El Quinto Foro Mundial del Agua terminó en agasajos, comidas y mucha borrachera





El Quinto Foro Mundial del Agua celebrado en Estambul congregó a unas veinte mil personas, paralelamente con otro evento de las organizaciones sociales, académicas, y políticas llamado foro alternativo del agua, donde se han pedido, el reconocimiento del agua como un derecho humano.(Abel Cruz Gutiérrez Presidente del Movimiento Peruanos Sin Agua).
Entre otras acciones que se han solicitado en el Quinto Foro Mundial del Agua en Estambul se hizo presente además, la necesidad de que los foros mundiales sean convocadas por las organizaciones sociales, por los gobiernos y las naciones unidas y no por el concejo mundial del agua, demandas ampliamente repetidas por los movimientos sociales, mientras en el foro mundial, los representantes y expertos de más de un centenar de países que debatieron durante una semana diferentes aspectos de la crisis que plantea la falta de acceso de millones de personas en todo el mundo al líquido vital para la subsistencia.
Como suele ocurrir en estos grandes foros internacionales, terminó con un fabuloso dispendio en viajes, agasajos, comidas y difusión, y mucha juerga, pero con un magro resultado o casi nada, en lo que realmente importaba, que es avanzar en una solución justa, razonable y sostenible para los casi mil doscientos millones de personas que en distintas partes del planeta carecen o tienen enormes dificultades para conseguir un mínimo de soluciones plausibles, el futuro del agua era una posibilidad de comenzar a corregir ese rumbo de catástrofe que lleva la humanidad.
Estos asambleístas no han entendido, que Las enfermedades originadas por la escasez del agua son la segunda causa de mortandad infantil, claro que van a saber, porque ellos tienen el servicio de agua potable las 24 horas, ellos no saben que alrededor de unos cuatro mil 200 menores de cinco años fallecen cada día en todo el mundo debido a enfermedades provocadas por la falta de agua potable, lo que se ha convertido en la segunda causa de muerte, según datos difundidos por el UNICEF.
Con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebro el 22 de marzo, “el acceso al agua potable y el saneamiento es esencial para todos los aspectos de la vida de los niños, desde la salud y la supervivencia hasta el respeto de su dignidad”. Los casi mil doscientos millones de personas de todo el orbe no tienen acceso a ese servicio.
Además, dos mil 500 millones de personas no cuentan con servicios de saneamiento, “lo que constituye una amenaza a su salud y pone en peligro la calidad del agua que consumen”.
Según el Fondo de Población del organismo internacional, si no se toman medidas urgentes, dentro de 25 años, una de cada tres personas en la tierra tendrá poca agua o no conseguirá siquiera acceder al mínimo necesario para sobrevivir. Lo de siempre, en los debates, los técnicos y expertos de diferentes países discutieron sobre los derechos de acceso, control y racionalización del recurso agua y sobre la intervención de tecnología moderna, nada más que eso, todas las veces en estos foros discuten más de lo mismo.Todos ellos son conscientes de que el agua es un bien cada vez más escaso, y además requerido en forma creciente por industrias y por las poblaciones y estructuras de las grandes ciudades, hay pobladores que necesitan recorrer decenas de kilómetros para conseguir unos pocos litros de agua dulce, muchas veces sin los mínimos requisitos para ser considerada potable.
Esta terrible escasez es la que provoca desertificación y afecta la producción de alimentos. Incide directamente en la salud de los pobladores por el aumento de las enfermedades infecciosas, también contribuye a la progresiva destrucción de los ecosistemas con lo cual facilita la auto destrucción, y dejen una mayor secuela de víctimas y daños.
La declaración final del Foro celebrado en Estambul, para el movimiento peruanos sin agua es una falacia y un engaño más grande, donde solo van a hacer negocios turbios, bajo la mesa los asistentes, terminan en juergas, viajes y borracheras, hacen genéricas consideraciones, por quedar solamente en enunciados vacíos de compromisos reales.Estas reuniones son improductivas “Pedimos que la asignación de agua se decida en un foro abierto, transparente y democrático más que en una feria comercial para las mayores empresas del mundo”.
Primero reconocer el agua como “un derecho humano”, segundo que el Foro Mundial del Agua deje de ser organizado por una entidad para ser convocado y dirigido por la ONU. Este criterio fue también defendido por los representantes de unos 70 países que pidieron el fin del Foro tal como es organizado actualmente. Mientras esto sucedía en Estambul, en la llamada Cuenca del Plata se suscribía el Programa Marco, un proyecto que involucra a cinco países de la región: Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay.Con un crédito del Fondo Mundial para el Medio Ambiente, aspira a desarrollar estudios y acciones para proteger los recursos hídricos comunes, que constituyen el quinto sistema del mundo por su importancia. Se intentará también a través de un monitoreo conjunto, controlar el impacto de la desertificación, de los agroquímicos, la explotación de los acuíferos, sequías e inundaciones.
Claro está que sus resultados no dependerán únicamente del dinero o de la técnica. Será necesaria fundamentalmente la voluntad política de los gobiernos implicados en revisar y cambiar en profundidad criterios y normas que aseguren la posibilidad de alcanzar esos objetivos. Esa voluntad política - salvo puntuales excepciones - ha estado ausente en las últimas décadas. La degradación medio-ambiental y el descontrol han prevalecido favorecidos por la inacción oficial, como ha ocurrido en otras partes del continente.Será imprescindible que continúe su avance la organización social, los movimientos populares que hasta ahora han sido los más conscientes en defender esos derechos colectivos y rechazar la pretensión de explotaciones industriales amparadas por grandes inversiones económicas, pero con escaso respeto por el territorio y sus habitantes.
Un ejemplo de ello es la lucha constante de las poblaciones afectadas por los proyectos mineros en todo Latinoamérica, una amenaza gigantesca contra las reservas y utilización de las aguas de los glaciares.
Actualmente poblamos el planeta unos 6.500 millones de personas. Los expertos indican que sobrepasemos los 9.000 millones en el 2050. A ese ritmo, según estimaciones de las Naciones Unidas la demanda de agua aumentaría a 64.000 millones de metros cúbicos al año. Una vez más está en manos de los pueblos, de su organización y movilización, la garantía real de asegurar un futuro en paz y con la disponibilidad de los recursos básicos, entre ellos el agua, es decir, la vida.
Agencia OPI Santa Cruz
http://www.cnr.org.pe

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