El tren de la soja es el tren de la trata
El 25 de noviembre, día mundial contra la violencia hacia la mujer, las mujeres rurales y urbanas, convocamos a todos y a todas al Cruce Alberdi, Salta y San Nicolás (Rosario) a las 16 hs. para repudiar este modelo de explotación y violencia hacia nuestros bienes naturales y nuestros cuerpos, y denunciar que: “El tren de la soja es el tren de la trata”. Luego a las 18,30 hs comenzaremos la marcha por nuestros derechos hacia la Terminal de Ómnibus.
Esta actividad se enmarca en el “III Encuentro de mujeres rurales y urbanas por la soberanía alimentaria” que se llevó a cabo en la Granja Agroecológica “La Verdecita” de la ciudad de Santa Fe a fines del mes pasado, donde se definió, como una acción conjunta y coordinada de todas las organizaciones presentes, que el 25 de noviembre, se impulsen, en todo territorio nacional, cortes pacíficos de las vías de tren de carga con la consigna.
¿Por qué “El tren de la soja es el tren de la trata”?
El modelo sojero produce la contaminación de nuestro medio ambiente y, a través de la concentración de la tierra y de los medios de producción, expulsa a los pueblos originarios y campesinos de sus tierras ancestrales hacia las periferias urbanas, agravando la situación de vulnerabilidad, fundamentalmente, en mujeres y niñas. Basta con mirar los márgenes de los hegemónicos y famosos “caminos de la producción” para encontrar las postales de miseria y olvido apenas iluminadas con las luces de los casinos y wiskerías donde los cuerpos de las mujeres son sometidos, violados y explotados comercialmente no sólo por los varones, sino por todo un sistema ideológico y de negocios naturalizado y validado por nuestra sociedad. Atentar contra las mujeres es atentar contra la soberanía alimentaria ya que somos las mujeres las que producimos el 80% de los alimentos que el mundo consume. Es por esto que las luchas por la soberanía alimentaria, las luchas por la tenencia de la tierra y por recuperar la capacidad de producir lo que comemos, son las luchas por la soberanía de nuestro cuerpo. Por todo esto, como mujeres, reclamamos el respeto de todos nuestros derechos y rechazamos al sistema patriarcal y todas sus expresiones discriminatorias. Nos reafirmamos en el ejercicio pleno de la participación ciudadana. Exigimos nuestro derecho a una vida digna, el respeto a nuestros derechos sexuales y reproductivos, la aplicación inmediata de medidas para erradicar toda forma de violencia física, sexual, verbal y psicológica. Las mujeres, que somos en este momento las responsables de la alimentación de nuestras familias y comunidades, tenemos que ser las impulsoras de un proceso de transformación que cambie el modelo de consumo, comercialización y producción que alimenta las arcas de unas pocas transnacionales en perjuicio del bienestar de nuestros pueblos. Apostamos a la construcción de una nueva economía solidaria, respetuosa de la naturaleza y humanizada, que nos incluya a todas y todos garantizando la justa distribución de lo producido en aras de una vida digna, alegre, autónoma y soberana Apostamos a la diversidad política e ideológica, de género, de expresiones artístico-culturales, aun mundo donde quepan muchos mundos. Donde la cultura vuelva a construirse entre todos y todas y no por unos pocos referentes del individualismo y la acumulación. No al Monocultivo y Monocultura- del interés Multinacional-Neoliberal.
“Tren para todos y todas, menos para la soja”
“DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA PARA TERMINAR CON EL HAMBRE y REFORMA AGRARIA INTEGRAL PARA COMBATIR LA POBREZA”
Ya es tiempo de SOBERANÍA ALIMENTARIA!!!
Fuente: http://www.salvalaselva.org