Argentina: Para que la tierra de Ramona Bustamante sea una escuela agroecológica y campesina


Ramona Orellano de Bustamante es el nombre de la abuela que hizo historia al resistir un desalojo en el campo que la vio nacer y morir. Su ejemplo, desde Córdoba, fue emblema de la lucha por la tierra frente al avance empresario. El Movimiento Campesino de Córdoba es parte de una causa judicial para que esas hectáreas sean de uso comunitario para la educación rural y la producción de alimentos.

Fotos de: Federico Bareña

Ramona semilla. Ramona maestra. Ramona defensora. Todas esas significaciones que tuvo la vida de Ramona Orellano de Bustamante se sostienen como un árbol que se niega a ser arrancado y la savia de la resistencia circula entre quienes aprendieron de ella a proteger la tierra. El Movimiento Campesino de Córdoba (MCC) integra, junto a otras organizaciones, la fundación que lleva el nombre de la campesina que fue (y es) emblema de lucha rural. A cuatro años de su fallecimiento, reclaman que parte de las tierras que le pertenecieron sean destinadas a la creación de una escuela agroecológica.
Ramona es un símbolo de la vida campesina en el norte de Córdoba. En 2003 fue desalojada con violencia del campo en el que vivió por más de 50 años. Los impulsores de la medida fueron dos empresarios: los hermanos Scaramuzza. Argumentaban que ella había firmado una cesión en la década del 90. “Nunca firmé un papel a nadie”, respondía Ramona. Ese primer desalojo fue el inicio de muchos intentos de desterrarla del campo donde había crecido. Pero ella resistió, firme y allí —pese a los intentos de la Policía y de los empresarios— falleció en 2021. El campo, de 236 hectáreas, esta ubicado en el paraje Las Maravillas, a 200 kilómetros del noroeste de la ciudad de Córdoba.
"Para quienes integramos el Movimiento Campesino de Córdoba, el seguir está lucha de más de veinte años por el campo de 'La Ramona' significa seguir sosteniendo la bandera de la soberanía alimentaria, de la lucha por la tierra y la bandera del campesinado. Ramona sigue viva en esa tierra, que para nosotros y nosotras es bandera, semilla y memoria", explica Sofía Sánchez, del MCC.

”Ramona es una semilla que ha sido escuela”, afirma Victoria Gauna, quien fue su abogada y sigue la causa judicial.
Su hijo, Orlando Bustamante, contaba: “Desde que tengo uso de razón he vivido en estas tierras, con mis hermanos, con mi madre, con mi padre”. Él denunciaba lo que ocurría con otras familias campesinas de la zona: “A la gente le ofrecen casas en el pueblo pero los empresario se quedan con la tierra. Hemos nacido en esta tierra y queremos morir en esta tierra”. Orlando falleció en ese mismo campo en noviembre de 2023.
En mayo pasado se realizó una audiencia de mediación en la Cámara de Deán Funes entre los Scaramuzza y representantes de la Fundación Ramona Orellano de Bustamante. El fin fue lograr un acuerdo de cesión sobre las tierras para concretar la escuela de agroecología. Si bien no se logró el objetivo, la Fundación mantiene las instancias de mediación y busca los recursos necesarios para concretar el proyecto. La causa está a la espera de un fallo de la Cámara de Deán Funes.
Proteger el monte nativo y trabajar la tierra
La Fundación está conformada por personas que, desde 2004, colaboran con la causa de Ramona. Y está abierta para todos los que quieran ser parte de la iniciativa. “En ese lugar hay una semilla de lucha que irradia a todo el norte de Córdoba. Ese campo es un emblema. Si se destruye ese lugar, o si lo ocupa la familia Scaramuzza, sabemos que van a desmontar y no queremos que eso suceda. Ese monte tiene que seguir teniendo biodiversidad. Y una de las formas que encontramos para que siga teniendo vida es que sea una escuela agroecológica”, describe Gauna

El campo está ubicado cerca de la entrada del Parque Nacional de Ansenuza. Uno de los objetivos es que la escuela agroecológica se articule con el Parque. “A partir de la escuela podemos trabajar otras formas de ver el territorio, donde hoy existen mayormente campos de oleaginosas (soja, maíz)", señala.
En Córdoba queda solo el tres por ciento de monte nativo debido a la deforestación ligada al avance de la frontera agropecuaria. Pero el campo de Ramona sigue vivo, con árboles nativos, cabras y ovejas. La forma de producir expresa una visión que comprende la ruralidad con gente y con producción de alimentos sanos. “En los campos de alrededor no están sus propietarios, ellos viven en las ciudades, bien alejados. Entonces no les importa si ponen transgénicos y echan venenos. Ese es el problema de pensar la producción como un commodity de exportación y a la tierra como un bien de mercado”, dice Gauna. Y añade que la intención es la gente siga en los campos y produzca de manera sana.

El camino de Ramona Orellano de Bustamante
Ramona Orellano de Bustamante nació y creció en el Paraje La Verde (hoy llamado Las Maravillas). Desde muy chica se hizo cargo de las cabras y de sus hermanos. Al campo en disputa lo habían comprado sus padres (Eusebio Orellano y Dionisia Orona). Pero al no estar casados legalmente el inmueble solo quedó a nombre de Eusebio.
Ramona, al casarese, se asentó en el otro extremo de la casa materna, dentro del mismo campo. El conflicto comenzó en 1983, cuando Rosa Suárez (la segunda esposa del papá de Ramona) inició una declaratoria de herederos y excluyó a Ramona. Luego realizaron una venta simulada a Hugo Piatti y luego fueron adquiridas por los hermanos Juan Carlos y Edgardo Scaramuzza. Pero ni Piatti ni los Scaramuzza tomaron posesión del inmueble.
En 1992 los hermanos Scaramuzza hicieron firmar a Ramona Orellano un convenio de desocupación del campo. El 30 de diciembre de 2003 se efectivizó el primer desalojo. Ella se volvió a instalar en su campo y el 23 de enero de 2004 se produjo el segundo desalojo, muy violento, con destrucción de las fuentes de agua, la vivienda y la producción. “Me tiraron a la calle y no me tendrían que haber tirado porque no es de ellos”, afirmaba Ramona.
La campesina presentó una denuncia por estafa contra los Scaramuzza ante los tribunales de Deán Funes. Argumentó que ni ella ni su hijo conocían el contenido del convenio de cesión: jamás se lo dejaron leer. Pero el Poder Judicial absolvió a los hermanos Zcaramuzza en 2009. En 2014, los empresarios la demandaron. En el juicio se probó el derecho de posesión de Ramona, pero en 2021 los tribunales Primera Instancia fallaron en su contra.
Luego de apelada la sentencia, Ramona falleció el 18 de junio de 2021. La situación jurídica actual es de un expediente en apelación. Los empresario Scaramuzza solicitaron la ocupación del campo y desde la Fundación Ramona Orellano de Bustamante y el MCC exigen que el predio quede para uso campesino. "Sostenemos que la tierra de Ramona es de todos y todas. Ese campo tiene que ser de uso comunitario y seguir sosteniendo el camino de la producción y la soberanía alimentaria", afirmó Sánchez.

Fuente: https://agenciatierraviva.com.ar/para-que-la-tierra-de-ramona-bustamante-sea-una-escuela-agroecologica-y-campesina/

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