Los herbicidas nos enferman







“Más vago que la chaqueta de un caminero”, decía el refrán. A los antiguos encargados del mantenimiento de los caminos ese duro trabajo les hacía sudar de lo lindo cuando trataban de eliminar la maleza de las cunetas. Con tanto esfuerzo, desde primera hora de la mañana sus chaquetas iban al suelo y ahí se pasaban las prendas todo el día, viendo currar a sus propietarios.
Pero eso era antes. Ahora tenemos el glifosato. Un potente herbicida capaz de acabar en esta resplandeciente primavera con árboles y arbustos a golpe de pulverizador, sin necesidad de contratar abultadas cuadrillas. La bicoca del gestor. Terriblemente eficaz, se ha convertido en el plaguicida más usado del mundo. Su empleo junto a transgénicos promete cultivos a la carta, pues los fabricantes lo presentan como eficaz, barato, biodegradable e inocuo. ¿Inocuo?
Cada vez más estudios demuestran los peligros para la salud de este popular ‘matatodo’. Su uso indiscriminado y abusivo está provocando preocupantes contaminaciones en cultivos, suelos y ríos. Como resultado ocasiona una lenta pérdida de la biodiversidad, haciendo más vulnerables a los sistemas naturales y alterando el medio ambiente. Peces e insectos, especialmente las abejas, sufren todo tipo de alteraciones metabólicas. También hay sospechas fundadas de afecciones directas a la salud de los humanos. Pero lo seguimos utilizando con alegría, igual en carreteras que atraviesan espacios protegidos que en espacios públicos como los jardines de colegios y hospitales.
Si hay que eliminar malas hierbas, hagámoslo como siempre se hizo, sin venenos y sólo donde sea estrictamente necesario. Mejor será pagar jornales a camineros que arrepentirnos después de la utilización masiva de estas duchas tóxicas que nos enferman a nosotros y a nuestro entorno.


Canarias ha sido la primera comunidad autónoma de España movilizada contra el uso indiscriminado del glifosato. Entre sus acciones incluyen una interesante ciberacción que trata de convencer a las autoridades locales, insulares y regionales para que rechacen su uso. Toda la información la tienes en su página No más venenos en Canarias.
La fotografía de arriba pertenece a la página No Incineración de Tenerife.

Fuente: blogverde.20minutos.es

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