Cambio climático: campo fértil para la biopiratería



Autor: Ranjit Devraj (IPS)

Compañías biotecnológicas suelen patentar cultivos genéticamente modificados para soportar la presión del cambio climático, sin importarles que perjudican a los agricultores tradicionales que, en muchas ocasiones, habían desarrollado antes tales innovaciones. "Las características resistentes al clima que los gigantes de la biotecnología vienen patentando han evolucionado a través de siglos" de la mano de varias generaciones de agricultores, dijo a IPS la ambientalista Vandana Shiva, radicada en Nueva Delhi.

Al percibir una mera oportunidad de negocios en el cambio climático, las compañías que desarrollan transgénicos han acumulado "un desastre tras otro", sostuvo Shiva. 

"Con esta nueva forma de biopiratería, la industria biotecnológica se muestra como la salvadora, y lleva a los gobiernos y el público a creer que, de no ser por ellas, no habrá semillas resistentes" al cambio climático, dijo. 

Al reivindicar como propios "todos los cultivos y todas las características" resistentes al cambio climático con sus patentes, "la industria cierra otras opciones futuras de adaptación" al recalentamiento del planeta, agregó. 

Shiva nombró a cuatro empresas --la alemana BASF Bayer, la suiza Syngenta y las estadounidenses Monsanto y DuPont-- como líderes en el juego de monopolizar los genes que permiten a los cultivos soportar efectos del cambio climático, como inundaciones, sequías, invasiones de agua salada, calor y radiaciones ultravioletas más fuertes. 

En 2001, la organización Navdanya, de la que Shiva es activista, desafió con éxito la propiedad de atributos que reclamaba la corporación estadounidense RiceTec para su variedad de arroz basmati, aromático y de grano largo. 

Luego de demostrarse que la variedad de RiceTec contenía material genético desarrollado antes por los agricultores, la Oficina de Patentes y Marcas Registradas de Estados Unidos desestimó el reclamo. 

De modo similar, Navdanya, junto con Greenpeace Internacional y la organización de campesinos indios Bharat Krishak Samaj logró que se revocara en 2004 las patentes conseguidas para la variedad india de trigo Nap Hal por Monsanto, la mayor corporación mundial de semillas. 

Un anuncio de Monsanto reza: "Nueve mil millones de personas que alimentar. Un clima cambiante. ¿Ahora qué?". 

Luego señala que los transgénicos son la respuesta, aunque países en desarrollo los rechazan en favor de una agricultura tradicional, basada sobre el almacenamiento de semillas luego de las cosechas y no en su compra. 

Navdanya difundió el mes pasado una lista de cientos de cultivos resistentes al clima desarrollados por comunidades en varios estados indios, pero cuyas patentes fueron tramitadas por empresas biotecnológicas.. 

La publicación del informe, titulado "Biopiratería de cultivos resistentes al clima", responde a la exclusión de las innovaciones de los agricultores tradicionales de los planes gubernamentales de acción en materia de cambio climático, el cual sí incluye la biotecnología. 

Los gobiernos del Sur se pronunciaron por no ceder a países del Norte la patente de tecnologías amigables con el ambiente, como quedó de manifiesto en las negociaciones sobre cambio climático realizadas del 1 al 12 de junio en Bonn, afirmó Shiva. 

China y el Grupo de los 77 (G-77), que reúne a 130 países en desarrollo, propusieron "dar todos los pasos necesarios para excluir obligatoriamente la expedición de patentes a tecnologías amigables con el clima" en poder de 24 países industriales y "que pueden usarse para adaptarse al cambio climático o mitigarlo". 

Esta propuesta del G-77 es una de varias presentadas por países en desarrollo para allanar las barreras que levantan las patentes a la transferencia de tecnologías necesarias para la adaptación al cambio climático y su mitigación. 

Bolivia, por ejemplo, propone "revocar en los países en desarrollo todas las patentes existentes sobre tecnologías esenciales/urgentes y ambientalmente sanas para adaptarse al cambio climático o mitigarlo". 

En cambio, los países industriales --en particular Australia, Canadá, Estados Unidos, Japón y Suiza-- insisten en regímenes de propiedad intelectual fuertes, y rechazan, incluso, las excepciones ya acordadas en el marco de la Organización Mundial del Comercio. 

El no gubernamental Grupo ETC, que defiende a los pequeños agricultores desde Ottawa, advirtió el año pasado que los gigantes biotecnológicos utilizan el cambio climático para mejorar su posición en el mercado de semillas. 

Esta preocupación quedó en evidencia durante las negociaciones de Bonn, con la propuesta de crear un comité, un panel asesor u organismo designado para "abordar proactivamente las patentes y cuestiones relacionadas de derechos de propiedad intelectual", de modo de "garantizar tanto la mayor innovación como el mayor acceso a tecnologías para la mitigación y la adaptación".

portaldelmedioambiente.com

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