¿Por qué desaparecen las tortugas marinas en las islas Vírgenes?
• Los expertos sugieren que la contaminación, junto con el cambio climático, podría estar detrás del decrecimiento de esta especie.
Veinte años estudiando los problemas de las tortugas marinas en las islas Vírgenes y los expertos continúan sin tener del todo claro las causas de la pérdida de ejemplares. Los huevos de tortugas marinas son extremadamente sensibles a los cambios ambientales, hasta el punto de determinar la temperatura que había en el momento de la puesta el sexo de las crías. Junto con este parámetro, el calor, la cantidad de dióxido de carbono, el oxígeno o la calidad del agua pueden influir directamente en la salud los huevos, constituidos por cáscaras permeables. Además, el patrón de precipitaciones puede jugar un papel importante durante el período de incubación -de unos dos meses-, conduciendo un exceso de agua a una reducción del suministro de oxígeno que llega al embrión, lo que dificulta su desarrollo.
Elena Martínez Batalla
Las condiciones ambientales en las que se encuentra el embrión determinan el sexo de las tortugas marinas (Tini31 / Getty)
No obstante, un estudio sobre el decrecimiento de la población de tortugas laúd (Dermochelys coriacea) en las Islas Vírgenes de los Estados Unidos elaborado por un grupo de biólogos marinos de la Universidad de Monash de Melbourne (Australia) y publicado en la revista Royal Society Open Science apunta que el incremento de las temperaturas y los cambios en el patrón de precipitaciones derivados del cambio climático podrían no ser los principales responsables del menor éxito de eclosión de los huevos registrado.
A los factores ambientales los expertos añaden ahora la contaminación como posible causa de la disminución de nacimientos dado el incremento de contaminantes en el mar, que podría estar afectando a la fertilidad de las tortugas marinas. También contemplan analizar qué papel juegan la edad de las tortugas o el sitio en el que ponen los huevos a fin de resolver el misterio.
Contaminantes en el mar
El incremento de contaminantes en el mar podría estar afectando a la fertilidad de las tortugas marinas
Ya en 2010 un estudio publicado en la revista Royal Society Open Science sobre esta misma especie de tortuga marina en las Islas Vírgenes no consiguió concretar qué factores determinan el éxito de eclosión de los huevos. En aquella ocasión los científicos reportaron que, entre el año 1990 y el 2010, en el Refugio Nacional de Vida Silvestre de Sandy Point –ubicado en la Isla de Sant Croix de las Islas Vírgenes-, el número de nacimientos de tortuga laúd decreció un 20 %.
Y es que en los últimos años, si bien se ha registrado un incremento de ejemplares adultos de la especie, los nacimientos han seguido menguando, lo que preocupa y mucho a los científicos, que siguen investigando en qué medida afectan a las tortugas cada uno de las variables.
Fuente: http://www.lavanguardia.com/natural/20171005/431794200062/que-reduce-poblacion-tortugas-marinas-islas-virgenes.html - Imagen: La tortuga laúd puede llegar a alcanzar 2,3 metros de longitud y un peso de 600 quilos (Carlos Enrique Pérez.) Artículo científico de referencia: A 20-year investigation of declining leatherback hatching success: implications of climate variation Anthony R. Rafferty, Christopher P. Johnstone, Jeanne A. Garner, Richard D. Reina Published 4 October 2017.DOI: 10.1098/rsos.170196
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¿Cuáles son las fuentes y los impactos de la basura marina?
La cantidad de basura que acaba en los océanos del mundo y daña la salud de los ecosistemas, mata a animales y pone en peligro la salud humana cada vez es mayor. La solución pasa por la prevención de residuos y la mejora de la gestión de los residuos en la tierra.
No obstante, un estudio sobre el decrecimiento de la población de tortugas laúd (Dermochelys coriacea) en las Islas Vírgenes de los Estados Unidos elaborado por un grupo de biólogos marinos de la Universidad de Monash de Melbourne (Australia) y publicado en la revista Royal Society Open Science apunta que el incremento de las temperaturas y los cambios en el patrón de precipitaciones derivados del cambio climático podrían no ser los principales responsables del menor éxito de eclosión de los huevos registrado.
A los factores ambientales los expertos añaden ahora la contaminación como posible causa de la disminución de nacimientos dado el incremento de contaminantes en el mar, que podría estar afectando a la fertilidad de las tortugas marinas. También contemplan analizar qué papel juegan la edad de las tortugas o el sitio en el que ponen los huevos a fin de resolver el misterio.
Contaminantes en el mar
El incremento de contaminantes en el mar podría estar afectando a la fertilidad de las tortugas marinas
Ya en 2010 un estudio publicado en la revista Royal Society Open Science sobre esta misma especie de tortuga marina en las Islas Vírgenes no consiguió concretar qué factores determinan el éxito de eclosión de los huevos. En aquella ocasión los científicos reportaron que, entre el año 1990 y el 2010, en el Refugio Nacional de Vida Silvestre de Sandy Point –ubicado en la Isla de Sant Croix de las Islas Vírgenes-, el número de nacimientos de tortuga laúd decreció un 20 %.
Y es que en los últimos años, si bien se ha registrado un incremento de ejemplares adultos de la especie, los nacimientos han seguido menguando, lo que preocupa y mucho a los científicos, que siguen investigando en qué medida afectan a las tortugas cada uno de las variables.
Fuente: http://www.lavanguardia.com/natural/20171005/431794200062/que-reduce-poblacion-tortugas-marinas-islas-virgenes.html - Imagen: La tortuga laúd puede llegar a alcanzar 2,3 metros de longitud y un peso de 600 quilos (Carlos Enrique Pérez.) Artículo científico de referencia: A 20-year investigation of declining leatherback hatching success: implications of climate variation Anthony R. Rafferty, Christopher P. Johnstone, Jeanne A. Garner, Richard D. Reina Published 4 October 2017.DOI: 10.1098/rsos.170196
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¿Cuáles son las fuentes y los impactos de la basura marina?
La cantidad de basura que acaba en los océanos del mundo y daña la salud de los ecosistemas, mata a animales y pone en peligro la salud humana cada vez es mayor. La solución pasa por la prevención de residuos y la mejora de la gestión de los residuos en la tierra.
Los océanos cubren aproximadamente el 70 % de la superficie de nuestro planeta, y existe basura marina prácticamente en todos ellos. La basura marina, y en particular los plásticos, suponen una amenaza no solo para la salud de nuestros mares y costas, sino también para nuestra economía y nuestras comunidades. En su mayor parte es producto de actividades terrestres. ¿Cómo podemos detener el flujo de basura en nuestros mares? El lugar más adecuado para empezar a abordar este problema marino mundial es la tierra.
En 2007, en el norte de Francia, la corriente arrastró hasta la orilla a unos náufragos muy poco corrientes: unos patos de goma que acababan de completar un viaje épico de quince años, iniciado en enero de 1992 cuando un buque que navegaba desde Hong Kong a los Estados Unidos perdió parte de su cargamento durante una tormenta. Uno de los contenedores arrastrados por las olas contenía 28 800 juguetes, algunos de los cuales habían llegado años antes a las costas australianas y a la costa este de los Estados Unidos. Otros cruzaron el estrecho de Bering y el océano Ártico, para acabar en Groenlandia, el Reino Unido y Nueva Escocia.
El viaje interminable de los plásticos
Los patos de goma no son la única forma de basura generada por el hombre que flota en nuestros mares. La basura del mar se compone de materiales sólidos manufacturados o procesados (por ejemplo, plástico, vidrio, metal y madera) que, de un modo u otro, acaban en el medio marino.
Cada año, aproximadamente 10 millones de toneladas de basura van a parar a los mares y océanos del mundo. Los plásticos, y en particular los residuos de envases de plástico, como las botellas de bebidas y las bolsas desechables, son el tipo de basura más habitual en el medio marino, con diferencia. Pero la lista es interminable: redes dañadas, cuerdas, toallitas higiénicas, tampones, bastoncillos de algodón, preservativos, colillas, encendedores desechables, etc.
La producción en masa de plásticos se inició en la década de 1950 y ha aumentado exponencialmente de 1,5 millones de toneladas al año hasta su nivel actual de 280 millones de toneladas anuales. Cerca de un tercio de la producción actual está integrado por envases desechables que se desechan al cabo de un año más o menos.
A diferencia de la materia orgánica, el plástico no «desaparece» nunca en la naturaleza y se acumula en el medio ambiente, y en particular en los océanos. La luz solar, el agua salada y las olas desintegran los plásticos en fragmentos cada vez más pequeños. Un pañal desechable o una botella de plástico pueden tardar quinientos años en desintegrarse en fragmentos microscópicos. Pero no todos los microplásticos son resultado del proceso de desintegración. Algunos de nuestros productos de consumo, como la pasta de dientes, los cosméticos y los productos de aseo personal, ya contienen microplásticos.
Las corrientes oceánicas, junto con los vientos y la rotación de la Tierra, reúnen estos fragmentos, algunos de los cuales miden tan solo micras (la millonésima parte de un metro), y crean grandes manchas en unas zonas denominadas «giros». Dependiendo del tamaño de los fragmentos, pueden aparecer como una especie de «sopa de plástico» transparente. Estos giros son fluidos y cambian de tamaño y forma. Se estima que el giro más grande y más estudiado, el giro del Pacífico Norte, ha arrastrado 3,5 millones de toneladas de basura, lo que afecta a una superficie que se calcula que es el doble de la de los Estados Unidos. En nuestros océanos, incluido el Atlántico, existen otros cinco grandes torbellinos donde también se acumulan residuos.
Algunos fragmentos pueden llegar a la orilla mezclados con arena, hasta en las zonas más remotas del mundo. Otros fragmentos acaban formando parte de la cadena alimentaria.
En 2007, en el norte de Francia, la corriente arrastró hasta la orilla a unos náufragos muy poco corrientes: unos patos de goma que acababan de completar un viaje épico de quince años, iniciado en enero de 1992 cuando un buque que navegaba desde Hong Kong a los Estados Unidos perdió parte de su cargamento durante una tormenta. Uno de los contenedores arrastrados por las olas contenía 28 800 juguetes, algunos de los cuales habían llegado años antes a las costas australianas y a la costa este de los Estados Unidos. Otros cruzaron el estrecho de Bering y el océano Ártico, para acabar en Groenlandia, el Reino Unido y Nueva Escocia.
El viaje interminable de los plásticos
Los patos de goma no son la única forma de basura generada por el hombre que flota en nuestros mares. La basura del mar se compone de materiales sólidos manufacturados o procesados (por ejemplo, plástico, vidrio, metal y madera) que, de un modo u otro, acaban en el medio marino.
Cada año, aproximadamente 10 millones de toneladas de basura van a parar a los mares y océanos del mundo. Los plásticos, y en particular los residuos de envases de plástico, como las botellas de bebidas y las bolsas desechables, son el tipo de basura más habitual en el medio marino, con diferencia. Pero la lista es interminable: redes dañadas, cuerdas, toallitas higiénicas, tampones, bastoncillos de algodón, preservativos, colillas, encendedores desechables, etc.
La producción en masa de plásticos se inició en la década de 1950 y ha aumentado exponencialmente de 1,5 millones de toneladas al año hasta su nivel actual de 280 millones de toneladas anuales. Cerca de un tercio de la producción actual está integrado por envases desechables que se desechan al cabo de un año más o menos.
A diferencia de la materia orgánica, el plástico no «desaparece» nunca en la naturaleza y se acumula en el medio ambiente, y en particular en los océanos. La luz solar, el agua salada y las olas desintegran los plásticos en fragmentos cada vez más pequeños. Un pañal desechable o una botella de plástico pueden tardar quinientos años en desintegrarse en fragmentos microscópicos. Pero no todos los microplásticos son resultado del proceso de desintegración. Algunos de nuestros productos de consumo, como la pasta de dientes, los cosméticos y los productos de aseo personal, ya contienen microplásticos.
Las corrientes oceánicas, junto con los vientos y la rotación de la Tierra, reúnen estos fragmentos, algunos de los cuales miden tan solo micras (la millonésima parte de un metro), y crean grandes manchas en unas zonas denominadas «giros». Dependiendo del tamaño de los fragmentos, pueden aparecer como una especie de «sopa de plástico» transparente. Estos giros son fluidos y cambian de tamaño y forma. Se estima que el giro más grande y más estudiado, el giro del Pacífico Norte, ha arrastrado 3,5 millones de toneladas de basura, lo que afecta a una superficie que se calcula que es el doble de la de los Estados Unidos. En nuestros océanos, incluido el Atlántico, existen otros cinco grandes torbellinos donde también se acumulan residuos.
Algunos fragmentos pueden llegar a la orilla mezclados con arena, hasta en las zonas más remotas del mundo. Otros fragmentos acaban formando parte de la cadena alimentaria.
De dónde procede la basura marina
Según algunas estimaciones, cerca del 80 % de la basura que se encuentra en el medio ambiente marino procede de actividades terrestres. La fuente de la basura marina no se limita necesariamente a las actividades humanas a lo largo del litoral. Incluso cuando se deposita en tierra, los ríos, las inundaciones y el viento transportan la basura al mar. Las actividades pesqueras, el transporte marítimo, las instalaciones marinas, como las plataformas petrolíferas, y el sistema de alcantarillado se encargan del resto.
Existen algunas variaciones regionales en cuanto al origen de la basura en el mar. En el Mediterráneo, el Báltico y el mar Negro, las actividades terrestres generan la mayor parte de la basura marina; sin embargo, en el mar del Norte, las actividades marítimas también son un factor importante.
A continuación te ofrecemos una infografía para conocer más sobre las fuentes e impactos de la basura marina.
Fuente: http://www.salyroca.es/articulo/vida-eco/cuales-son-fuentes-impactos-basura-marina/20170914130000003704.html - Imagen vía EEA
Artículo con información de la Agencia Europea del Medio Ambiente y está protegido por licencia CC 2.5 DK
Según algunas estimaciones, cerca del 80 % de la basura que se encuentra en el medio ambiente marino procede de actividades terrestres. La fuente de la basura marina no se limita necesariamente a las actividades humanas a lo largo del litoral. Incluso cuando se deposita en tierra, los ríos, las inundaciones y el viento transportan la basura al mar. Las actividades pesqueras, el transporte marítimo, las instalaciones marinas, como las plataformas petrolíferas, y el sistema de alcantarillado se encargan del resto.
Existen algunas variaciones regionales en cuanto al origen de la basura en el mar. En el Mediterráneo, el Báltico y el mar Negro, las actividades terrestres generan la mayor parte de la basura marina; sin embargo, en el mar del Norte, las actividades marítimas también son un factor importante.
A continuación te ofrecemos una infografía para conocer más sobre las fuentes e impactos de la basura marina.
Fuente: http://www.salyroca.es/articulo/vida-eco/cuales-son-fuentes-impactos-basura-marina/20170914130000003704.html - Imagen vía EEA
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