¡Adhieran a esta declaración para PARAR el TFFF ahora!
Llamamos a grupos, organizaciones y movimientos a adherir a esta declaración para DETENER el Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF, por sus siglas en inglés). Esta iniciativa, que se lanzará en noviembre en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el clima (COP30), fue creada para, supuestamente, financiar la conservación de bosques. El TFFF se presenta como una "nueva esperanza" para los bosques en todo el mundo. Sin embargo, esta iniciativa no fue diseñada para abordar las causas de la deforestación sino para beneficiar a los inversores de los mercados financieros, los cuales financian actividades que promueven la deforestación. Lejos de proteger a los bosques y sus comunidades, esta nueva iniciativa basada en los mercados reforzará una visión del mundo capitalista, racista, colonial y patriarcal que profundiza las múltiples crisis e injusticias actuales.
Declaración para adherir:
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¡DETENGAMOS el TFFF ya!
Las convenciones de Naciones Unidas sobre Cambio Climático se han convertido en escenarios recurrentes para el lanzamiento de iniciativas internacionales con bombos y platillos, aunque muchas de ellas no logran cumplir sus promesas. Este año, la convención que tendrá lugar en noviembre en la ciudad amazónica de Belém do Para, Brasil, anticipa como uno de sus focos principales la presentación del Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF, por sus siglas en inglés). No obstante, el engranaje principal de la propuesta será el Fondo de Inversión en Bosques Tropicales (TFIF, por sus siglas en inglés).
Los arquitectos del TFFF afirman que, mediante la inversión de 125.000 millones de dólares en los mercados financieros globales, el TFIF podría generar rendimientos anuales cercanos a los 375.000 o 400.000 millones de dólares. Una parte de estas ganancias se transferiría al TFFF, con el objetivo de distribuir recursos entre los países del Sur global que albergan bosques tropicales.
El TFIF no recurriría a créditos de carbono ni se vincularía con los mercados de carbono para reunir los fondos que el TFFF aspira a distribuir entre estos países. Según los documentos explicativos del TFFF, los países beneficiarios deberán destinar al menos el 20% de los recursos recibidos a los pueblos indígenas y las comunidades que dependen de los bosques. La propuesta ha sido bien recibida por varios gobiernos, entidades bancarias y grandes ONG conservacionistas.
Sin embargo, lo que se esconde detrás de bonitas palabras es una propuesta que haría a los ricos inversores aún más ricos a costa de las personas de los países del Sur global que están atragantados por deudas insostenibles e ilegítimas.
La configuración de la iniciativa revela una lógica colonial persistente:
• El TFFF funciona como un apéndice subordinado al núcleo financiero de la propuesta: el Fondo de Inversión en Bosques Tropicales (TFIF). Todo indica que este fondo será alojado por el Banco Mundial, gestionado por operadores financieros muy bien remunerados y gobernado mayoritariamente por entidades del Norte global. Los gobiernos de los países con bosques tropicales quedarían excluidos de las decisiones financieras estratégicas que tome el TFIF.
• El TFIF planea solicitar préstamos por aproximadamente 125.000 millones de dólares, mediante la emisión de bonos dirigidos a empresas del sector financiero y gobiernos de países ricos. Luego prestará esos fondos a países del Sur global que requieren recursos para afrontar deudas ilegítimas y asfixiantes, o bien a empresas e industrias radicadas en esos territorios que operan proyectos a gran escala en sectores como la minería, la infraestructura energética financiada con fondos públicos, los agronegocios o los monocultivos forestales. La expectativa es que el TFIF obtenga ingresos anuales por intereses superiores a los montos adeudados a sus prestamistas, y que una porción de esas ganancias se destine a la conservación de los bosques.
• Los bosques y las comunidades que los habitan ocupan el último lugar en la cadena de distribución de las posibles ganancias del TFIF. Cualquier beneficio generado será destinado, en primer lugar, al pago de comisiones al banco que gestione el TFIF y el TFFF, así como a sus administradores y consultores financieros. Luego se priorizarán los pagos a los grandes inversores privados, seguidos por los inversores "menores", entre los que se incluyen gobiernos y fundaciones privadas del Norte global. Solo si queda un sobrante, los gobiernos de los países con bosques tropicales podrán solicitar un pago de 4 dólares por hectárea registrada ante el TFFF, siempre y cuando superen una "prueba de deforestación".
• Los gobiernos que reciban fondos del TFFF deberán comprometerse a destinar al menos el 20 % a los pueblos indígenas y las comunidades de los bosques, en reconocimiento a su rol en la protección de los bosques. Sin embargo, el TFFF no realizará transferencias directas a las comunidades, pues serán los Estados quienes definan los criterios para su distribución.
• Tanto los inversores que adquieran bonos del TFIF como las actividades financidas por el fondo, posiblemente estarán directa o indirectamente vinculadas a procesos de deforestación y violaciones de derechos humanos. En otras palabras, es probable que los pagos que el TFFF realice hacia los gobiernos de los países con bosques tropicales provengan de las ganancias obtenidas de la destrucción de los bosques. Además, el Banco Mundial como posible gestor de la iniciativa, ejercerá el control cotidiano del fondo. El Banco Mundial tiene un terrible historial de promoción de la deforestación, financiación de programas que violan los derechos de las comunidades e imposición de políticas que han contribuido a la devastadora crisis de la deuda en muchos países del Sur global.
La promesa del TFFF de contrarrestar la deforestación tropical a gran escala se revela como un discurso vacío. Algunas experiencias previas, gestadas desde el Norte global y gestionadas por actores financieros, han fracasado en frenar la destrucción de los bosques. No existe evidencia de que el TFFF y el TFIF funcionen de manera distinta. Peor aún, el TFFF podría legitimar a los grandes inversores que lucran con la destrucción de bosques como supuestos defensores de los bosques.
Por lo tanto, las conclusiones son contundentes:
• El TFFF representa una nueva trampa que no detendrá la deforestación.
• El TFFF es un plan colonial diseñado por y para las élites del Norte, que profundiza el extractivismo y enriquece aún más a los grandes capitales a costa del Sur. Este tipo de iniciativas refuerza una visión de mundo capitalista, racista, colonial y patriarcal que perpetúa las múltiples crisis e injusticias actuales.
• Es urgente abordar las causas estructurales de la deforestación: las relaciones comerciales y económicas desiguales, el despojo territorial por parte del agronegocio y la expansión de industrias extractivistas como la minería.
Nuestro compromiso se alinea con los movimientos que luchan y resisten frente a los megaproyectos que destruyen los bosques y aceleran el caos climático. El TFFF amenaza la solidaridad entre las comunidades que defienden sus territorios.
Por todas estas razones, ¡decimos NO al Fondo Bosques Tropicales para Siempre!
¡Detengamos el TFFF ya!
Adhesiones iniciales:
Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales
School of Democratic Economics (Indonesia)
Acción Ecológica (Ecuador)
The Corner House (Reino Unido)
Struggle to Economize the Future Environment (Camerún)
Project SEVANA South-East Asia (Tailandia)
Focus on the Global South
Alianza Biodiversidad (América Latina)
Indigenous Environmental Network


