida en lo que respecta a la normativa internacional referida a las sustancias químicas: “la primera dirigida a la consolidación de los textos, para que deje de haber el vacío jurídico que permite la transferencia de residuos peligrosos en los países del sur; y la segunda, a un fortalecimiento de las capacidades de los países del sur para poner en práctica los convenios, responder a las emergencias y proteger la salud de sus habitantes así como su medio ambiente”.
