Europa: 9 de cada 10 muertes en Madrid por la reciente ola de calor se atribuyen al cambio climático
El cambio climático estuvo detrás de casi 400 muertes en Madrid y Barcelona ocurridas durante la primera ola de calor del verano, según un estudio de atribución rápido: El pasado 28 de junio arrancó la primera ola de calor del verano en España. Días antes, en muchas partes de Europa, los termómetros ya se habían disparado hasta valores anormales para un mundo sin calentamiento global. Pero ese mundo no existe ya, y las temperaturas extremas se cobraron la vida de al menos 2.304 personas en 12 ciudades del continente.
Eduardo Robaina
De encontrarnos todavía en un mundo sin cambio climático impulsado por las actividades humanas, las personas fallecidas hubiera rondado las 799, lo que significa que el cambio climático estuvo detrás del 65 % de las muertes prematuras, acorde al estudio de atribución rápido realizado por 14 investigadores del Imperial College de Londres, la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, la Universidad de Berna, el Instituto Meteorológico Real de los Países Bajos y la Universidad de Copenhague, todos ellos bajo el proyecto World Weather Attribution.
El cambio climático triplicó las muertes durante la reciente ola de calor en Europa
1.505 de las 2.304 muertes registradas en 12 ciudades entre el 23 de junio y el 12 de julio se atribuyen al cambio climático.
Dos de las urbes estudiadas fueron Madrid y Barcelona. En la capital española, las temperaturas se elevaron casi 4 ºC más de lo habitual y se contabilizaron un total de 118 muertes por calor, de las cuales 108 se atribuyen al cambio climático, un 90%, más que ninguna otra analizada. En la ciudad condal, con 3 ºC de calentamiento, se registraron 340 víctimas mortales por calor, de las que 286 fueron impulsadas por el cambio climático, es decir, un 84%.
El estudio estima que se espera que Madrid sufra episodios de calor como este cada año, mientras que en el caso de Barcelona dan un periodo de retorno de 20 años.
Las muertes por temperaturas extremas no suelen tener un gran impacto mediático y no se es consciente de su importancia. En este sentido, el equipo del WWA evidencia el impacto del calor al comparar las muertes que se registraron en eventos recientes como la DANA de Valencia (con unas 230 muertes) o las inundaciones de Europa noroccidental en 2021 (con 243 muertes).
En cuanto al perfil de las personas fallecidas, el 87% eran mayores de 65 años, lo que resalta cómo quienes tienen condiciones de salud preexistentes corren mayor riesgo de fallecer prematuramente durante olas de calor. Aun así, hay que destacar que hubo al menos 43 muertes en el grupo de 20 a 44 y 253 en el de 45 a 65 años, lo que evidencia que nadie está a salvo.
Para el estudio se analizaron un total de 12 ciudades de Europa durante diez días de calor, entre el 23 de junio y el 2 de julio. Los investigadores estimaron el número de muertes utilizando métodos revisados por pares y concluyeron que las cifras son conservadoras y podría haber alcanzado decenas de miles.
Para llegar a las cifras publicadas, primero usaron datos meteorológicos históricos para comprender cómo habrían sido las temperaturas en un mundo que no hubiera sido calentado en 1,3 °C. Posteriormente, los investigadores usaron estudios revisados por pares sobre la relación entre el calor y el número de muertes diarias, independientemente de la causa, en las ciudades analizadas. Combinaron estas funciones de riesgo de mortalidad para estimar el número de muertes relacionadas con el calor tanto en la reciente ola de calor como en un evento hipotético más fresco durante esos diez días.
El cambio climático provocó un enorme aumento de las muertes durante la ola de calor en 12 ciudades europeas
En Barcelona y Madrid se atribuyen al cambio climático un total de 394 víctimas mortales.
Este estudio de atribución –el primero que estima las muertes por calor en exceso causadas por el cambio climático– muestra cómo aumentos relativamente pequeños en las temperaturas más altas pueden provocar enormes repuntes de mortalidad cuando el calor sobrepasa la capacidad de personas con afecciones de salud preexistentes, como enfermedades cardíacas, diabetes y problemas respiratorios, como ya se ha identificado en estudios previos. También se resalta cómo el calor es una amenaza poco reconocida: la mayoría de las muertes por calor ocurren en domicilios y hospitales, fuera de la vista pública, y rara vez se reportan, explican los investigadores.
Así lo apunta el doctor Malcolm Mistry, profesor adjunto de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y uno de los autores del estudio: «Aunque en España, Francia e Italia se ha informado de un puñado de muertes, se espera que miles de personas más hayan fallecido como consecuencia de las temperaturas abrasadoras y que sus muertes no se registren como relacionadas con el calor”.
Los autores del análisis ponen en valor los “avances significativos” de Europa respecto a la elaboración de planes de acción frente al calor, pero alertan de que se necesitan estrategias a largo plazo para reducir el efecto isla de calor urbano –como la expansión de espacios verdes y azules– junto con medidas a corto plazo, como refugios climáticos y sistemas de apoyo formal para las poblaciones vulnerables.
“Este estudio pone de relieve un hecho simple: quemar más petróleo, carbón y gas matará a más personas”, denuncia la doctora Friederike Otto, profesora de Ciencias del Clima en el Centro de Política Ambiental del Imperial College de Londres y la responsable del World Weather Attribution.
Fuente: https://climatica.coop/muertes-madrid-barcelona-ola-de-calor-cambio-climatico/ - Imagen: Dos personas caminan bajo las nuevas lonas instaladas en la Puerta del Sol de Madrid para hacer frente a las altas temperaturas. Foto: David Canales/SOPA Images vía Reuters