La insistencia en convertir a Aysén en la pila de Chile



Por Patricio Segura. 
Recientemente la DGA publicó la nómina de derechos de agua para fines hidroeléctricos adjudicados en diciembre del año pasado. Aunque contempla varias regiones, la lista permite dimensionar el intento de sacrificio masivo de los ríos de Aysén para inyectar energía al Sistema Interconectado Central. Porque el largo inventario devela que Patagonia sin represas no se restringe sólo a los ríos Baker y Pascua (HidroAysén) ni Cuervo, Blanco y Cóndor (Energía Austral).
Para quienes vivimos en Aysén un nuevo caso emblemático es el río Mañihuales. Luego de casi 5 años de tramitación, el 1 de diciembre la Sociedad Exploraciones, Inversiones y Asesorías Pachingo se adjudicó en este curso fluvial, entre permanentes y eventuales, 206 m3/s. Así lo consigna la Resolución 201 de la DGA de Coyhaique.
El objetivo final de tal sociedad es enchufar, al igual que sus hermanos mayores, este río al SIC. La sentencia de 2009 del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) en el marco de un litigio entre HidroAysén y las sociedades ganaderas Río Baker y Río Nef así lo demuestra.
En el fallo, el organismo señala que tal sociedad "informa que desarrolla proyectos hidroeléctricos en cinco ríos de la zona, ninguno de los cuales entraría en conflicto con las solicitudes de HidroAysén, ni afectarían su capacidad (la de Pachingo) para suministrar energía al Sistema Interconectado Central. Hace presente el especial interés que reviste, para quienes desarrollan centrales hidroeléctricas en la zona, que se cumpla con las condiciones de acceso a la línea de transmisión del Proyecto Aysén". El paréntesis es mío, para mejor comprensión del texto. Tal situación es corroborada en los descargos de HidroAysén a la demanda.
Pero el hambre de Pachingo no se restringe sólo al Mañihuales. El 7 de diciembre la DGA de Coyhaique le adjudicó 32 m3/s sobre el río Ñirehuao, a través de la resolución 279. En el mismo afluente, en la misma fecha y por similar caudal el organismo entregó derechos de agua a la Sociedad Asesorías e Inversiones Diez y Berliner.
Y así, en la publicación de diciembre de la DGA es posible ver también entregas superiores a los 5 m3/s en derechos en las cuencas Aysén (ríos Cañón y Turbio) y Baker (río Año Nuevo), donde a las sociedades anteriores se suma Inversiones El Caudal. Y eso que no estamos analizando todas las adjudicaciones de derechos de agua previas.
A pesar de lo que se piense, estos apropiaciones no necesariamente son sinónimo de tranquilidad para sus nuevos dueños. Hoy les es imperioso concretar sus proyectos hidroeléctricos. Tal urgencia está dada por el propio Código de Aguas.
Veamos.
Este 16 de enero la DGA publicó la nómina de titulares de derechos de agua (todos los consuntivos más los no consuntivos eventuales) sujetos a pagar patente por su no uso. Por ejemplo, según la lista Energía Austral debe cancelar la no despreciable suma de $ 1.042.956.469, es decir, más de dos millones de dólares.
Quizás alguien se sorprenda por lo bajo del monto gravado a HidroAysén: unos $ 6 millones y medio, que no se condicen con las gigantescas represas que pretende en los ríos Baker y Pascua. La explicación es que la reforma al Código de Aguas de 2005 estableció que para el caso de la provincia de Palena, y las regiones de Aysén y Magallanes, el pago de patente por derechos no consultivos permanentes se realizaría a partir de 2013. Algo muy conveniente para la Endesa que a esa fecha ya era privada.
La definición de "utilizado" se sustenta en que debe haber obras de captación, conducción o restitución de las aguas. Bajo tal figura, como HidroAysén ha informado que no realizará construcción alguna mientras no obtenga la resolución de calificación ambiental favorable para sus líneas de transmisión –proyecto que se estima en varios años de tramitación- es probable que el próximo año la veamos en la nómina negra debido a los más de 3.000 m3/s sin usar que posee en la región de Aysén. Cálculos moderados dan la friolera de varios millones de dólares anuales, donde un 25 % del producto neto va a fondos fiscales nacionales y el restante 75 % queda en la región donde estén inscritos tales derechos (65 % al FNDR y el 10 % proporcionalmente a las comunas de la cuenca respectiva). Siempre que algún diablo leguleyo no meta la cola, lo lógico es que mientras HidroAysén, Energía Austral y muchas otras sociedades (reales y especuladoras) con derechos de agua no consuntivos no puedan usar éstos la región de Aysén será la gran beneficiada.
He aquí un nuevo y gran argumento para alejar la Patagonia de las represas. ¿Servirá éste para convencer a sus promotores locales?
Probablemente no. Porque la discusión de fondo no es ni técnica ni económica, es de visión de sociedad. Y en la que muchos creemos que el primer lugar no lo ocupan los cobros, las patentes ni los pagos. Simplemente se sustenta en el derecho de un pueblo a evitar que arrasen su vida, a luchar para que su gente acceda a un bien común básico como el agua y a cuidar el territorio que tiene la honra de habitar.
¿Es eso muy difícil de entender, señor Presidente? A propósito de su interés en proteger la Patagonia. Y el mío de saber si realmente ama este excepcional territorio.
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Imagen: River Of WealthArtist (Peter Bono - Stock Illustration Source
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