La contaminación amenaza a las tortugas más que el calentamiento global

 La degradación del hábitat representa un riesgo mayor para la supervivencia de las tortugas que el aumento de la temperatura global. Es la conclusión de una nueva investigación realizada por la Universidad de Bristol, el Museo de Historia Natural de Londres, ambas instituciones de Reino Unido, y la Universidad de California, en Estados Unidos.

EUROPA PRESS

Más del 60 por ciento de los miembros de este grupo de animales son clasificados por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como vulnerables, en peligro o en peligro crítico, porque están siendo comercializadas y capturadas para la alimentación y la medicina y sus hábitats se están degradando. 
Entender el impacto adicional del calentamiento global y los cambios en los patrones de lluvia en su diversidad y distribución es de suma importancia para su conservación. El equipo de investigadores se propuso comprobar si el cambio climático a largo plazo representa una amenaza o una oportunidad para las tortugas y cómo podrían responder a un incremento de la temperatura global.
 
Dado que las tortugas viven vidas tan largas, es imposible llevar a cabo experimentos para probar el impacto del calentamiento durante varias generaciones. El equipo utilizó una combinación de modelos climáticos de última generación y el registro fósil de las tortugas durante las épocas más cálidas.
El registro fósil del Cretácico superior (hace entre 66 y 72 millones de años), que data del tiempo justo antes de la desaparición de los dinosaurios, se investigó como un experimento natural para cuantificar las diferencias entre la ecología de las tortugas y los galápagos vivos y los que vivieron en un mundo anterior más cálido de efecto invernadero.
El agua, clave para su supervivencia
Los resultados de este estudio, financiado por el 'Natural Environment Research Counci'l (NERC) con el apoyo de la 'Royal Society', de Reino Unido, muestran que durante los periodos con climas mucho más cálidos, las tortugas fueron capaces de soportar el calor en las zonas tropicales cálidas, siempre que hubiera suficiente agua para apoyar a aquellas especies que vivían en los ríos y lagos.
La autora principal de la investigación, Amy Waterson, estudiante de doctorado y de la Universidad de Bristol, explica: "Algunos grupos de tortugas han mantenido nichos similares durante millones de años. Han resistido climas más cálidos en el pasado y su capacidad para adaptarse a la velocidad del cambio del medio ambiente que está sucediendo hoy será un factor importante en su capacidad de adaptación al cambio climático futuro".
Las tortugas son muy sensibles a los cambios de temperatura y precipitaciones, por lo tanto, preocupa el impacto del cambio climático en su distribución. Junto a la sobreexplotación y la pérdida de hábitat, el cambio climático es una amenaza importante para su estado de conservación con el crecimiento, la abundancia y la distribución geográfica que se prevé que disminuyan en virtud de las proyecciones futuras del cambio climático.
En muchas especies, la temperatura determina si el huevo se convertirá en un macho o una hembra, lo que muestra un impacto directo del calentamiento. Como estos animales viven en estanques, ríos, la tierra y el mar, el cambio climático puede afectarles a través de cambios en la temperatura, las precipitaciones y las principales corrientes oceánicas.
Sin embargo, la profesora Daniela Schmidt, experta en Paleobiología de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Bristol, señala que la pregunta más importante para la conservación del grupo no es lo caliente que será la temperatura en un futuro próximo, sino cómo de tan rápido será el calentamiento: "La mayor diferencia entre el calentamiento del Cretácico y la actualidad es que antes sucedió la o largo de decenas de miles de años, dando a estos animales la oportunidad de adaptarse a estas condiciones, no en un siglo".
El profesor Paul Barrett, del Museo de Historia Natural de Londres, añade: "Otras amenazas para la conservación, tales la degradación del hábitat por el hombre y las barreras a la circulación, puede ser igual de importantes a la hora de determinar el destino de las tortugas en un mundo en calentamiento como el actual".
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Animales marinos más grandes enfrentan mayor peligro de extinción
 Un nuevo estudio mostró que la era moderna es única por el grado en el que los animales marinos con los cuerpos más grandes son los que están en mayor peligro de extinción.
 
Dirigido por la Universidad de Stanford, norte de California, el estudio se publicará el 16 de septiembre en la revista Science e indica que el patrón sin precedentes de la extinción en los océanos se debe a la pesca humana.
"Hemos encontrado que la amenaza de extinción en los océanos modernos está fuertemente asociada con un cuerpo más grande", dijo Jonathan Payne, un paleobiólogo de la Escuela de Ciencias Ambientales, Energéticas y de la Tierra de Stanford. "Esto es muy probable que se deba a que las personas prefieren comerse primero a las especies más grandes".
Los investigadores examinaron el vínculo entre el nivel de amenaza de extinción y los rasgos ecológicos como el tamaño del cuerpo para dos grandes grupos de animales marinos, moluscos y vertebrados, de los últimos 500 años y los compararon con el antiguo pasado, desde hace 445 millones de años de antigüedad, con particular énfasis en los 66 millones de años más recientes.
"Utilizamos el registro de fósiles para mostrar de forma concreta y convincente que lo que está ocurriendo en los océanos modernos es realmente diferente de lo que antes ocurría", dijo uno de los autores del estudio Noel Heim, investigador posdoctoral del laboratorio de Payne.
Los investigadores no examinaron directamente la razón por la que los grandes animales marinos modernos están en mayor riesgo de extinción, pero sus hallazgos son constantes con los resultados de las investigaciones anteriores que apuntan a los humanos como principales culpables.
"Esto es consistente con la tendencia de las pesquerías de explotar primero las especies más grandes y luego avanzar hacia abajo en la cadena alimentaria y cazar especies más pequeñas", dijo otro autor del estudio Matthew Knope, un ex estudiantes de posdoctorado en el laboratorio de Payne que ahora es profesor asistente de Biología en la Universidad de Hawai en Hilo.
Por ejemplo, existe evidencia de que en la superficie terrestre, los antiguos humanos fueron responsables de la masacre de mamuts y otra megafauna en todo el planeta.
"Volvemos a ver esto", dijo Heim. "Cuando los humanos entran a un nuevo ecosistema, los animales más grandes son los primeros en morir. Los sistemas marinos se han recuperado hasta hoy porque, hasta hace apenas poco, los humanos se restringían a las zonas costeras y no tenían la tecnología para pescar en océanos profundos a una escala industrial".
"No podemos hacer mucho para revertir rápidamente las tendencias del calentamiento del océano o la acidificación del océano, las cuales son verdaderas amenazas que debemos abordar, pero debemos modificar los tratados relacionados con la forma en la que cazamos o pescamos", dijo Payne.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2016-09/15/c_135688544.htm - Imagen: ‪elmundo.sv‬

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