En la biodiversidad está la solución al cambio climático



Por Desmond Brown

La extraordinaria biodiversidad de los países del Caribe, que ya sufre impactos humanos como la explotación de la tierra, la contaminación, las especies invasoras y el cultivo excesivo de especies de valor comercial, ahora padece la amenaza adicional del cambio climático.

En el marco de la 12 Conferencia de las Partes (COP 12) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), que se desarrolla desde el día 6 hasta el 17 de este mes en Pyeongchang, Corea del Sur, el Coordinador de Biodiversidad de Santa Lucía, Terrence Gilliard, dijo a IPS que el cambio climático tiene un impacto considerable en la isla caribeña.
“Hubo denuncias de decoloración de los corales ocasionada por la elevación de la temperatura marina, y se alargó la zafra productiva de algunos cultivos agrícolas”, explicó Gilliard, quien también se desempeña como funcionario de desarrollo sostenible y ambiental de su país.
“Fenómenos meteorológicos extremos, como el huracán Tomás” en 2010 y la tormenta de Nochebuena de 2013 “provocaron grandes deslizamientos de tierra en las zonas boscosas y… la pérdida de vida silvestre. Extensos períodos de sequía limitan las existencias de agua y afectan la producción agrícola”, añadió.
Aunque Santa Lucía tiene una superficie inferior a 616 kilómetros cuadrados, su fauna y flora es excepcionalmente rica, con más de 200 especies únicas, entre ellas siete por ciento de las aves residentes y un asombroso 53 por ciento de los reptiles del mundo.
La especie más conocida del país es la amazona de Santa Lucía o versicolor. Otras especies de interés son el cedro lápiz, el coral cuerno de ciervo y la culebra corredora de Santa Lucía. Esta última, confinada a la isla María Mayor, de 12 hectáreas, posiblemente sea la serpiente más amenazada del mundo.
La corredora de Antigua, una pequeña e inofensiva serpiente que se alimenta de lagartos en esa isla, sufrió la implacable depredación de mangostas y ratas y en 2013 solo quedaban unos 1.020 ejemplares.
Helena Brown, coordinadora de la División Ambiental del Ministerio de Salud y Medio Ambiente de Antigua, dijo que el país tiene dos programas de conservación dedicados a la corredora y otra especie en peligro de extinción, la tortuga carey.
“Se está trabajando mucho pero son solo dos especies entre muchas. La biodiversidad es importante para nuestra salud, nuestra posición, nuestro atractivo como país y es importante que la conservemos y utilicemos de una manera sostenible… para las generaciones venideras”, dijo Brown a IPS. La Agencia Ambiental y de Planificación de Jamaica señala que los ecosistemas de esa isla más vulnerables a las consecuencias del cambio climático son los arrecifes de coral, los bosques de las tierras altas y los humedales costeros o manglares.
Jamaica tiene más de 8.000 especies registradas y ocupa el quinto lugar mundial en especies endémicas. La isla caribeña tiene 98,2 por ciento de las 514 especies autóctonas de caracoles de tierra y 100 por ciento de las 22 especies autóctonas de anfibios.
Su rica diversidad de especies marinas incluye especies de peces, anémonas, corales negros, moluscos, tortugas, ballenas, delfines y manatíes. Los bosques cubren casi 30,1 por ciento del país y hay 10 cuencas hidrológicas con más de 100 ríos y arroyos, además de cursos de agua subterráneos, lagunas y manantiales.
En San Cristóbal y Nieves los efectos del cambio climático todavía no son muy visibles.
“Se necesitará más tiempo para confirmar algunos de los cambios sutiles que se observan. Por ejemplo, en algunos casos parece haber períodos más largos de sequía que afectan los ciclos naturales de algunas plantas y también de los cultivos agrícolas”, indicó el director de Ordenación Territorial y Ambiental del Ministerio de Desarrollo Sostenible, Randolph Edmead. “La temporada de lluvias parece más corta y cuando llueve, los episodios son más intensos, con inundaciones repentinas”, añadió.
Muchas de las actividades y lugares relacionados con el turismo en San Cristóbal y Nieves se basan en la biodiversidad, como los arrecifes de coral.
Edmead dijo que los arrecifes de coral también nutren la pesca, que es una importante fuente de alimentos. Director ejecutivo de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CDB), Braulio Ferreira de Souza Dias. Crédito: Desmond Brown/IPS
“Los ingresos generados con estas actividades no solo fomentan el desarrollo, sino que también son importantes para los medios de vida” de la población, destacó.
Asimismo, la biodiversidad de los bosques es una parte importante del producto turístico del país.
“La biodiversidad también ayuda a proteger la erosión de los suelos, que no solo es importante para la agricultura, sino también para la protección de infraestructuras vitales”, subrayó.
El director ejecutivo de la CDB, el brasileño Braulio Ferreira de Souza Dias, dijo a IPS que el cambio climático es una amenaza importante para la biodiversidad e instó a avanzar en la COP20 de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebrará en diciembre en Lima.
“Las amenazas a la biodiversidad continúan. ¿Pero de dónde surgen estas amenazas?… de las políticas públicas, las políticas empresariales y otros factores que surgen del sector socioeconómico. Son el crecimiento demográfico, el aumento del consumo, más contaminación, el cambio climático. Son algunos de los grandes impulsores de la pérdida de la biodiversidad”, afirmó Souza Dias.
“Salvo que veamos avances en las negociaciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la pérdida de biodiversidad probablemente continuará”, advirtió.
Pero Souza Dias también presenta a la biodiversidad como parte de la solución al problema del cambio climático. Una mejor gestión de los bosques, los humedales, los manglares y otros sistemas puede ayudar a reducir los gases de efecto invernadero, sugirió.
“También podemos mejorar la adaptación porque esta no tiene que ver solo con la construcción de muros para evitar la suba del nivel del mar en las zonas costeras. Se trata de tener ecosistemas más resistentes… a los diferentes escenarios de cambio climático”, dijo a IPS.
“Necesitamos conservar mejor los ecosistemas de nuestro paisaje… tener un paisaje más diverso con algo de bosque, humedales, zonas de captación protegidas. En la actualidad vamos hacia los paisajes más simplificados, solo las grandes extensiones de monocultivos, las grandes ciudades, así que vamos en la dirección equivocada”, sostuvo.
Inter Press Service - IPS Venezuela
Editado por Kitty Stapp / Traducido por Álvaro Queiruga

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