POR AHORA LOS GLACIARES DE RÍO NEGRO SIGUEN SIN LEY PROPIA




El pasado 30 de noviembre fue un día de decepción aunque a esta altura tal vez las actitudes de ciertos actores de la política no deberían ni sorprendernos ni decepcionarnos. 
Mi presencia en Viedma llevaba a los legisladores, algunos en retirada y otros que continúan en sus bancas, el recordatorio de todas las organizaciones, asambleas y ciudadanos preocupados por el ambiente para que sin más dilación se votara en segunda vuelta el proyecto de ley de Protección de Glaciares. 
A la mañana nos presentamos en la Comisión de Recursos Hídricos, donde quedó en claro que para nosotros no existen excusas para no dictar una ley que proteja las fuentes de agua, en particular ante la amenaza cierta de reactivación de los proyectos mineros. 
Les recordé también a los ocho representantes del circuito andino que tenían particular obligación de escuchar lo que les veníamos a decir desde Bariloche. 
Hubo entonces un preacuerdo de incluir la ley en la Sesión del 30 de noviembre, última de los legisladores salientes. Acuerdo muy dificultoso, porque discutieron largamente sobre modificaciones que querían introducir algunos que negaban que el proyecto les hubiera sido enviado hace dos meses para su revisión. 
Vale recordar que este proyecto debió ser tratado en la anterior sesión legislativa, pero se decidió posponerlo para la extraordinaria. 
Por la tarde no nos permitieron ingresar a la reunión de Labor Parlamentaria para exponer nuestra posición. Ni siquiera lo permitió la gente que, desde el circuito, supuestamente nos estaba representando, que se acercó a nosotros durante el periodo pre eleccionario, que se mostró muy amigable entonces y que aparentaba tener posiciones afines a las nuestras. 
Nadie parecía recordar que se había acordado posponer el tratamiento de esta ley para el 30, y ambos bloques mayoritarios, sólidamente de acuerdo como un solo cuerpo, rechazaron incluirlo en el orden del día. Tampoco hubo expresiones a favor de la ley desde los bloques menores, como en tácita aceptación de lo que decidió la mayoría. Y nadie dio explicaciones sobre esta actitud. 
Las declaraciones de Oscar Echeverría, todavía al frente del CODEMA, no tienen para nosotros entidad. Continuando con su posición contraria al bien que debería defender desde el organismo oficial, expresa que la ley provincial no es necesaria porque los glaciares están bien protegidos por la ley nacional (que NO se está aplicando) y por la Ley Gral. del Ambiente 25675 que para todos los efectos él evidentemente desconoce con sus actos. No es válida su opinión cuando al aprobar los Estudios de Impacto Ambiental tanto de los movimientos de suelo y modificación de la morfología de un área de Foyel, como el del mega emprendimiento del Cerro Perito Moreno, viola a sabiendas la ley 3266 que obliga, como la 25675, al llamado a Audiencia Pública antes de aprobar el E.I.A. No sólo no lo hace, sino que ante nuestro pedido de informes sobre dicho estudio para el impacto sobre la zona de Foy el, responde que “fue recientemente aprobado”. En efecto, tan recientemente que lo aprobó el mismo día que nos notificó tal cosa. Por lo tanto, sus declaraciones no tienen para nosotros ninguna validez 
La Constitución Nacional fija límites a la norma que le otorga a las provincias la pertenencia de los recursos naturales porque no renunció a la legislación ni a la jurisdicción. Pero de todos modos, es muy recomendable que haya una buena ley provincial que complemente a la nacional 26639, ya que el argumento que usan las provincias pro mineras para no aplicarla, es que las provincias manejan sus recursos. Entonces qué mejor que tener una ley propia, en lugar de perder en una discusión jurídica el tiempo que deberían usar para la protección de un bien inalienable como el agua. 
En el caso de la Ley de Bosques, que indica que cada provincia debe dictar su propia ley, la Provincial 4552 es más restrictiva que la nacional. Sin embargo, para Echeverría algunas partes de esta ley no parecen existir, no se enteró que los mallines, cabeceras de cuencas y riberas de ríos y arroyos DEBEN estar en rojo, en la Categoría I de protección. Así como cuida los bosques y los ríos, cuidaría este señor los glaciares, que pintó de verde los ríos Foyel, Manso y Escondido en el mapa de la Ley. 
Queda la posibilidad de que se acepte incluir el proyecto en las dos sesiones que restan antes de fin de año, el 15 y el 29 de diciembre. Pero también es probable que los nuevos legisladores indiquen que no participaron de la primera votación, que prefieran que se inicie todo el trámite de nuevo, y esta ley caería ya que fue presentada hace dos años. 
No sabemos a qué se debe el cambio repentino de la mañana para la tarde, el acuerdo entre los bloques fuera de la comisión, qué otro interés superior a la protección de las fuentes de agua pura pudo torcer la postura de quienes aprobaron por unanimidad en primera vuelta. 
Es curioso además ver que hasta quienes son nuestros vecinos cuando no están en el recinto parecen no reconocernos cuando ocupan su lugar de legisladores. Con ellos seguramente nos seguiremos viendo por las calles de Bariloche, nosotros como vecinos preocupados por el ambiente que dejamos a nuestros hijos, y ellos preocupados por seguir ocupando cargos políticos. Como dijimos antes, ellos tenían una obligación que no podían ignorar, y la pasaron por alto. 
Ana Wieman – DNI 5093307 
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Por Elvio Mendioroz *

A la Opinión Pública

La Fundación Uñopatún rechaza de plano la convocatoria a Audiencia Pública realizada por el Consejo de Ecología y Medio Ambiente de la Provincia de Río Negro el día 5 de Diciembre en la localidad de Chichínales a fin de tratar la afección que podría provocar la construcción de un tramo de vía férrea para el proyecto “Potasio – Río Colorado”, cuando el centro de atención del problema social y ambiental que provocara este malicioso proyecto mendocino, es la salinización del río Colorado.

La explotación no convencional de potasio a realizar en Malargüe, producirá varios millones de toneladas de sal residual por año que se acumularán directamente sobre el terreno en la cuenca del río Colorado, cuyo escurrimiento necesariamente provocará la salinización de su curso, y de las napas que abastecen a las poblaciones aguas abajo del emprendimiento.

Por otra parte y en forma inconcebible, el proceso para la extracción del cloruro de potasio requiere el cotidiano bombeo de un enorme volumen de agua caliente hacia el nivel del subsuelo donde se encuentra el mineral, para lo cual se utilizará un millón de metros cúbicos diarios de gas, provisión que esclarece el motivo para lo cual el gobernador Miguel Saiz promueve el absurdo de instalar una regasificadora en aguas del Golfo Azul, en San Antonio Este.

Vistos tales precedentes, desde la Fundación Uñopatún convocamos a la reflexión y reacción de la opinión pública patagónica a cerca de lo irracional que significa el uso y la contaminación de agua pura para la explotación de minerales, y ahora también la pretendida destrucción del subsuelo y el envenenamiento de agua para la extracción de gas y petróleo no convencional. Entones que se entienda: "explotación no convencional", significa "agua envenenada".

* Presidente
Fundación UÑOPATUN
Fundación Uñopatún – Reg. Personería Jurídica 923/90 RNE - Provincia de Río Negro
J.J. Biedma 87 – CP 8504 – Carmen de Patagones – 02920-464.222

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