Un iceberg del tamaño de Luxemburgo amenaza las corrientes océanicas




Un iceberg del tamaño de Luxemburgo se ha desprendido de un glaciar en la Antártida después de chocar contra otro iceberg gigante, lo que podría afectar los patrones de circulación oceánica. El iceberg tiene 2.500 kilómetros cuadrados de superficie y se desprendió a principios de este mes del glaciar Mertz.
Los científicos dicen que el gigantesco iceberg, que está flotando al sur de Australia, podría bloquear un área que produce un cuarto del agua marina densa y muy fría del mundo, conocida como agua de fondo. Este agua impulsa las corrientes oceánicas, así que los científicos dicen que los patrones meteorológicos podrían verse afectados en las próximas décadas.
Rob Massom, científico senior de la División Antártica Australiana y del Centro de Investigación Cooperativa sobre Clima y Ecosistemas Antárticos en Hobart, Tasmania, dice que la separación de este iceberg en sí no ha estado directamente relacionada con el cambio climático, sino con los procesos naturales que ocurren en las capas de hielo.
El iceberg del glaciar Mertz está entre los mayores registrados durante varios años. En 2002, un iceberg de unos 200 kilómetros de largo se desprendió de la plataforma de hielo Ross de la Antártida (en la foto). En 2007, un iceberg del tamaño de Singapur se separó del glaciar Pine Island, en la Antártida Occidental.
El enorme iceberg que se ha desprendido ahora también desprendió un bloque de hielo tan grande que podría reducir los niveles de oxígeno en los océanos del mundo.
Vía | www.reuters.com
Vía | www.bbc.co.uk
Fotografía | Landsat

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Yvo de Boer: improbable lograr acuerdo vinculante sobre reducción de emisiones este año

Yvo de Boer, secretario ejecutivo de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, expresó hoy sus dudas en Bali, Indonesia, acerca de la posibilidad de que los países industrializados y los países en vías de desarrollo lleguen a un acuerdo vinculante este año 2010 sobre la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Qué bien.
Recordemos que Yvo de Boer anunció hace una semana que renuncia a su cargo en Naciones Unidas. Haciendo honor a la frase “para lo que me queda en el convento, me cago dentro”, dijo que a su entender no hay tiempo suficiente para recuperarse del fiasco que supuso la cumbre de diciembre en Copenhague, de la que comentó lo siguiente: Creo que lo de Copenhague ha demostrado que a veces si intentas ir demasiado rápido, realmente consegues avanzar menos. (Traducción libre).
Más de 190 países se reunirán nuevamente en Cancún, México, a finales de este año para intentar, nuevamente, llegar a un acuerdo vinculante para que la temperatura promedio del planeta no suba más de 2 grados Celsius por encima de los niveles pre-industriales. Ése es el límite que los científicos marcan para que el cambio climático no empiece a engullir islas, extinguir especies y arrasar con la agricultura en muchos países, entre otras nefastas consecuencias.
Tan mojigato se mostró Yvo de Boer, que recomendó centrarse no ya en la cumbre de Cancún sino en la de Sudáfrica que tendrá lugar el año próximo. Que si hay que establecer un marco de medidas de mitigación, que si hace falta ayuda financiera, que si la fecha del fin de vigencia del Protocolo está muy cercana, que si hay que recuperar la confianza, que si hay que convencer a los países en vías de desarrollo… En fin, palabrería de líderes de pacotilla, nuevamente. De lo más desalentador.
Vía | www.huffingtonpost.com


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