Un robot logra entrar por primera vez en el reactor altamente radiactivo de Fukushima

El aparato ha detectado un nivel de radiación de 7,8 sieverts por hora dentro de la vasija de contención primaria, compartimento que almacena el núcleo del reactor nuclear y 
lo separa del exterior.

Un robot ha logrado por primera vez medir los altos niveles de radiactividad dentro del reactor 1 de Fukushima, además de captar imágenes del mismo, pasos necesarios para su futuro desmantelamiento, informó hoy la operadora de la planta. El dispositivo, autopropulsado y manejado por control remoto, es el tercero que trata de analizar el interior de la vasija de contención del reactor 1 y ha completado con éxito la primera parte de su misión tras superar unos problemas técnicos, explicó en un comunicado Tokyo Electric Power Company (TEPCO). El aparato ha detectado un nivel de radiación de 7,8 sieverts por hora dentro de la vasija de contención primaria, compartimento que almacena el núcleo del reactor nuclear y lo separa del exterior.
 
TEPCO señaló que el efecto de esta radiación "se protege con los muros y su cobertura de acero" de la vasija, y precisó que "no se ha detectado ningún impacto" en el exterior de la unidad atómica número 1 de la planta.
Una dosis de un solo sievert al día puede causar daños graves en la salud humana y hasta la muerte, por lo que los niveles estimados en el interior de las instalaciones nucleares imposibilitan el acceso de operarios humanos e incluso dañarían aparatos electrónicos.
TEPCO explicó que los 7,8 sieverts por hora suponen la primera medición del nivel de radiactividad dentro de la vasija del reactor, lo que "no significa que se haya producido ningún nuevo fenómeno" en el corazón del reactor.
Asimismo, el robot captó fotografías y vídeos de la plataforma que rodea al núcleo del reactor, junto con otras mediciones que "no reflejan cambios significativos" en el interior de la unidad 1.
El aparato seguirá realizando mediciones en los próximos días con el objetivo de determinar la supuesta presencia de combustible fundido que pudo filtrarse desde el núcleo del reactor hasta el fondo de la vasija de contención, algo que hasta ahora no se ha podido confirmar.
Evaluar las condiciones en el interior del reactor es un paso necesario para elaborar un plan sobre la futura retirada del combustible nuclear, aunque esta tarea se ve dificultada por los niveles mortales de radiactividad dentro de las instalaciones nucleares.
Otro aparato enviado el mes pasado por TEPCO adentro de la unidad 2 también quedó obturado y su electrónica resultó dañada por la radiactividad, aunque las imágenes que recogió aportaron información relevante sobre las condiciones del reactor.
Los reactores 1, 2 y 3 sufrieron fusiones parciales de sus núcleos a raíz del desastre que originó el terremoto y el tsunami de marzo de 2011, y conocer el estado exacto de las barras de combustible radiactivo es fundamental para su manejo y retirada.
La crisis atómica de Fukushima, desencadenada por el terremoto y posterior tsunami que azotaron hace seis años el nordeste del archipiélago japonés, es considerada el peor accidente nuclear desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986.

Fuente e imagen: Central de Fukushima (EFE)  - Publico.es
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España: Un “tsunami popular” alerta de que la vetusta central nuclear de Garoña puede convertirse en otra Fukushima
Miles de personas recorren las calles de Vitoria para exigir el desmantelamiento de la polémica central nuclear. “Lo de hoy marcará un antes y un después: 
vamos a estar vigilantes y denunciaremos cada uno de los postureos 
que se vuelvan a repetir”, advierten los organizadores
Danilo Albin

Hay casualidades imposibles de obviar. La misma tarde en la que Mariano Rajoy hacía un brindis en Vitoria junto a sus compañeros del PP vasco, una multitud tomaba las calles de esa misma ciudad para exigirle al gobierno que descarte por cualquier vía la reapertura de la central nuclear de Garoña. Los reclamos y temores tienen fundamento: el Consejo de Seguridad Nuclear ha dado su visto bueno a la puesta en marcha de esa infraestructura, ubicada a 43 kilómetros de la capital alavesa.
 
La manifestación celebrada este sábado había sido convocada por Araba sin Garoña, una iniciativa que trata de poner freno a los planes del CSN. Entre otras razones, los componentes de este colectivo argumentan que esta vieja planta pondría en grave peligro a varios miles de personas, además de significar una seria amenaza para el medio ambiente. Programada en 1971 para tener una vida útil de 40 años, la polémica central estuvo en funcionamiento hasta 2012. Su dueña, Nuclenor, quiere reabrirla, algo que el CSN permitiría a cambio de aplicar algunas mejoras.
"Hermana gemela" de Fukushima
Los parentescos de Garoña son aterradores: la instalación burgalesa es considerada por los expertos como la “hermana gemela” de Fukushima. No en vano, el nombre de la accidentada infraestructura japonesa ha estado muy presente en la movilización de este sábado en Vitoria. “Hoy, con este tsunami humano, queremos derribar el muro detrás del que se esconden los defensores de la reapertura” de esta central, afirmó el militante ecologista y portavoz de Araba sin Garoña, Alberto Frías.
En las últimas semanas, ese espíritu tomó forma de manifiesto. A través de una declaración, cien personalidades alavesas de distintos ámbitos reclamaron a las instituciones que hagan todo lo que esté a su alcance para evitar la temida reapertura. En plenas negociaciones entre PNV y PP para sacar adelante los presupuestos vascos –lo que podría tener su reflejo en las cuentas del Estado, que podrían recibir el apoyo de los cinco diputados nacionalistas en Madrid-, los firmantes reclamaron el “compromiso expreso de poner el cierre de Garoña encima de la mesa de negociaciones”.
“Para ello, emplazamos a los partidos políticos con representación en Álava a supeditar cualquier eventual acuerdo con el gobierno del Partido Popular, a que la preceptiva orden ministerial sea contraria a la reapertura de la central”, exigieron. “Para la ciudadanía alavesa –advirtieron- sí existe una línea roja: la del respeto a la voluntad popular mayoritaria que lleva años exigiendo el cierre definitivo de esta central nuclear”.
Ese reclamo se hizo sentir en las calles de Vitoria, y también en el campo del Alavés. “Ahora mismo en Mendizorroza se está escuchando el grito 'Nuklearik Ez' (Nucleares No)”, avisó Frías la multitud que desbordaba la Plaza de la Virgen Blanca, al punto de convertir esta manifestación en la más numerosa de las celebradas hasta ahora por el movimiento ciudadano contra Garoña.
“Estaremos vigilantes”
“Esta situación delirante y espeluznante no solo es posible por la política del PP, que cambió la legislación ad hoc y convirtió al CSN en un apéndice del propio Gobierno, sino también por la inacción del resto de partidos, que dicen defender en público el cierre definitivo de Garoña pero en la práctica no han puesto los instrumentos necesarios sobre la mesa”, denunció Frías durante esta movilización, que contó con el respaldo de la mayoría de sindicatos, así como de EH Bildu, Podemos, Ezker Anitza o PSE. 
En tal sentido, el portavoz de Araba Sin Garoña aseguró que la histórica manifestación de este sábado “marcará un antes y un después” en la lucha de este colectivo. “Vamos a estar muy vigilantes, y denunciaremos cada uno de los postureos que se vuelvan a repetir”, advirtió.

Fuente: publico.es - Imagen: Cientos de ciudadanos y representantes de partidos, sindicatos y diversos colectivos sociales durante la manifestación en Vitoria para exigir el cierre definitivo de la central nuclear Garoña.- EFE/ADRIÁN RUIZ DE HIERRO

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