Efectos de la pandemia: La desesperada migración de los elefantes en Tailandia tras el confinamiento

La pandemia por la Covid-19 no está afectando únicamente a las personas. Algunos animales son también víctimas colaterales del coronavirus. Este es el caso por ejemplo de los elefantes domesticados o adiestrados a la fuerza (en ocasiones a fuerza de malos tratos), que son empleados en las zonas turísticas de Tailandia. Con el cierre de las actividades y el frenazo económico, muchos de estos animales han quedado desatendidos por parte de los humanos y, lo que resulta mucho más grave, se han quedado sin comida.

Judith Vives

En Tailandia existen más de 3.000 elefantes domesticados, la mayoría de los cuáles en centros y parques que viven principalmente del turismo, uno de los motores de la economía tailandesa. Con la pandemia, estos paquidermos han tenido que emprender el camino de regreso a casa. 
Más de un millar de elefantes amenazados por el hambre han viajado a través de las colinas del norte de Tailandia, en una lenta migración hacia regiones donde puedan hallar comida.
Muchos de estos animales proceden de la aldea norteña de Huay Pakoot, donde generaciones de los llamados ‘mahouts’, o criadores de elefantes, han estado criando a estos grandes mamíferos durante cuatro siglos. Pero la gran mayoría de estos mahouts y sus elefantes se concentran alrededor del centro turístico de Chiang Mai, situado a 180 kilómetros de distancia, donde trabajan haciendo ealizando trucos para extranjeros en parques de atracciones o santuarios.
Ante el riesgo de morir de hambre, los mahouts decidieron llevarse los elefantes a casa, en lo que ha sido una larga y extenuante expedición. “Están cansados pero bastante felices. Tienen muy buena memoria. Parece que después de años de ausencia saben que finalmente vuelven a casa “, explica Chaiyaporn, un mahout de 15 años en declaraciones a la agencia AFP, después de llegar a Huay Pakoot.
”Una migración tan grande en un período de tiempo tan corto no tiene precedentes en este país”, explica por su parte Theerapat Trungprakan, presidente de la Asociación de Alianza de Elefantes de Tailandia.
Los elefantes son uno de los animales más maltrados y explotados turísticamente

Sin embargo, el regreso no ha sido fácil. Habitualmente, en Huay Pakoot hay menos de 10 elefantes. Pero en las últimas semanas la cifra ha superado los 90, que viven junto a 400 aldeanos. Esto ha obligado a talar los bosques que rodean el pueblo para dejar espacio para el cultivo de maíz y no hay nada para satisfacer las necesidades de un rebaño tan grande.
Algunos de estos paquidermos duermen detrás de las casas, pero la mayoría de los elefantes permanecen en el bosque por la noche, vigilados por sus mahouts. En ocasiones se escapan y deambulan por las propiedades agrícolas, arriesgándose a ser lastimados por personas que intentan defender sus cultivos. También se han reportado conflictos entre elefantes territoriales, con al menos dos heridos en una pelea.
Campaña de donaciones
Los elefantes, que pueden llegar a pesar más de tres toneladas y superar los dos metros y medio de altura, consume entre 200 y 300 kilogramos de comida al día.
Para los mahouts que hicieron el largo viaje a casa para evitar morir de hambre, encontrar plantas para cada elefante es todo un desafío. Comprar alimento en su lugar puede costar aproximadamente 500 baht al día (unos 13 euros), por lo que no está al alcance de estos cuidadores.
Por esta razón, hace unas semanas se inició una campaña de donaciones para ayudar a los paquidermo. La campaña fue iniciada por la asociación Thai Elephant Alliance, que congrega a diferentes centros turísticos de elefantes, con el objetivo de comprar comida y medicinas para estos mamíferos.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/natural/20200612/481713825191/desesperada-migracion-elefantes-tailandia.html - Imagen de portada: Los elefantes de las zonas turísticas vuelven a su hogar buscando comida (Archive / Archive)


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