CHILE: En Diario de Agustín se denomina como “Eco Indigenista” la trascendental Cumbre por Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra en Bolivia





Articulista dice que propuestas en Cochabamba son radicales y utópicas / No podía esperarse otra cosa que una publicación así apareciese en un medio, cuyos escritos históricamente han servido como instrumento constante para formular la cara política e ideológica de una dominación económica en sus distintas fases de expansión: El ultra capitalismo y el fascismo, sostenido bajo la brutalidad, la sobre explotación, la violencia, la contaminación, la ignorancia, la avaricia, la codicia, la intolerancia, la discriminación, el lucro insaciable y la Muerte. Ojalá algunos de esos circulos se eduquen y logren reinventarse y tengan algo de altruismo para tratar temas que son trascendentales.



A modo de referencia, en uno de los diarios de Agustín Edwards, uno de los principales poderes fácticos del mega saqueado estado chileno, un articulista dice sobre la cumbre en Bolivia: “Más allá de las legítimas demandas de pueblos originarios y la deuda que los estados puedan tener con ellos, sólo vemos propuestas radicales y utópicas, sin posibilidad alguna de transformarse en programas que permitan a miles de habitantes de zonas indígenas acceder a una mejor calidad de vida, salud, educación. Lamentablemente, hoy muchos pueblos indígenas están viviendo en el barro, cuando bajo él hay una mina de oro, que puede contribuir a su bienestar y al de su país"...


Articulista En el Blog del Diario La Segunda, del Empresario Agustín Edwards, dueño también del Mercurio, señala que propuestas son radicales y utópicas, escribe un articulista de la Corporación Oikos, Carlos Martínez. Lo utópico, es seguir creyendo que el modelo que ellos han mantenido, promueven y defienden, podrá seguir proyectándose, ya que es absolutamente inviable e inverosímil. Las industrias extractivas, más allá de lo que no pueden ver los empresarios capitalistas, que es la fuerza y la espiritualidad que existe en la madre tierra, en la naturaleza y de lo que significa destruir su ser y esencia, y que son bienes, hay una cuestión de sentido común que quizás en algún momento los haga entrar en razón: Los recursos Naturales, como los llaman ellos, son limitados, su sobre explotación están causando desequilibrios y contaminación y eso no puede continuar así, se está llevando a abismos a las grandes mayorías, hay un calentamiento global y su consecuencia es el cambio climático a causa de ese modelo. Eso no es progreso, no es desarrollo, es lucro insaciable de unos cuantos, es desproporción, es avaricia, es maldad, es maltrato, es violencia, es codicia, es no creer en nada que se parezca a un Dios, como sujetos creyentes que ellos dicen ser.

Se justifican diciendo que Dios ha puesto sobre la tierra esos recursos para ser explotados y crear riquezas. Dicen que está bien explotar, está bien desplazar a las poblaciones de su vida rural y matar sus fuentes de vida y que es justificable contaminar y destruir, porque hay un interés general o nacional o público ¿Cuál interés general? ¿El de sus bolsillos?... Esto no tiene nada que ver con creencias religiosas ni menos con “nacionalismos”. Si hubiese un interés general, público, colectivo, popular, lo primero que hacer, es priorizar las economías locales, donde se asegure la alimentación de las poblaciones. La gente el día de mañana no va a comer oro, ni pinos, ni hidroeléctricas. Chile y el planeta en general está viviendo un estado de emergencia y es prioritario asumir una economía que se base en la diversidad, en la inter conectividad, en el dinamismo, en la inteligencia, en el respeto, en las oportunidades, en la solidaridad. Una economía que no destruya, sino que de vida y oportunidades.

El articulista en el Blog de la segunda, señala que los indígenas que viven en barro, abajo de sus pies quizás tengan oro y que podría contribuir a su bienestar y del País. El “profesional” omite por ejemplo que, para cubrir los caprichos de oro en joyas de sus patrones, esa mina de oro que señala, para producir un anillo, el promedio de residuo de roca fue de 3 toneladas destruidas. En general un anillo genera toneladas y toneladas de desechos. Además, la minería de oro es sin duda una de las industrias más sucias del mundo. Utiliza cianuro, genera montones de desechos y tóxicos, deja una cicatriz permanente en las comunidades y paisajes. Más de la mitad de todo el oro del mundo proviene de territorios indígenas, minas de oro han desplazado a comunidades sin su consentimiento y han destruido maneras tradicionales de ganarse la vida. Han sido sistemáticos los asesinatos colectivos y mayores los empobrecimientos. ¿Eso es bienestar?

A continuación, el escrito en el Blog La Segunda y su opinión, frente a una trascendental cumbre que busca asumir con urgencia, los graves daños e impactos causados por el maltrato de las industrias del modelo capitalista que ellos defienden, puedan en lo posible repararse.

Martínez, Carlos
Eco-indigenismo
http://blogs.lasegunda.com/thinktank/2010/04/07/ecoindigenismo.asp


El Presidente Evo Morales, a propósito del terremoto en Chile, señaló de manera muy particular que las causas estaban en el enojo de la madre tierra por el sistema de economía libre que destruye el medio ambiente, y agregó que los “terremotos son consecuencia de políticas neoliberales”.


Estas declaraciones hay que ubicarlas en una línea de convergencia que viene verificándose entre grupos radicales del indigenismo y del ambientalismo, y que podríamos definir como “eco-indigenismo” (para gloria de Roussseau), el cual encuentra cauce político en el populismo imperante en algunos países. Dentro de esta convergencia empieza a utilizarse el concepto de “racismo ambiental”, que más bien parece un eslogan para impermeabilizar moralmente al activismo en contra de proyectos de desarrollo. Esta tendencia ya se da en nuestro país. Ejemplos tenemos: el ducto de Valdivia a Mehuín, de Celulosa Arauco, fue durante 10 años un problema entre pescadores artesanales y la empresa. Cuando las dos partes confluyen en acuerdo y los permisos ambientales son otorgados, se levanta una nueva bandera y ese conflicto ahora es entre la empresa y el pueblo lafquenche. Varios proyectos energéticos y mineros en el sur y norte siguen la misma dirección. La indigenización de los conflictos ambientales parece ser una buena vía.


En esta misma línea, para abril se anuncia una gran cumbre de grupos ambientalistas e indígenas en Bolivia, que vendrá a reforzar esta corriente: La «Conferencia mundial de los pueblos sobre cambio climático y derechos de la madre tierra», en Cochabamba. Entre sus participantes se anuncia a nuestro obispo de Aisén, monseñor Infanti; el teólogo marxista Leonardo Boff; el P. D’Escoto, líder del sandinismo, y el filósofo Noam Chomsky. Y entre los convocantes aparecen numerosas organizaciones. De Chile, algunas mapuches y el Frente Patriótico Manuel Rodríguez.


Esta reunión, que parece tener como objetivo exorcizar el planeta de la economía libre, tiene ya sus conclusiones sacadas: el desarrollo y la economía capitalista destruyen el medio ambiente. La alternativa: el estilo de vida de los pueblos indígenas.
Más allá de las legítimas demandas de pueblos originarios y la deuda que los estados puedan tener con ellos, sólo vemos propuestas radicales y utópicas, sin posibilidad alguna de transformarse en programas que permitan a miles de habitantes de zonas indígenas acceder a una mejor calidad de vida, salud, educación. Lamentablemente, hoy muchos pueblos indígenas están viviendo en el barro, cuando bajo él hay una mina de oro, que puede contribuir a su bienestar y al de su país.

Fuente: mapuexpress.net

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