Predicciones para 2016: Pico de petroleo-Fracking y cambio climatico

Editorial del Blog Crashoil
Queridos lectores,

Ahora que 2015 está acabándose, es el momento de formular cuáles son las previsiones que intuimos para el futuro cercano de nuestra sociedad, en un momento crítico de la crisis de sostenibilidad que nos aqueja. Este ejercicio de pronosticación, siempre difícil e incierto, se va haciendo cada vez más complicado a medida que la crisis se va desarrollando, pues lo complejo de nuestra sociedad hace que las interacciones sean cada vez más no-lineales y pequeñas desviaciones llevan a grandísimos efectos, generalmente negativos. Por tanto, los pronósticos que ahora formularé se tienen que tomar como lo que son, un mero ejercicio para intentar adivinar por dónde irá el futuro, con pocas probabilidades de éxito.
  • Situación del precio del petróleo: Como se ha podido comprobar este año, los bajos precios del petróleo no han tirado como deberían de la demanda de los países avanzados, sumidos como están en graves crisis de demanda interna, fruto principalmente de la disminución de la renta disponible de las clases medias. El efecto benéfico de los bajos precios del petróleo no se está traduciendo en un aumento del poder adquisitivo de los ciudadanos y así, desde el lado de la demanda, la situación es de muy lenta recuperación, casi de impasse. Es poco probable que esta situación cambie durante 2016. Dado que los sistemas de almacenamiento están ya bastante saturados, es posible que el precio aún caiga algo más, sobre todo durante la primavera de 2016. Estos precios tan bajos no pueden prolongarse durante mucho más tiempo, y mi previsión es que la quiebra de algunas empresas de mediana importancia y/o el colapso de un nuevo país productor durante 2016 hará que finalmente el precio del petróleo empiece a remontar con fuerza, probablemente hacia el verano, incluso aunque las perspectivas económicas en Occidente no sean nada buenas.
  • Estallido de la burbuja del fracking: Ahora que la producción de petróleo de fracking ha comenzado por fin a caer, veo inevitable que los bancos que han creado el esquema económico que le ha dado soporte se vean arrastrados por la deuda creada, puesto que es difícil justificar buenas perspectivas si los pozos cierran. Esta burbuja debería desencadenar una crisis financiera de cierta importancia en los EE.UU., acompañada de una considerable crisis económica y aumento del paro en ese país, y con un probable contagio de la crisis al resto del mundo. Dado que no se ha producido el reajuste de demanda que yo preveía para 2015, esta crisis podría perfectamente cursar simultáneamente con unos altos precios del petróleo, lo cual la haría aún más grave.
  • Será cada vez más difícil ocultar que se ha producido el peak oil: Dada la importante desinversión en el sector petrolero, la caída del volumen total de hidrocarburos producidos será bastante perceptible, posiblemente de 2 millones de barriles diarios o incluso más de 2015 a 2016. Se justificará diciendo que no hay demanda, que es el resultado de la crisis económica mundial, se buscarán paralelismos con la crisis de 1973, etcétera. Saldrán repetidamente expertos economistas en los medios asegurando que el problema es coyuntural y debido a la crisis, y en caso de ser preguntados negarán categóricamente que el problema se deba a la escasez de petróleo. A pesar de ello, seguramente se oirán más que otras veces algunas voces discrepantes y menos complacientes, que apuntarán a que, efectivamente, el planeta ha llegado a su máxima capacidad de producir hidrocarburos líquidos, y alguno más osado puede llegar a comentar que lo mismo está pasando con el carbón y el uranio.

  • Desestabilización climática: los dramáticos eventos climáticos de 2015 serán sucedidos por eventos también muy graves durante 2016: no se puede descartar que, debido a las realimentaciones positivas (e.g., liberación del metano del permafrost y clatratos marinos) estemos ya en una fase de aceleración del cambio climático. Debido a las anomalías actuales en el Ártico veo muy probable que el hielo marino ártico no se recupere tanto este invierno y, en particular, que sea más fino y frágil, con lo que en 2016 se podría marcar un mínimo histórico de cobertura de hielo en verano. Este hecho, y  la finalización del fenómeno El Niño de 2015 hará más probable un episodio de "año sin verano" en Europa durante 2016. Además, no descarto que se produzcan algunos fenómenos poco usuales, particularmente ciclogénesis explosivas de inusitada violencia en Europa y huracanes más intensos en general.
En resumen: 2016 puede ser un año de drásticos cambios. Si la velocidad de éstos es más paulatina de lo que yo preveo (como, siendo honestos, afortunadamente suele pasar) o si finalmente se acelera, eso no cambia el hecho de que seguimos un curso muy negativo y que en cualquier momento puede encima empeorar. 

Salu2,
AMT

Fuente: http://crashoil.blogspot.com.es/ - Imagen extraída del blog de Art Berman:

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