Cuatro acciones radicales que sí frenarían el cambio climático

•    Las decisiones personales que evitan más emisiones son tener menos hijos, no tener coche y no hacer vuelos largos en avión

Por: Joaquim Elcacho

La lucha contra el cambio climático se puede llevar a cabo desde muchos ángulos. Por una parte, las decisiones políticas y económicas de escala global -como el Acuerdo de París- pueden ayudar a reducir las emisiones de gases que provocan el incremento de las temperaturas. Además, las acciones y comportamientos personales de cada uno de los habitantes del planeta pueden contribuir también a hacer frente al cambio climático global. Un equipo de investigadores de la Universidad de Lund (Suecia) ha analizado diversos estudios publicados en los últimos años en los que se ofrecen cálculos sobre algunas acciones individuales que pueden tener efectos en la lucha contra al cambio climático.
Reducir el número de hijos se asocia a una menor emisión de gases de efecto invernadero

La primera conclusión es que los gobiernos y las escuelas en los países desarrollados no dan suficiente importancia a las acciones personales que realmente supondrían un mayor beneficio en la acción climática. El estudio de los expertos suecos, en cambio, destacan la necesidad de dar a conocer los cálculos sobre algunas de estas medidas realmente efectivas.
Los resultados de este trabajo han sido publicado en la revista Environmental Research Letters (ed. 12 de julio) y, entre las posibles críticas destaca el hecho de que las propuestas presentadas son radicales y polémicas; además de difíciles de llevar a la práctica.
Escala de valores
De las acciones analizadas, las que suponen mayores reducciones de emisiones son tener menos hijos, no tener coche, no hacer vuelos largos en avión y comer solo productos vegetales
Por orden de importancia, las cuatro acciones personales que más ayudarían a combatir el cambio climático, según este grupo de expertos, sería: Tener menos hijos (un hijo menos por familia), no tener coche, no viajar en avión (vuelos transatlánticos ) y tener una dieta vegetariana.
Los investigadores suecos han analizado 39 estudios en los que se calcula el potencial de una gran diversidad de acciones personales y estilos de vida para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Este análisis exhaustivo identifica las acciones que los individuos podrían tomar que tendrán el mayor impacto en la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero. En el caso de la opción de tener menos hijos, el estudio que ahora se presenta se basa en datos de un estudio de 2009 en el que se calculaba la reducción de emisiones que se asocia a tener un hijo menos por familia en las sociedades industrializadas.
El profesor Seth Wynes, autor del estudio junto a Kimberly Nicholas, recuerda que existen muchas elecciones o decisiones personales que afectan al cambio climático pero no todas ellas tienen un impacto decisivo. “Para dar un paso adelante en defensa del clima, es necesario saber cómo nuestras acciones pueden tener el mayor impacto posible; y esta investigación se trata de ayudar a las personas a tomar decisiones mejor informadas”.
Aerogeneradores, parque de energía eólica en Costa Rica

”Hemos descubierto que hay cuatro acciones que podrían resultar en disminuciones sustanciales en la huella de carbono de un individuo: comer una dieta basada en vegetales, evitar viajes aéreos, vivir sin coche y tener familias más pequeñas”, indica Seth Wynes, también profesor en la Universidad de British Columbia (Canadá).
”Por ejemplo, vivir sin coche particular evita [como promedio] la emisión anual de 2,4 toneladas de CO2 equivalente [medida estándar de las emisiones de gases de efecto invernadero], mientras que comer una dieta basada en vegetales ahorra 0,8 toneladas de CO2 equivalente al año”, indica .
”Por lo tanto, las acciones que se destacan en el nuevo estudio tienen mucho más potencial para reducir las emisiones que las estrategias comúnmente promovidas, como el reciclaje integral (que es 4 veces menos eficaz que una dieta basada en plantas) o el cambio de bombillas domésticas (8 veces menos eficaces)”.
Más conocidas, menos efectivas
Cambiar las bombillas de casa es una propuesta muy conocida y difundida pero, de forma personal, aporta escasas ventajas contra el cambio climático
En total, en este estudio se mencionan siete acciones personales que supondrían -a escala global- reducciones anuales superiores a 0,8 toneladas de CO2 equivalentes al año. Además de las cuatro principales ya mencionadas, en el estudio se indican utilizar exclusivamente energía procedente de fuentes renovables, comprar y utilizar vehículos más eficientes, y dejar de utilizar incluso los vehículos eléctricos (porque se alimentan de electricidad parcialmente producida con tecnología contaminante).
Después de estas siete acciones de mayor impacto, el estudio indica otras cuatro acciones con efectos moderados en la lucha contra el cambio climático (entre 0,2 y 0,8 toneladas de CO2 equivalente al año): reemplazar el vehículo de gasolina o gasoil por un coche híbrido, lavar la ropa con agua fría, reciclar los residuos y lavar a mano.
Simulación de la futura planta flotante de energía solar en Ymakura, Japón 

Los autores del estudio consideran que ni los manuales escolares canadienses ni los recursos gubernamentales de países de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá y Australia ponen de relieve las cuatro acciones que se consideran de mayor importancia, y por contra se centran en pequeños cambios que incluso sumados tiene un potencial mucho menor para reducir las emisiones.
La coautora del estudio, Kimberly Nicholas, reconoce que las opciones que se destacan en su estudio suponen “opciones profundamente personales”, pero asegura que “no podemos ignorar los efectos que nuestro estilo de vida tienen en el cambio climático”. “Los jóvenes que ahora están estableciendo sus patrones de vida deben se conscientes de las acciones que pueden tener más impacto en el clima”, indica Kimberly Nicholas.

El gráfico publicado por los autores del estudio muestra, de mayor a menor, las acciones que producen una mayor reducción de emisiones de CO2 equivalente. Desde tener un hijo menos, vivir sin coche particular, evitar los vuelos transatlánticos en avión o comprar energía renovable. Las marcas horizontales (mean regional value) indican el valor de estas acciones en algunos de los países estudiados.

Artículo científico de referencia:
The climate mitigation gap: education and government recommendations miss the most effective individual actions. Seth Wynes and Kimberly A Nicholas. Environmental Research Letters, Volume 12, Number 7. Published 12 July 2017 -  Dejar de tener coche particular es la segunda acción personal con mayores beneficios para el clima (Herianus / Getty Images) -  (Nicolas Asfouri / AFP) (ICE) (Kyocera)

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