La decisión de cazar ballenas de Nueva Zelanda provoca la ira de las naciones del Pacífico




Un grupo de naciones del Pacífico Sur está luchando por proteger a las ballenas jorobadas con la creación de varios santuarios en la región. Sin embargo parecen estar en desacuerdo con Nueva Zelanda, que actualmente apoya un movimiento por una caza comercial limitada de ballenas.
‘Creo que legitimar algún tipo de caza comercial en el Santuario del Océano Antártico es una ofensa para todos aquellos de nosotros que llevamos trabajando durante décadas,’ señala el portavoz Sue Taei del Consorcio de Investigación de Ballenas del Pacífico Sur (South Pacific Whale Research Consortium (SPWRC))
Científicos del SPWRC se muestran alarmados ante la posición de apoyo del gobierno de Nueva Zelanda a la propuesta que se presentará en junio en la Comisión Ballenera Internacional para una caza comercial limitada de ballenas. Nueva Zelanda dice que es un acuerdo para controlar un número mayor de capturas, sin embargo la posición de Nueva Zelanda ha provocado la ira en el Pacífico.
Tokelau se convierte en 11º país del Pacífico que suma otro santuario de ballenas en la región.
‘Personalmente me entristece. Recuerdo que hace unos años en la Comisión Ballenera había una fuerte postura por parte de Nueva Zelanda con respecto a la caza de ballenas,’ decía Aliki Faipule Foua Toloa, líder tradicional de Tokelau.
Diez países del Pacífico Sur tienen santuarios marinos que cubren más de 18 millones de kilómetros de océano desde Australia a la Polinesia francesa.
Nueva Zelanda tiene legislación de protección en la zona pero en cambio no la tienen, de forma no sorprendente, las Islas Salomón, Nauru y Kiribati que apoyan la postura de Japón en favor de la caza.
Durante el encuentro anual del SPWRC que tendrá lugar en Auckland esta semana, se enviará un mensaje desafiante a los países balleneros, apelando a los cazadores de ballenas a que respeten los santuarios de ballenas.
‘Creo que estamos viendo considerable resistencia en los Estados Unidos lo que podría convertirse en un verdadero maremoto,’ señalaba el portavoz de la SPWRC, Scott Baker.
Esa oposición está empezando a acercarse más a casa en un último intento por salvar a las ballenas.
Fuente: oceansentry.org

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