EEUU: La gigantesca confrontación de clases que decidirá nuestro destino acaba de empezar...

Yorgos Mitralias

Puede ser que la caída de Renzi o el suspenso de las elecciones presidenciales en Austria hayan provocado últimamente grandes titulares de prensa y hayan dominado los debates, pero donde se juega nuestro destino no es en Roma o Viena, ni siquiera en París o Berlín, sino en Standing Rock, en la lejana Dakota del Norte, en Estados Unidos, en medio de tormentas de nieve y un frío polar [1]
 
Obviamente pocos han oído hablar de Standing Rock, ya que los medios europeos e internacionales están haciendo su trabajo. Esto no impide que unos veinte mil activistas (indios Sioux y sus partidarios, tres mil veteranos del ejército de Estados Unidos, ambientalistas, sindicalistas y gentes de izquierdas) libren allí, ahora –desde hace ocho meses (¡!)– la mayor batalla ecológica, y no solo ecológica, contra los gigantes del petróleo, su sistema financiero y el terrible aparato represivo de la superpotencia mundial. ¡Y, además, están ganando, al menos por ahora!

Pero hay más. Es una opinión compartida que en el lejano Standing Rock está surgiendo y tomando forma la oposición popular radical contra Trump y sus compinches, la oposición popular radical que librará mañana la batalla en nombre y por cuenta de todos nosotros contra este monstruo oscurantista, racista, reaccionario, islamófobo, antisemita, misógino, neoliberal, antiobrero, belicista y fascistoide encarnado por este grosero "presidente electo" multimillonario estadounidense. ¡Un monstruo que, nunca se olvide, no sólo nos amenaza a todos sin excepción, sino amenaza también al propio planeta!
Así que, si hay un lugar en la tierra donde se está escribiendo la historia, seguramente ese es Standing Rock, donde se concentran todos los grandes problemas de nuestro tiempo y donde los de arriba están enfrentándose a los de abajo, no sólo de los EEUU, sino también de todo el mundo. He aquí por qué hay momentos en esta lucha que adquieren dimensiones míticas y provocan la emoción más auténtica, como cuando, en nombre de los tres mil veteranos que habían llegado a Standing Rock, uno de ellos, hijo del ex comandante supremo de la OTAN, Wesley Clark jr., pide perdón de rodillas al jefe Lakota Sioux por el genocidio y el terrible daño que ha infligido a las naciones indias el estado blanco norteamericano y su ejército. Al ver estas extraordinarias imágenes [2], entendemos mejor por qué nos está prohibido verlas. Seguramente para que estas ideas, consideradas "peligrosas", no nos inspiren a todos nosotros, los oprimidos de la tierra, porque eso sí asusta a nuestros gobernantes.
Pero los heroicos activistas de Standing Rock no se enfrentan solos al monstruo capitalista. Además de los miles de sus compatriotas que muestran casi todos los días de un modo práctico su solidaridad en cientos de ciudades de todo el país, en los Estados Unidos están surgiendo decenas de luchas sociales y laborales que tienen como protagonistas al menos a una docena de movimientos radicales de masas. Como la “Fight for $15”, que se ha manifestado a principios de diciembre en 340 ciudades exigiendo la duplicación del salario mínimo de 8 a 15 dólares. 
Más allá de esta actitud de "ofensiva" totalmente inimaginable en nuestra Europa, donde, durante estos treinta años, se han perdido, de forma sistemática, hasta las batallas defensivas más básicas, lo que impresiona es la gran dimensión de este movimiento, que ha conseguido movilizar a una gran parte de los 68 millones (¡!) de trabajadores de América del Norte (por ejemplo, en el sector de la comida rápida) que ganan salarios de hambre.

No es casualidad que el movimiento “Fight for $15” se centre en el apoyo a los trabajadores latinos y afro-americanos, y que mantenga una estrecha colaboración, tanto con el movimiento de los pueblos indígenas en contra del oleoducto de Standing Rock, como con el gran movimiento radical de masas Black Lives Matter. En general, una característica importante de la multitud de movilizaciones que cubren todos los frentes de lucha sociales, económicos y políticos en los Estados Unidos es que trabajan estrechamente entre sí, formando un gran movimiento unitario sin precedentes en la historia del país. Un gran movimiento que, conservando su independencia, se refiere a Bernie Sanders y lo reconoce como figura emblemática de su lucha. Bernie no sólo es más popular y respetado que nunca, ahora parece ser el principal, si no el único, adversario o enemigo jurado de Trump. 
Independientemente de lo que uno puede pensar acerca de la posibilidad de reformar el Partido Demócrata, es un hecho que la propuesta reformadora de Bernie está ganando puntos en la democratización y la radicalización del partido. Y es un hecho que el "protegido" de Bernie, el senador negro, musulmán, pro-palestino y de izquierda (¡!) Keith Ellison está ganando terreno día tras día (el Sindicato Central de AFL-CIO acaba de concederle su apoyo) ¡y parece que va a convertirse en el nuevo presidente del Partido Demócrata!
Y terminamos con un recordatorio que consideramos útil para el lector. Teniendo en cuenta que la historia de Estados Unidos va al galope y que da lugar a una serie de tremendos eventos, muchos de los cuales tienen importancia mundial; teniendo en cuenta, también, que es prácticamente imposible analizar, ni siquiera enumerar, una lista de todos estos eventos, por más artículos que escribiésemos; y, por último, que los medios de comunicación europeos e internacionales intensifican su empeño, lo que ya es un esfuerzo sin precedentes, en desinformar, censurar o ignorar todos los avances históricos de América del Norte; teniendo en cuenta todas estas razones, sólo el seguimiento sostenido de esta movilización generalizada en Norteamérica, tan rica y variada, puede permitir al lector, incluso al lector de izquierda (y a otros activistas), formar su propia opinión y sacar sus propias conclusiones.
Eso es exactamente lo que hacemos a través del seguimiento diario de la actualidad política norteamericana y de los avances de todo tipo en el seno de ese movimiento social y obrero, que abarca textos, imágenes y vídeos, en Facebook, con la iniciativa «Europeans for Bernie's mass movement» https://www.facebook.com. Consulta dla, teniendo siempre en mente que el desenlace de esta gigantesca lucha de clases ya en marcha en los Estados Unidos, va a decidir el presente y el futuro de todos nosotros.

Notas: 1. Para tener una idea de la lucha durante meses por los "protectores de agua" heroicos de Standing Rock, ver el video: https://twitter.com/UR_Ninja/ 2. https://www.youtube.com/watch? Traducción de Liliana Pineda - Fuente: Rebelión
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La lucha de los nativos estadounidenses contra el oleoducto de Standing Rock resonó a nivel mundial


Escrito por Nidia Bautista

La manifestación llevada a cabo en la reserva Standing Rock en North Dakota, Estados Unidos, ha movilizado a cientos de tribus de nativos estadounidenses, como así también ha generado solidaridad alrededor del mundo. Las manifestaciones son en contra de la construcción del oleoducto Dakota Access, un proyecto multimillonario que transportaría casi medio millón de barriles de petróleo por día por el norte de los Estados Unidos. El oleoducto podría contaminar el río Missouri, una fuente de agua clave para la región. Además, pasaría por un importante cementerio Sioux.

A pesar de que el gobierno de los Estados Unidos informó, a principios de mes, que no aprobaría el usufructo (derecho a cruzar o hacer uso de tierras ajenas) para que el oleoducto Dakota Access pase por debajo del lago Oahe, la lucha continuó. El anuncio mencionaba que era necesario hacer un análisis más profundo y que se elaboraría una Declaración de Impacto Ambiental. Los manifestantes dijeron que tienen planeado permanecer en los campamentos establecidos sobre el límite norte de la reserva.
Las manifestaciones en Standing Rock comenzaron en abril del 2016, cuando miembros de la tribu Sioux de dicho lugar sentaron un campamento para bloquear la construcción. Conocidos como los “protectores del agua”, debido a su compromiso para proteger el río Missouri de una posible contaminación por la construcción del oleoducto, los activistas han implementado tácticas pacíficas para luchar contra la construcción del mismo.
Sin embargo, en los últimos meses, la policía ha atacado sus campamentos tirándoles gas lacrimógeno, disparando balas de goma y rociándolos con agua helada. Además, también ha estado utilizando varios medios de vigilancia para identificar quién participa de las manifestaciones y qué hacen exactamente en los campamentos.
Solidaridad desde todo el mundo
Bajo los lemas de batalla #NoDAPL (no al oleoducto Dakota Access) y #WaterIsLife (el agua es vida), los activistas han aunado esfuerzos de solidaridad en todo el mundo; desde grupos como el movimiento Black Lives Matter (Las vidas de los negros importan) y Code Pink (Código Rosa) de EE. UU. –que se oponen a la violencia y al racismo hacia los afroestadounidenses– hasta activistas de Medio Oriente e indígenas de Nueva Zelanda y Latinoamérica.
El apoyo a Standing Rock ha crecido masivamente en los últimos meses, gracias a quienes organizan protestas solidarias en Palestina, Marruecos y decenas de ciudades alrededor del mundo. Se han enviado observadores de las Naciones Unidas a Standing Rock para vigilar los abusos a los derechos humanos. También muchas otras personas, incluyendo veteranos de la armada de EE. UU., han visitado los campamentos para ofrecer su apoyo a los protectores del agua.
En octubre, fuentes locales informaron que el departamento de policía del condado de Morton estaba haciendo un seguimiento de los ingresos a Facebook de los manifestantes con el objetivo de vigilar sus actividades. Esto llevó a que más de un millón de personas ingresaran a la página de Standing Rock para entorpecer dicho objetivo. A pesar de que el departamento de policía negó estar usando los registros de ingreso a Facebook para vigilarlos, el gesto demostró, aun así, el sentimiento generalizado de solidaridad que la gente estaba expresando por los manifestantes a nivel mundial.
Los activistas indígenas de todo el mundo también han mostrado su apoyo a Standing Rock. En octubre, mujeres mayas de Guatemala viajaron al lugar con el objetivo de forjar la solidaridad entre los pueblos indígenas que luchan contra el racismo medioambiental y en defensa de la tierra y del territorio. La defensa de la tierra y de la vida contra la amenaza de destrucción del medio ambiente tiene una larga historia en Guatemala, mientras la represión del gobierno hacia los movimientos y pueblos indígenas continúa hasta hoy.
"Ustedes están iluminando un camino para nuestro pueblo. Tienen una tremenda responsabilidad y un don, en este momento, para unir a tanta gente. Manténganse fuertes. Sean fuertes. Tienen allegados por todo el mundo que los apoyan. Y aunque sea por un breve momento, lo llevaremos con nosotros y quedará para siempre en nuestra memoria y en nuestros corazones".
También han visitado el lugar otros prominentes líderes de movimientos indígenas latinoamericanos, tales como el panameño Cándido Mezúa Salazar, miembro de la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques.
En una entrevista con el diario español El País, Salazar habló sobre la importancia de la solidaridad indígena, especialmente en lo que concierne a asuntos de justicia medioambiental en la región. “Existen vínculos históricos entre las comunidades indígenas del norte, centro y sur, y ha habido varias instancias de cooperación entre nuestros pueblos”, dijo Salazar.
También agregó: Hemos estado luchando durante años para que se respete nuestro vínculo con nuestras tierras y para que se reconozcan nuestros derechos.

Fuente: https://es.globalvoices.org/2016/12/30/la-lucha-de-los-nativos-estadounidenses-contra-el-oleoducto-de-standing-rock-resono-a-nivel-mundial/Traducido porNatalia Rossi-  Ilustración de Nicolas Lampert:  “EL AGUA ES VIDA”. Disponible para su distribución a través de la cooperativa de artistas Justseeds con base en EE. UU. - Imagen:
laprensasonoma.com

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