DE TRUCHOS Y SALMONES




Denuncian el "negocio vip" que hay en los cotos de pesca en Santa Cruz
Los estancieros alambran accesos públicos y cobran hasta US$ 1.500 al día a los extranjeros.



Los ríos y lagos de la Patagonia se ubican entre los mejores del mundo para la pesca de trucha y salmón.
La Patagonia es considerada un paraíso natural para estadounidenses y europeos, que cada año llegan fascinados para recorrer la cordillera desde Bariloche a Ushuaia. Mucho de ellos son fanáticos de la pesca y pagan miles de dólares por día para hacerse de las mejores truchas y salmones, que son las vedette del Sur. 

En Santa Cruz, los cotos de pesca se han convertido en un negocio de unos pocos. Los dueños de las estancias o campos por donde van los cauces de los ríos –que son públicos y de libre acceso para cualquier ciudadano- alambran sus tierras y prohíben el ingreso de los pescadores santacruceños que no necesitan comprar ningún paquete turístico y que cuentan con la habilitación para desarrollar la actividad en cualquier cauce. 

Se aproxima la temporada 2009/10 y los pescadores de la provincia de los Kirchner levantaron nuevamente su reclamo para impedir que los dueños de los campos, en su mayoría muy cercanos al matrimonio presidencial, saquen provecho de los ríos que son propiedad de todos y que ganen voluptuosas cifras de dinero de manera ilegal y sin ningún tipo de regulación. 

El único requisito en común que tienen residentes y turistas es un permiso de pesca que deben tramitar ante las autoridades municipales de cada localidad. La diferencia de precios para unos y otros es significativa. Mientras los residentes pagan 50 pesos para toda la temporada, los visitantes pagan hasta 350. ¿Cuál es el problema? Que los residentes tienen el acceso restringido a los mejores lugares.

Uno de los referentes de la lucha de los pescadores santacruceños es Oscar Nieddu, quien persevera con su reclamo desde hace más de 10 años. “Nos sentimos tratados como delincuentes. Amenazados, golpeados y corridos por estancieros, guardias y hasta guardapescas y policía de la provincia”, contó Nieddu a la agencia OPI Santa Cruz. Y agregó: “No nos dejan llegar lugares donde el carnet que nos vende el gobierno provincial nos habilita para pescar”. 

Las márgenes de los Ríos Gallegos, Penitentes, Rubens, Santa Cruz, Laguna Cóndor, Laguna Larga son algunos de los sitios que son cerrados por los estancieros, que infringen la Ley Provincial de Pesca y el Código Civil al colocar tranqueras en los caminos de servidumbre y utilizar redes para contener los cardúmenes y asegurarle las piezas a los turistas.

En tanto, Nieddu también explicó que “para terminar de alejarnos del río, ahora se les ocurrió determinar la veda de los ríos, haciendo del recurso Devolución Obligatoria durante toda la temporada. Nos quieren lejos del río para seguir haciendo su negocio y favoreciendo a sus amigos permitiéndoles llegar a lugares donde el pescador común no puede llegar”. 

Los “paquetes” que venden los operadores turísticos cuestan entre uS$ 1.200 y uS$ 1.500 por persona y por día. El tour incluye traslados, comidas y jornadas de pesca de 24, 48 o 72 horas. Además, hay cláusulas de “exclusividad” a través de las cuales los estancieros cierran todos los accesos para impedir el ingreso de pescadores residentes.
Fuente: criticadigital.com

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