Los objetivos del Milenio, aunque demasiado modestos, no se alcanzarán en 2015
Ponencia de Eric Toussaint ante las Naciones Unidas sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)
Eric Toussaint
Rebelión
1. Los objetivos del Milenio, aunque demasiado modestos, no se alcanzarán en 2015. A escala mundial, la reducción limitada del porcentaje de la población mundial que vive con menos de 1,25 dólares es el resultado de la evolución en China y en la India [2] , países que no aplicaron el consenso de Washington. La humanidad tiene las posibilidades materiales de garantizar a cada uno y cada una todos los derechos humanos básicos mas allá de los modestos objetivos del Milenio. Es evidente que no faltan los recursos. 2. La explicación que prevalece en los documentos producidos por instituciones como el BM, el FMI y la OCDE no es convincente, y además desemboca sobre la consolidación de políticas que provocaron la crisis y fragilizaron la economías de los países en desarrollo que acataron su recomendaciones. En la base de las recomendaciones o imposiciones de estas instituciones, encontramos varios dogmas:
El dogma de financiar el desarrollo con endeudamiento. Esto lleva a la gran mayoría de los gobiernos de los países llamados en vía de desarrollo a un comportamiento absurdo. La inmensa mayoría de las reservas internacionales en dólares están en manos de los PED, principalmente los exportadores de materias primas y China. Aunque tienen una gran cantidad de reservas en divisas (dólares sobre todo) siguen endeudándose. ¿Qué hacen? Compran con sus reservas bonos del tesoro de EEUU, es decir, otorgan prestamos al gobierno de EEUU. Depositan estos bonos en las arcas de su Banco Central para luego emitir bonos de deuda pública, ya sea en Wall Street o en su mercado interno. Es realmente absurdo: compran bonos del tesoro con un rendimiento muy bajo y emiten bonos remunerando a los prestamistas en dólares con tasa de interés mucho mas alta [3] . En lugar de hacer esto, tendrían que dejar de endeudarse y utilizar sus reservas para inversiones productivas y gastos sociales para mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanas y ciudadanos.
Segundo dogma: el libre comercio y la libre circulación de los capitales, bienes y servicios. Que en la práctica de los países mas industrializados excluye la libre circulación de los trabajadores y de las personas en general. Esto se hace en completa contradicción con su propia teoría: vale la pena recordar que Adam Smith, adulado por los neoliberales, abogaba a favor de la libre circulación y libre establecimiento de los trabajadores. Otra teoría de moda o dogma totalmente en contradicción con la realidad: la idea según la cual se puede superar la pobreza dando a los pobres un mejor y mayor acceso al mercado, cuando son los Estados los que pueden y deben erradicar la pobreza a través de cambios estructurales, poniendo fin a la injusticia social. El rol nefasto de las políticas macroeconómicas conocidas como Consenso de Washington se ha puesto en evidencia, en numerosos ocasiones, a lo largo de los últimos 20 años. Un ejemplo: la crisis alimentaría de 2007-2008.
En 2007-2008, la cantidad de personas que padecían hambre aumentó en 140 millones. Este aumento neto se debió a la fuerte subida del precio de los productos alimentarios. [4] En muchos países, este aumento de los precios de venta de alimentos al por menor llegó a ser, a veces, del 50 %.
¿Por qué se produjo este aumento?
Por una parte, los poderes públicos del Norte han aumentado sus ayudas y sus subvenciones a los agrocombustibles (llamados erróneamente biocombustibles, cuando no tienen nada de bio, «de ecológico»). De pronto se volvió rentable reemplazar los cultivos para la alimentación humana por cultivos de forrajes y de oleaginosas, o desviar una parte de la cosecha de granos (maíz, trigo...) hacia la producción de agrocombustibles. De esto resultó una reducción de la oferta de alimentos en el mercado mundial y un aumento de los precios en el nivel mundial.
Por otra parte, después del estallido de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos, y luego, de rebote, en el resto del mundo, la especulación de los grandes inversores (fondos de pensión, bancos de inversiones, hedge funds...) se desplazó hacia los mercados donde se negocian los contratos de los productos primarios alimentarios —principalmente en tres bolsas de Estados Unidos especializadas en el mercado a término de granos: Chicago, Kansas City y Minneapolis—.
Los países en desarrollo estuvieron especialmente desprotegidos ante la crisis alimentaria, ya que las políticas impuestas por el FMI y el Banco Mundial desde la crisis de la deuda los han privado de la protección imprescindible. Reducción de las superficies destinadas a cultivos alimentarios y especialización en uno o dos productos para la exportación, desaparición de los sistemas de estabilización de los precios, abandono de la autosuficiencia de cereales, reducción de las reservas de cereales, debilitamiento de las economías por una extrema dependencia de las evoluciones de los mercados mundiales, fuerte reducción de los presupuestos sociales, supresión de las subvenciones a los productos básicos, apertura de los mercados y apertura a la competencia injusta de los pequeños productores locales contra sociedades multinacionales… Maestras en el arte del escaqueo, las instituciones cuestionadas reconocen algunos errores para permanecer mejor en el centro del juego internacional. Pero un tímido mea culpa en un informe semiconfidencial no puede ser suficiente, ya que cometieron el crimen de imponer un modelo económico que, de forma deliberada, privó a las poblaciones pobres de las protecciones imprescindibles y las dejó a merced de la codicia de los especuladores más salvajes.
Según la FAO, la situación mejoró en 2010, [5] pero es claro que el OMD n°1 no se habrá alcanzado en 2015.
Después de haber analizado rápidamente las causas de la crisis alimentaria de los años 2007-2008, es relevante citar al Sr. Fantu Cheru, experto independiente de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, quien ya escribía en 1999:
«El ajuste estructural va más allá de la simple imposición de una serie de políticas macroeconómicas a escala nacional. Representa un proyecto político, una estrategia consciente de transformación social a escala mundial, principalmente para hacer que el mundo sea seguro para las empresas transnacionales. En pocas palabras, los programas de ajuste estructural sirven de “correa de transmisión” para facilitar el proceso de mundialización, mediante la liberalización y la desregulación y la reducción de la función del Estado en el desarrollo nacional» [6] 3. No crean que estas políticas han sido abandonadas. Si bien el Banco Mundial y el FMI afirman que substituyeron las recetas del consenso por otras políticas, la realidad de los hechos es completamente diferente. Tanto estas instituciones como la OCDE siguen grosso modo con las mismas recomendaciones, cuando no imposiciones. Éste es incluso el caso en 2010 de Haití [7] o de Pakistán, [8] países cuyos ciudadanos han sido afectados muy duramente por catástrofes naturales. También el FMI sigue apoyando a dictaduras: en septiembre de 2010 decidió otorgar un crédito de 192 millones de dólares al régimen dictatorial de Honduras. 4. ¿Se ha superado la crisis económica-financiera internacional que empezó en EE UU en 2007? Existen tres factores que alivian el peso de la crisis para los PED (Países en Desarrollo), pero que pueden degradarse rápidamente: altos precios de las materias primas (y entonces altos niveles de reservas); baja tasa de interés y de prima de riesgo país; flujo de capital de cartera hacia las bolsas de los países emergentes.
Cuando los Bancos Centrales de los principales países industrializados (Reserva federal, Banco Central Europeo, Banco de Inglaterra y Banco de Japón) decidan aumentar la tasa de interés, aumentará bruscamente el costo de refinanciamiento de la deuda externa de los Países en Desarrollo y podrían caer los precios de las materias primas, porque su precio depende ahora de la inmensa liquidez monetaria internacional y de la especulación. Además, si la economía de China entra en crisis, también podría producirse una caída de precios de las materias primas. 5. Necesidad de volver a las recomendaciones contenidas en la Declaración sobre el derecho al desarrollo, adoptada por la Asamblea General en su resolución 41/128, de 4 de diciembre de 1986. Es necesario actuar en el nivel de la comunidad internacional y también en el de cada Estado nacional soberano, que puede tomar medidas unilaterales basadas en el derecho internacional. El articulo I de la declaración de las Naciones Unidas sobre el derecho al desarrollo dice: «1.2. El derecho humano al desarrollo implica también la plena realización del derecho de los pueblos a la libre determinación, que incluye, con sujeción a las disposiciones pertinentes de ambos Pactos internacionales de derechos humanos, el ejercicio de su derecho inalienable a la plena soberanía sobre todas sus riquezas y recursos naturales». El articulo VIII dice: «Deben hacerse reformas económicas y sociales adecuadas con el objeto de erradicar todas las injusticias sociales».
6. Recomendaciones o alternativas concretas que pueden proponer y llevar a cabo tanto la comunidad internacional como los estados soberanos
-Tasa globales: por ejemplo, una tasa tipo Tobin.
-Aumento de la ayuda oficial al desarrollo para llegar a los 0,7% del PIB de los países más industrializados (en 2010, los países del OECD dedican 0,35 %, la mitad del compromiso, además la cifra está muy aumentada) y convertirla en un fondo de reparación por los daños causados a los pueblos del Sur durante los últimos 5 siglos de pillaje o dominación por parte de las potencias del Norte.
-Una nueva disciplina financiera internacional: prohibir las transacciones con los paraísos fiscales.
-Aplicar en cada país un reforma tributaria redistributiva.
-Devolver a los pueblos los bienes mal adquiridos por las elites dominantes, que los invirtieron en los países del Norte y en los paraísos fiscales.
-Reducir drásticamente los gastos de armamento e invertir las sumas ahorradas en políticas sociales.
-Hacer auditorías de la deuda pública para determinar la parte ilegitima de la misma y anularla o repudiarla.
El ejemplo de Noruega en 2006: anulación unilateral de la deuda con 5 países del Sur (Ecuador, Perú, Egipto, Sierra Leona, Jamaica). Noruega consideró que los créditos otorgados no servían al desarrollo de estos 5 países. Reconoció que fueron otorgados en realidad para ayudar a la industria noruega de la construcción naval y a la exportación de barcos.
El ejemplo de Ecuador en 2007-2009: Este país creó una comisión de auditoria integral de la deuda pública interna y externa (en la que participé). Sobre la base de las conclusiones de la auditoria [9] decidió unilateralmente suspender el pago de 3.200 millones de dólares de deuda en forma de bonos y logró ahorrar más de 2.000 millones de dólares.
-Dotarse de nuevas instituciones en el nivel regional: el ejemplo del Banco del Sur.
-Además, es necesario remplazar instituciones como el BM y el FMI con instituciones internacionales realmente democráticas y que respeten la carta magna de las Naciones Unidas y todos los pactos y tratados internacionales sobre derechos humanos. -Recuperar el control nacional sobre los recursos naturales.
-Realizar una reforma agraria, distribuyendo las tierras a las y los que la trabajan, garantizando la soberanía alimentaria. La crisis climática en curso afecta y afectará a todos los pueblos, pero especialmente a los pueblos del Sur del planeta; es necesario inspirarse en las conclusiones de la cumbre de los pueblos sobre el cambio climático realizada en Cochabamba en abril de 2010, por iniciativa del gobierno de Bolivia. Sí, es posible erradicar la pobreza y la injusticia, pero dentro de un nuevo orden internacional y con otro modelo de desarrollo humano, respetuoso de la naturaleza.