Lázaro Báez recibirá una millonaria compensación por una hidroeléctrica
Por Mariano Confalonieri
El empresario kirchnerista adquirió en los últimos dos años en la zona de El Calafate terrenos por 27,3 millones de dólares. Pero ahora los campos serán expropiados como consecuencia de la construcción de las represas hidroeléctricas Cóndor Cliff y La Barrancosa. Las obras, licitadas por Cristina, arrancarían a principios de 2009 y finalizarían en 2011.
LO INDEMNIZARAN POR EXPROPIARLE 182 MIL HECTAREAS
El empresario kirchnerista Lázaro Báez continúa sacando provecho de sus vínculos con el poder. Hace una década nadie lo conocía. Pasó de ser un empleado bancario a uno de los magnates de la obra pública y el petróleo. Pero su holding empresario crecerá, ahora, al calor del negocio hidroeléctrico: buena parte de las 182 mil hectáreas que posee a la vera del río Santa Cruz podrían ser expropiadas una vez que se construyan las represas Cóndor Cliff y La Barrancosa. A cambio, Báez recibiría más dinero del que invirtió en los últimos dos años –27,3 millones de dólares–. Aún cuando en lugar de la expropiación se pusiera en marcha un mecanismo de subsidios –como ocurre en otros países con este tipo de obras–, Lázaro saldría beneficiado, porque en ese caso se quedaría con las propiedades y con el dinero del Estado. “Las estancias de la zona tienen más de diez mil hectáreas cada una, por lo que se supone que la inundación afectará sólo a la parte que está a la vera del río. El resto de las tierras quedarán intactas”, explicó a PERFIL Mariana Zuvic, presidenta de la Coalición Cívica de Santa Cruz y autora de un informe especial sobre el grupo empresario de Báez.
Con llamativa coincidencia, el hombre de negocios oficialista empezó a comprar compulsivamente las tierras cuando en el sur recién se planeaba la puesta en marcha del proceso de licitación de la megaobra.
Aunque se trata de un proyecto ideado hace más de treinta años, el complejo hidroeléctrico tomó verdadero impulso cuando los Kirchner desembarcaron en la Casa Rosada hace casi seis años.
Luego de los estudios de impacto ambiental y de largos procesos burocráticos, en octubre de este año Cristina encabezó en Puerto Santa Cruz el acto de apertura de sobres de la oferta económica. Se estima que las obras empezarán a ejecutarse a principios de 2009 y que finalizarán en 2012. Las dos represas generarán el 16% de la oferta energética del país.
Báez compró en 27,3 millones de dólares las estancias “El campamento”, “La Porteña”, “Cruz Aike”, “Río Bote”, “Ana”, “La Entrerriana”, “Verdadera Argentina”, “Alquinta” y “El Rincón”. La ubicación de las tierras es estratégica para la construcción de las represas. La mayor parte de las hectáreas están sobre la margen derecha del río, muy cerca, y en algunos casos en el mismo lugar, de donde se va a levantar una de las dos hidroeléctricas, Cóndor Cliff, a 60 kilómetros del Lago Argentino. El desnivel entre la superficie y el río es mínimo, por lo que la zona es inundable aún sin la intervención de la mano del hombre. Una vez que se construyan los espejos de agua de las dos centrales, los campos sufrirán más que nunca el anegamiento.
El empresario kirchnerista adquirió en los últimos dos años en la zona de El Calafate terrenos por 27,3 millones de dólares. Pero ahora los campos serán expropiados como consecuencia de la construcción de las represas hidroeléctricas Cóndor Cliff y La Barrancosa. Las obras, licitadas por Cristina, arrancarían a principios de 2009 y finalizarían en 2011.
LO INDEMNIZARAN POR EXPROPIARLE 182 MIL HECTAREAS
El empresario kirchnerista Lázaro Báez continúa sacando provecho de sus vínculos con el poder. Hace una década nadie lo conocía. Pasó de ser un empleado bancario a uno de los magnates de la obra pública y el petróleo. Pero su holding empresario crecerá, ahora, al calor del negocio hidroeléctrico: buena parte de las 182 mil hectáreas que posee a la vera del río Santa Cruz podrían ser expropiadas una vez que se construyan las represas Cóndor Cliff y La Barrancosa. A cambio, Báez recibiría más dinero del que invirtió en los últimos dos años –27,3 millones de dólares–. Aún cuando en lugar de la expropiación se pusiera en marcha un mecanismo de subsidios –como ocurre en otros países con este tipo de obras–, Lázaro saldría beneficiado, porque en ese caso se quedaría con las propiedades y con el dinero del Estado. “Las estancias de la zona tienen más de diez mil hectáreas cada una, por lo que se supone que la inundación afectará sólo a la parte que está a la vera del río. El resto de las tierras quedarán intactas”, explicó a PERFIL Mariana Zuvic, presidenta de la Coalición Cívica de Santa Cruz y autora de un informe especial sobre el grupo empresario de Báez.
Con llamativa coincidencia, el hombre de negocios oficialista empezó a comprar compulsivamente las tierras cuando en el sur recién se planeaba la puesta en marcha del proceso de licitación de la megaobra.
Aunque se trata de un proyecto ideado hace más de treinta años, el complejo hidroeléctrico tomó verdadero impulso cuando los Kirchner desembarcaron en la Casa Rosada hace casi seis años.
Luego de los estudios de impacto ambiental y de largos procesos burocráticos, en octubre de este año Cristina encabezó en Puerto Santa Cruz el acto de apertura de sobres de la oferta económica. Se estima que las obras empezarán a ejecutarse a principios de 2009 y que finalizarán en 2012. Las dos represas generarán el 16% de la oferta energética del país.
Báez compró en 27,3 millones de dólares las estancias “El campamento”, “La Porteña”, “Cruz Aike”, “Río Bote”, “Ana”, “La Entrerriana”, “Verdadera Argentina”, “Alquinta” y “El Rincón”. La ubicación de las tierras es estratégica para la construcción de las represas. La mayor parte de las hectáreas están sobre la margen derecha del río, muy cerca, y en algunos casos en el mismo lugar, de donde se va a levantar una de las dos hidroeléctricas, Cóndor Cliff, a 60 kilómetros del Lago Argentino. El desnivel entre la superficie y el río es mínimo, por lo que la zona es inundable aún sin la intervención de la mano del hombre. Una vez que se construyan los espejos de agua de las dos centrales, los campos sufrirán más que nunca el anegamiento.