Nuevo sujeto colectivo: ¿Por qué ha sucedido con HidroAysén, y por qué ahora?




Paul Walder
OMAL


Observadores de la revolución árabe han conjeturado sobre el detonante y la rápida extensión de las movilizaciones, que tienen, tras varios meses de ebullición, a la institucionalidad política del Medio Oriente pendiendo de un hilo. La gran explicación para la explosión de multitudes apuntaba a las nuevas tecnologías, que han permitido la generación de redes de comunicación masivas e instantáneas, aun cuando otros observadores han destacado el trabajo interpretativo de las cadenas de televisión árabes. Es posible que ambas argumentaciones tengan una buena base, pero hay que considerar también otra, de mayor peso: sistemas políticos autoritarios, monárquicos en no pocos casos, y restricción a los derechos humanos.
Una explicación para el mundo árabe que no encajaría con la indignada ciudadanía que se ha parapetado en la madrileña Puerta del Sol. Aun cuando podemos creer que en España existen libertad y democracia, no son condiciones que disfruten los ciudadanos. El desempleo, los bajos salarios, el endeudamiento, el oscuro futuro para millones de jóvenes y, en especial, una clase política que no les representa, han sido variables suficientes para que el 15 de mayo la ciudadanía saliera a tomarse las calles.
Cuando el lunes 9 de mayo la Comisión de Evaluación Ambiental en Coyhaique aprobó el proyecto HidroAysén, miles de personas salieron a protestar en todo Chile, fenómeno que se ha mantenido hasta estos días. Un proyecto del sector privado en la Patagonia ha sido el elemento catalizador de un nuevo clima social en un país que por décadas se había caracterizado por la falta de una organización y expresión social masiva. De actos y concentraciones de unos cuantos cientos o escasos miles de personas, se ha pasado, de la noche a la mañana, a manifestaciones de varias decenas de miles en las calles.
Todo sucede en un país que carece de orgánica social. Sin estructuras formales claras, el salto a las calles ha sido una acción espontánea de grupos y colectivos cuya génesis más inmediata es la cohesión y organización a través de las redes sociales, el correo electrónico, webs , blogs y celulares. La información corre aquí a la velocidad de la luz y, lo que ha sido sorprendente, mueve a multitudes.
Son muchas las preguntas que podemos hacernos para explicar el motivo de estas movilizaciones. ¿Por qué ha sucedido con HidroAysén, y por qué ahora? No ocurrió lo mismo con el proyecto Pascua Lama, o con las centrales en el Alto Bío Bío que desplazaron a varias comunidades pehuenches de sus territorios ancestrales. Y tampoco, hace unos pocos meses, con la aprobación de la central termoeléctrica Castilla, en Atacama, o con la expansión urbana de Santiago.
Podemos decir que en la ciudadanía ha habido malestar acumulado respecto a decisiones arbitrarias y abusivas, tanto de los gobiernos como de un sector privado amparado por normativas legisladas por la clase política binominal que, simplemente, estalló tras la suma de eventos críticos. Pero lo que lleva a un mayor análisis es sondear en las fuentes de información de esa ciudadanía que sale a la calle, en lo que le ha permitido moldear progresivamente un discurso que se enfrenta al divulgado por años y décadas por el establishment . Porque pese a los miles de millones invertidos por HidroAysén en lobbying , en la campaña del terror energético, en la compra de medios, periodistas y conciencias, los efectos en la ciudadanía han sido nulos: casi un 80 por ciento rechaza la construcción de las hidroeléctricas. El discurso de los márgenes ha penetrado en el seno de la sociedad civil.
Las fuentes de información del activismo y sus seguidores no están en la televisión ni en los grandes medios corporativos. La gran corriente de información es hoy selectiva y apunta, sin pudores ni máscaras, a la interpretación. En numerosos blogs , en la web y en medios independientes, la información está allí para la reflexión, el debate pero, principalmente, para empujar una causa. Hay líderes de opinión individuales, pero principalmente se trata de sujetos colectivos. Por aquí se encauza una información útil para la expresión del malestar social. Este es el insumo para una acción política que se crea sobre la comunicación de aquella información, la que es propia, flexible y activa. Porque cada participante es también un protagonista de aquella información. Los manifestantes cohesionados y comunicados, son los creadores de la acción política y también de la comunicación.
Tal vez este fenómeno es el que les lleva a sospechar de todo lo externo, en especial de la institucionalidad, desde los partidos, los medios de comunicación, los gobiernos, al Estado. Un fenómeno que tiene que ver con la apropiación, inédita en la historia, de las redes de comunicación a la manera soñada por Bertolt Brecht, pero también con una apropiación y reinvención de la acción política, la que vuelve a los sujetos colectivos.

Fuente: http://www.omal.info/www/article.php3?id_article=4000



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Nuestros Ríos,       Nuestras Vidas

Por Leonardo Valenzuela

Es muy preocupante el rol que las corporaciones alcanzan en la definición de los asuntos públicos en Chile, desde la participación de sus representantes en el Estado, el lobby directo en el Congreso, el financiamiento de los medios de comunicación, el financiamiento de centros de investigación universitarios hasta la compra de bienes a las comunidades afectadas por sus acciones (todas estas opciones ya empleadas en el caso de ENDESA y COLBÚN, en su proyecto HidroAysén)
Estas corporaciones han avanzado en las últimas décadas hasta alcanzar tal magnitud, que han logrado una privatización de gran parte de lo que el proyecto democrático cubría como materia de la República
HidroAysén es en esa línea una amenaza a nuestra frágil democracia, puesto que el avance de un proyecto de tal envergadura, más allá de sus gravísimas consecuencias ambientales, afecta también de manera profunda la distribución del poder y las oportunidades de construir un Chile entre todos
En Chile una de las herencias más significativas de la dictadura es la desconfianza en la democracia y la política
La fascinación con el discurso autoritario que hablaba de los políticos politiqueros y demagogos, y de un gobierno donde la técnica se basta frente a la política, ha tenido consecuencias dramáticas en términos de lo que hemos estado dispuestos a aceptar como nación
Por décadas hemos asistido a un desvergonzado desmantelamiento de los bienes y capacidades del Estado, movimientos que siempre se han visto respaldados por prolijos expertos provenientes de centros financiados por los mismos interesados en desvalijar todo lo que sea público (léase Libertad y Desarrollo [LyD] y Centro de Estudios Públicos [CEP])
HidroAysén como proyecto fue un regalo que los privatizadores de ENDESA se llevaron debajo del brazo, junto a prácticamente todas las acciones de agua de los ríos Baker y Pascua
ENDESA era una de las más exitosas empresas del sistema CORFO, pero los expertos de Pinochet dirían otra cosa, rematando a valores indecentes1 un esfuerzo realizado por décadas por los contribuyentes del Estado de Chile
Increíblemente, en esa transacción privatizadora las acciones de agua se fueron como “yapa” en las privatizaciones (no se pagó por ellas), donde quienes guiaron a ENDESA hacia la privatización (con José Yuraszeck a la cabeza) fueron los mismos que posteriormente la compraron
El argumento de la dictadura para arrancar a las empresas del control del Estado se basó en la hipótesis de que la administración con criterios políticos llevaría a las empresas a la quiebra, por lo que era mejor que el Estado no hiciera lo que no sabía hacer2, a pesar de la evidencias como el del caso de ENDESA que en sus más de cuatro décadas de existencia se había consolidado con bastante éxito
Bajo esa débil justificación, el control de la política del país fue entregado a los privados bajo el axioma de que serían ellos, a través de los juegos del mercado, quienes darían las mejores soluciones a los problemas públicos del país
De ese modo, la política del Estado en áreas tan relevantes como la energía se convirtió de facto en despejar el camino de los privados, facilitarles las materias primas y controlar los conflictos con otros actores
La misión del Estado se convirtió en asegurar energía para el país, pero esa energía la debía obtener de actores privados, quienes fueron capacitados para ejercer toda clase de chantajes, en atención a su posición privilegiada, en una verdadera “Teletón” de los megawatts
Al retirar las decisiones sobre energía del ámbito público, sería el mundo privado de las corporaciones el que usaría la posición de privilegio entregada por el Estado para hostigarlo
HidroAysén se mueve de ese modo, una compañía en la que chilenas y chilenos no tienen pito que tocar, que se autoconvoca como heroína de una gesta nacional y presiona a parlamentarios y municipalidades con la misma impunidad con la que instala a sus funcionarios en altísimos cargos de la administración pública
En los medios se vuelca a mostrarnos cuán lindo e inocente es su proyecto, mientras que tras bambalinas muñequea todo lo que puede incidiendo en los nombramientos de quienes posteriormente deberán decidir sobre lo adecuado de sus propuestas
Si cedemos ante HidroAysén estaremos cediendo ante una de las piezas más crueles de un modelo que por décadas ha restringido la influencia de los ciudadanos sobre aspectos tan públicos como el modo en que disponemos de nuestro territorio y producimos energía
Frenar HidroAysén es apenas un primer escollo de un desafío de más largo aliento que nos compromete como ciudadanía, puesto que debemos ser capaces en el mediano plazo de revertir los enclaves de autoritarismo que siguen limitando el avance de la democracia
Una democracia que arranque el monopolio de la vida pública a los gobiernos oligárquicos como el nuestro y al mismo tiempo nos permita recuperar de las manos de las corporaciones el control de nuestras vidas
“Patagonia sin Represas!” es el clamor profundo de quienes quieren respeto por sus vidas y sus voluntades soberanas, de quienes quieren vivir en una democracia que no los aplaste, que deje a los ríos correr libres hacia el mar

Magíster en Asentamientos Humanos y Medio Ambiente
leonardo@verdeseo.cl


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Chile: Destacan la decisión judicial que paraliza al proyecto Hidroaysén


El presidente del Senado, Guido Girardi destacó la decisión de la Corte de Apelaciones de Puerto Montt que acogió a trámite la solicitud de parlamentarios y ecologistas para que se detenga el megaproyecto de Hidroaysén. "Con esta decisión ha ganado la ciudadanía; éste es un gran triunfo para el país; este proyecto fue aprobado entre gallos y medianoche, y sólo va a generar aumento de utilidades de las empresas y un daño irreversible al medio ambiente", enfatizó. El tribunal acogió "una orden de no innovar" en contra de la Comisión de Evaluación Ambiental de Aysén que el pasado 9 de mayo aprobó ese proyecto, que consiste en construir cinco hidroeléctricas en la Patogonia chilena, a un costo de 3.200 millones de dólares. Desde entonces se han sucedido masivas protestas ciudadanas en las principales ciudades chilenas en reclamo de que se suspenda HidroAysén, porque causaría daños irreparables a la naturaleza de esa región del sur de Chile. El reclamo legal en contra de las represas fue presentado por senadores Antonio Horvath y los diputados Patricio Vallespin y Enrique Accorsi, así como por Patagonia Sin Represas y otras organizaciones ambientalistas. Frente a esta resolución judicial, la iniciativa energética quedará paralizada hasta que se resuelvan los recursos presentados, lo que podría tardar unos tres meses. Girardi sostuvo que la tramitación de este proyecto "no ha respetado la Ley, evidentemente el 80 por ciento de los chilenos no son tontos, y el lobby, la publicidad y las presiones no lograrán cambiar la convicción del país. Lo que necesitamos son opciones de futuro, no energía del pasado". Sobre "la orden de no innovar" precisó que dicha resolución "está protegiendo el derecho de todos los chilenos poniendo el bien común por delante como prioridad y no los intereses de las empresas, como se había estado haciendo hasta el momento". El gobierno del presidente Sebastián Piñera había dado luz verde al proyecto, argumentando la necesidad de ampliar la matriz energética del país, el cual debe importar más del 90 por ciento de los hidrocarburos que consume. Además, ha señalado que es indispensable generar un alto porcentaje de electricidad para lograr la meta de convertir a Chile en un país desarrollado en esta década.

http://elcorreodiario.wordpress.com/tag/hidroaysen/

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