Mar Patagónico un poco más preservado




Por Marcela Valente




BUENOS AIRES, nov (IPS/IFEJ) - El derrame de crudo de British Petroleum (BP) en el Golfo de México parece haber operado de escarmiento para Argentina, que decidió duplicar la extensión de áreas preservadas en el mar Patagónico, rico en petróleo y en biodiversidad.
"Lo que nos mostró el derrame en el Golfo de México (ocurrido en abril) es que aún las empresas más modernas pueden tardar meses en sellar la pérdida, y eso para nosotros sería fatal", dijo para este artículo el biólogo Santiago Krapovickas, coordinador del Foro para la Conservación del Mar Patagónico y Áreas de Influencia. 
El ecosistema marino patagónico, en el extremo sudoeste del océano Atlántico, alberga una gran variedad de especies de mamíferos y de aves, así como de moluscos y peces de importancia comercial. 
Son más de tres millones de kilómetros cuadrados, y apenas 0,5 por ciento del mar estaba protegido, sin recursos reales y con un manejo poco efectivo, según la "Síntesis del estado de conservación del Mar Patagónico y áreas de influencia", publicada en 2008 por el Foro, que reúne a 10 organizaciones nacionales e internacionales. 
Hasta ahora, solo existía un parque nacional marino costero, el de Monte León, en la austral provincia de Santa Cruz. Pero el 27 de octubre, en la cumbre de la biodiversidad celebrada en Japón, la Administración de Parques Nacionales (APN) anunció cuatro nuevas áreas marinas protegidas. 
Se trata del Parque Marino Costero Patagonia Austral, en la provincia de Chubut y ya en fase de implementación, de los parques Isla Pingüino y Makenke, en Santa Cruz, y de uno oceánico, el Parque Nacional Marino Banco Burdwood, situado al sur de las islas Malvinas. 

La aplicación y puesta en marcha de las nuevas áreas insumirá entre dos y cinco años. 

Las nuevas áreas llevarán a 1.360.800 hectáreas las aguas marinas argentinas bajo protección, pero aún se está lejos de cubrir el 10 por ciento, meta fijada para 2020 por el Convenio sobre la Diversidad Biológica al que el país se adhirió en 1994. 
"Estamos bastante rezagados", dijo a esta periodista Flavia Broffoni, de la Fundación Vida Silvestre Argentina. "Con estos parques cubriremos 1,5 por ciento, que es el doble de lo que teníamos protegido", apuntó. 
No se trata de limitar o restringir el uso de esas zonas, explicó, sino de dotarlas de herramientas para un manejo que permita conservar su diversidad biológica a largo plazo. 
Para Krapovickas es vital evitar la contaminación con hidrocarburos, la pesca excesiva y la captura incidental de ejemplares pequeños o de especies que son recogidas por artes de arrastre. 
"El mar tiene mucho volumen y, a diferencia de lo que ocurre con las áreas terrestres, las hectáreas de un área protegida en el mar son apenas un detalle", dijo. 
Hay millones de metros cúbicos con mucha vida, desde plantas microscópicas hasta grandes mamíferos, incluyendo especies de interés pesquero como centollas, calamares, langostinos, cangrejos, vieiras y mejillones, mencionó. 
Es "sumamente importante" preservar áreas donde las poblaciones de valor económico se recuperen, siguiendo ejemplos exitosos como la reserva marina De Hoop, en Sudáfrica, y la chilena reserva Punta del Lacho, en el Pacífico. 

El parque Patagonia Austral es una de las zonas de mayor biodiversidad del mar Argentino. "Es área de cría de langostinos, de merluza común y, entre la fauna más espectacular, tiene a los pingüinos de Magallanes (Spheniscus magellanicus)", describió Krapovickas. 
En la extensión a conservar, de 132.000 hectáreas y que incluye 140 islotes, hay delfines y colonias de cormorán imperial (Phalacrocorax atriceps), cormorán de cuello negro (P. magellanicus), gaviotín real (Sterna maxima) y de pico amarillo (S. eurygnatha) y petrel gigante del sur (Macronectes giganteus). 
El turismo "está muy poco explotado, pero tiene un enorme potencial" por su paisaje de costa rocosa, mar intensamente azul e islas de fauna sorprendente, dijo. 
En la Isla Pingüino, de 170.000 hectáreas de mar e islas, habita el pingüino de penacho amarillo (Eudyptes chrysocome), lobos marinos, distintas especies de delfines y toninas overas (Cephalorhynchus commersonii). Es además una zona clave para la preservación de especies comerciales. "Allí el mar es tormentoso y muy frío, pero altamente productivo", aseguró Krapovickas. 
Además del Parque Makenke, de 90.000 hectáreas y con numerosas especies de pingüinos y otras aves marinas, el Banco Burdwood es un área casi desconocida, hasta ahora parcialmente preservada por precaución. 
"Está al este de la Isla de los Estados, al sur del archipiélago de Malvinas, y se estima que alberga una enorme variedad de invertebrados, esponjas, corales de aguas frías, moluscos únicos y especies nuevas", describió Krapovickas. 
Sin embargo, "no tenemos experiencia en ese tipo de control tan alejado de la costa, será un verdadero desafío", agregó. 
En esa zona de cuencas gasíferas y petroleras, parte de las aguas del Banco están en disputa entre Argentina y Gran Bretaña, en el marco del conflicto por la soberanía de las Malvinas. 
"Si una empresa como BP tardó meses en controlar el derrame en el Golfo de México, si eso ocurriera en nuestro mar, no nos quedaría más alternativa que resignarnos a perder irreversiblemente áreas sensibles para la biodiversidad", concluyó el biólogo. 

* Este artículo es parte de una serie de reportajes sobre biodiversidad producida por IPS, CGIAR/Bioversity International, IFEJ y PNUMA/CDB, miembros de la Alianza de Comunicadores para el Desarrollo Sostenible (http://www.complusalliance.org). Publicado originalmente el 6 de noviembre por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.

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Derrame en Caleta Córdova: “Impunidad ambiental, ausencia del estado y amenazas a vecinos”


Por Proyecto Sur Comodoro Rivadavia

El derrame de Caleta Córdova (Chubut) sigue desnudando la ausencia del estado municipal y provincial y de la propia justicia federal en delitos que atentan contra el medio ambiente y las personas en ese sector de la ciudad.

El lunes, según las autoridades municipales y de Termap, informaron a partir de la preocupación y desesperación de los vecinos de Caleta Cordova, que un "pequeño" derrame superó las medidas de control y seguridad de la planta de TERMAP, llegando el hidrocarburo a 150 metros de la playa y del barrio (escuela incluida). Si esto sucedió, ¿se trató de un derrame "pequeño", como dijeron las autoridades? ¿O es que la empresa no cuenta con las medidas de seguridad mínimas para controlar una contingencia de este tipo?
¿Cuáles son las medidas de seguridad que se tomaron? Con mucha celeridad, y la ayuda de empresas privadas (Dallas Oil S.A.), que incluso llegaron antes que las fuerzas de seguridad del estado y Defensa Civil, se intentó "tapar" la enorme mancha de petróleo con tierra, como diciendo "acá no pasó nada". Pero otra vez pasó. Y no fue peor porque la tormenta de agua finalizó el día anterior, porque de lo contrario otra vez el mar hubiera aparecido pintado de negro muerte.
Y a todo esto se suma un hecho más grave y preocupante: NO SE LE AVISÓ NADA A LA POBLACIÓN del barrio Caleta Córdova, con los serios riesgos que un derrame de hidrocarburos conlleva, para la salud y la seguridad.
Los mismos vecinos del barrio fueron quienes se movilizaron y alertaron a los demás pobladores, a la comunidad en general y a los medios de comunicación, ante las AMENAZAS del personal de la empresa hacia las primeras personas que se acercaron al lugar a informarse y solicitar respuestas.
Esta recurrente situación en Caleta Córdova de la que se pretende entre otros destinos que se convierta en una zona turística conlleva a una responsabilidad en sus funciones publicas del propio municipio y de la provincia a través de sus autoridades ambientales, Oscar Ruiz y Ariel Gamboa que en su desconocimiento funcional no solo posibilitan que las empresas se manejen con un dispositivo de seguridad ambiental que pone en peligro el ecosistema del propio lugar, la salud y la seguridad publica de los propios vecinos de Caleta Córdova que se encuentran indefensos ante la ausencia y la pasividad cómplice del propio estado en sus obligaciones esenciales y de la justicia.
También la Justicia Federal es corresponsable de esta situación que constantemente se registra en Caleta Córdova a través de la propia jueza federal, Eva Parcio, que con su inacción despierta serias sospechas de su actuación frente a la impune conducta de empresas que contaminan y afectan a la zona sin que peligrosamente nunca se encuentre a un responsable que responda por los daños que se ocasiona gravemente al medio ambiente y a las personas.
Frente a esta sospechosa trama que involucra a funcionarios en las áreas de Medio Ambiente y autoridades judiciales federales que garantizan impunidad ambiental con su inacción y ausencia poniendo en riesgo inclusive a la salud de las personas, merece nuestro más enérgico reclamo de información publica sobre la actuación que han tenido sobre este y otros hechos ocurridos anteriormente en Caleta Cordova y además repudiamos y exigimos que garanticen la seguridad publica a vecinos que han denunciado públicamente los derrames y como consecuencia han sufrido amenazas directas a familiares por personal de seguridad de la propia planta de Termap.
Registro Documental del Derrame realizado por los Vecinos de Caleta Córdova antes de haber procedido a su ocultamiento. También el registro de las amenazas realizadas por personal de seguridad de Termap.

Publicado por Puerta E

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