Activistas enfurecidos por la creación de un laboratorio que experimentará con perros y primates en Malasia




Si tan macabra situación fuera un encuentro futbolístico, este sería un partido desigual, sin normas de juego, sin árbitros, y con uno de los dos equipos formado por perros y monos que lo tienen todo perdido por no poder ni siquiera salir al campo para darle al balón o defender la portería.
En este caso, además, no se trata de un juego, sino de una triste realidad, en la que las únicas reglas son los oscuros planes de una astuta empresa india de biotecnología, dispuesta a crear un laboratorio en otro país para experimentar a sus anchas con perros y primates. Por lo visto, quieren abrirla en Malasia porque en este país asiático las leyes que regulan la investigación con animales son tan permisivas que resultan casi inexistentes.
Menos mal que hay algo que a monitos y perritos no les está fallando: la afición. Son muchos los grupos defensores de los animales que, desde los cuatro rincones del planeta han gritado su malestar e intentan detener la apertura de este centro de tortura. Por lo pronto, han enviado una carta al gobierno del país y han concertado reuniones con las autoridades locales.
La empresa en cuestión se llama Vivo Biotech Ltd., y el asunto se conoció porque ésta ya invirtió 450 millones de dólares en enero para establecer un centro de biotecnología en el sur del estado de Malaca para desarrollar y fabricar medicamentos, que se probarán en animales en sus laboratorios.
Desgraciadamente, este caso no es el primero, ni será el último, me temo. Los activistas denuncian que las reglas son más estrictas en países occidentales para los ensayos con animales, provocando la tendencia de desplazarse a Asia, donde hay regulaciones laxas y los costes también son más baratos.

Vía | www.businessweek.com
Fotografía | Alex Pacheco

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