Día Mundial de la Población: saquemos del armario el tema de la sobrepoblación





El 11 de julio es el Día Mundial de la Población, declarado por Naciones Unidas en 1989  para aumentar el nivel de conciencia sobre los asuntos de la población global. Tristemente, no parece haber mucha concienciación ahí fuera. De los 6,77 billones de personas en el planeta, demasiada poca gente tiene el coraje o la conciencia para evaluar o hacer algo al respecto. La sobrepoblación es la proverbial paja en el ojo.
Entre los científicos existe un acuerdo extendido de que hemos sobrepasado nuestra capacidad de carga. Según el Global Footprint Network, harían falta 1.3 planetas Tierra para satisfacer sosteniblemente las necesidades de nuestra población actual a los niveles presentes de consumo y derroche. De seguir con la actual tendencia ascendente de consumo y población, por el 2035 precisaremos dos Tierras, lo que significa que no estamos actuando de manera sostenible. Estamos agotando aquello que nosotros y las futuras generaciones necesitarán.
El ritmo en el cual agotamos los recursos está representado comúnmente en la famosa ecuación IPAT, desarrollada por Paul Ehrlich y John Holdren. De manera resumida, afirma que el impacto humano es igual al consumo per cápita multiplicado por la población. No hace falta ser un genio de las matemáticas para explicar que en esta ecuación, en la que el incremento continuo, bien sea del consumo o bien de la población, se requerirá una igual disminución en uno de los dos con el fin de evitar el incremento del impacto humano en nuestros ecosistemas y recursos base.
O quizás sí hará falta, puesto que ignoramos demasiado a menudo el papel que desempeña la población en la ecuación. No es políticamente correcto proponer que la humanidad y el mundo en el que vivimos se beneficiaría enormemente estabilizando o reduciendo incluso nuestra población total. Haremos lo que sea para evitar abordar este tema. Tiraremos de la cadena otro día más, respiraremos aire tóxico, destruiremos la pesca y nos arriesgaremos con energías nucleares o carbón 'limpio'. Verteremos millones de dólares en esfuerzos por restablecer ríos y riachuelos, por proteger las especies en peligro de extinción o desarrollar fuentes de energía alternativas. Sin embargo, no difundiremos la palabra de que limitando voluntariamente el volumen de las familias sería una forma prudente y efectiva de movernos hacia un equilibrio sostenible.
El alcalde de Londres Boris Johnson captó esta contradicción en una declaración publicada en el The Daily Telegraph en octubre de 2007 (antes de que fuera elegido alcalde), resumiendo en pocas palabras  que la sobrepoblación global es el verdadero fondo:
... que el único reto principal no es el calentamiento global. Este no es más que un desafío secundario. El principal desafío con el que se enfrenta nuestra especie es la reproducción de nuestra propia especie.
El pasado año, Naciones Unidas revisó su pronóstico ascendente, prediciendo que en el 2050  habrán 9,2 billones de personas  y simplemente no logro entender porque nadie discute este desastre inminente y porque ninguna declaración en el mundo tiene las agallas para tratar el tema con la gravedad que merece este asunto.
En nuestras propias comunidades y gobiernos locales se emiten de manera sistemática avisos sobre la necesidad de construir más autopistas, expandir el tránsito en masa, alternar el uso de las prácticas en la tierra, construir más presas y plantas energéticas, sin dudar en aumentar los impuestos en un esfuerzo por alojar el crecimiento de la población. Siempre alojando la población. En realidad, en muchos casos, estamos alentando e incentivando el crecimiento de la población,  sin tener nunca la voluntad de hacer algo por abordarlo.
Este año, el 11 de julio, el Día Mundial de la Población, decidamos hablar  de la sobrepoblación global. Empecemos a reconocer que nuestras comunidades, nuestros estados e incluso nuestras naciones, tienen políticas que incentivan el crecimiento de la población. Saquemos del armario el crecimiento de la población de manera que todas estas entidades empiecen a moverse hacia políticas sostenibles de la población que tengan como objetivo estabilizar e  incluso, reducir las poblaciones.
(De dailykos.com, por Growthbuster) Trad: oceansentry.org

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