CAMBIO CLIMÁTICO-EEUU: Gobierno acusa recibo
Por Ben Case
NUEVA YORK, – Feroces olas de calor e incendios en el oeste de Estados Unidos, grandes tormentas costeras y perturbaciones de los sistemas de energía, agua y transporte son algunos de los muchos impactos del cambio climático previstos por la Casa Blanca.
Un informe titulado “Climate Change Impacts Across America – Renewed Focus for Decisions” (”Impactos del cambio climático en Estados Unidos: Un renovado objetivo para las decisiones”) se constituyó como la primera admisión científica del gobierno de Barack Obama de que el problema ya afecta a la población de este país.
“Nos llevó ocho años sintetizar 21 estudios individuales de 13 agencias federales, con la ayuda de numerosas organizaciones independientes y universidades”, dijo a IPS Rick Weiss, portavoz de la Oficina de Ciencia y Tecnología del presidente.
Aunque no incluye recomendaciones políticas específicas, el informe de 188 páginas presentado el martes al Congreso legislativo, dice que “implementar reducciones considerables y sostenidas en las emisiones de dióxido de carbono lo más pronto posible reduciría significativamente el ritmo y el la magnitud del cambio climático, y sería más efectivo que iguales reducciones pero iniciadas más tarde”.
El estudio confirma empíricamente la existencia de un recalentamiento planetario inducido por la acción humana, algo que el predecesor de Obama, George W. Bush (2001-2009) cuestionó notoriamente.
Los autores también previeron efectos devastadores en cada área de la vida nacional, desde la producción agrícola hasta la salud pública.
“Veremos cambios en Estados Unidos y en el mundo”, dijo Carter Roberts, presidente del no gubernamental Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
“Si uno mira la costa (estadounidense) del Golfo (de México), la combinación del aumento del nivel del mar y la mayor cantidad de lluvias” implicará una pérdida de 4.345 kilómetros de carreteras y de “27 por ciento de (la superficie de) las principales ciudades del área”, señaló.
El informe constató, tras medir las temperaturas promedio por estación en cada región del país, incrementos en los últimos 50 años.
“En las próximas décadas, el clima en (el nororiental estado de) New Hampshire se parecerá al de (el oriental de) Carolina del Norte. Tenemos que estar preparados”, advirtió Roberts.
El estudio enfatizó el aspecto “global” del calentamiento, destacando que en algunos años ciertas áreas pueden ser significativamente más frías que en años anteriores. Sin embargo, la tendencia general en el último medio siglo ha sido de temperaturas cada vez más altas.
Otra de las constataciones del informe es que, probablemente, el impacto del cambio climático continuará acelerándose.
Aunque en el siglo pasado las temperaturas promedio en Estados Unidos –que cubre casi 10 millones de kilómetros cuadrados y contiene diversos ecosistemas– aumentaron alrededor de 1,5 grados, se proyecta que en el próximo siglo aumenten hasta 11,5 grados.
Un aumento de uno o dos grados puede parecer insignificante, pero Weiss dijo a IPS que es todo lo contrario.
“Suena pequeño, pero es bastante significativo en relación a los estragos que hace en los ecosistemas”, señaló.
Pero el recalentamiento literal no es el único aspecto meteorológico que experimenta cambios a consecuencia de la contaminación.
Las lluvias han aumentado, y la tendencia más clara queda expuesta en la frecuencia y severidad de fuertes precipitaciones, causantes de inundaciones.
El estudio muestra un aumento de siete por ciento en las lluvias ligeras y moderadas, y de 20 por ciento en la cantidad de agua caída en las precipitaciones más pesadas durante el siglo pasado.
WWF advirtió que la combinación del aumento de las temperaturas y las lluvias tendrá varios impactos.
A medida que las temperaturas aumentan, por ejemplo, ciertas pestes sobreviven a los inviernos en mayores cantidades. Los escarabajos de los pinos, que se alimentan de estos árboles, ya no mueren a causa de las gélidas temperaturas, lo que acelera la destrucción forestal en el Pacífico noroccidental.
Algunos de los cambios más significativos están ocurriendo en el noroccidental estado de Alaska.
Según Margaret Williams, quien coordinó los estudios en WWF, las regiones árticas cambian más rápidamente que cualquier otra parte del planeta.
En Alaska, las temperaturas aumentaron un promedio de seis grados, y las estaciones sin heladas aumentaron 50 por ciento.
“Para 2013 esperamos ver un invierno sin hielo. Los impactos sobre la sociedad serán enormes. Por ejemplo, nosotros obtenemos del mar de Bering más de la mitad de nuestro pescado, por valor de unos 2.000 millones de dólares al año”, dijo Williams.
WWF descubrió que las reservas pesqueras en la región más pródiga del mar de Bering se redujeron 40 por ciento desde 2004.
Williams agregó que, a medida que se derrite el permafrost (capa de hielo permanente), la infraestructura que antes soportaba ese elemento queda en serio peligro.
Se estima que en Alaska, donde buena parte de la población depende de aviones pequeños para acceder a bienes y servicios, la reparación de casas, carreteras y pistas de aterrizaje para 2025 costará hasta 7.000 millones de dólares.
Anne Schrag, quien dirigió los estudios en el sector norteño de las Grandes Planicies, enfatizó en el impacto sobre la agricultura.
“Los vos, así como sus rendimientos, han sido muy afectados. Los agricultores están reduciendo los de cebada, uno de los alimentos básicos, porque dependen de la irrigación pero las sequías lo han dificultado”, dijo.
A su vez, esto ha reducido la capacidad de la tierra de alimentar al ganado, y el pastoreo excesivo reduce aun más la fertilidad de los suelos.
Schrag también señaló un importante aumento en la población de mosquitos, y junto con esto la transmisión de enfermedades tropicales como el virus del oeste del Nilo.
Pese al oscuro pronóstico del informe de la Casa Blanca, no todas las noticias son malas, según WWF.
“Tenemos estrategias agrícolas y ganaderas sustentables y enormes recursos en tecnologías eólicas que son alentadores. La cuestión es que debemos usarlos”, dijo Schrag.
“La oportunidad es importante, porque éste es precisamente el momento en que el Congreso está considerando legislación sobre ambiente y energía”, expresó Roberts.
“Pero a medida que el tiempo pasa, solamente llevará más tiempo abordar este tema”, agregó.
Publicado por IPS Noticias