Un chico de 13 años encontró restos del extinto Zorro Malvinero
Un cráneo bien conservado del extinto zorro malvinero (Dusicyon australis) fueron descubiertos por Dale Evans, un chico de 13 años, en Spring Point. En enero, mientras pasaba sus vacaciones en una granja de Spring Point (isla Gran Malvinas) Dale Evans -junto a su hermano menor Niall- encontró varios restos de un zorro malvinero, el único mamífero terrestre del archipiélago, que fue extinguido por culpa del hombre hace ya más de 130 años.
Zorro malvinero También conocido como "warrah" (probablemente la grafía sajona del nombre guaraní "guará" o "aguará" que se le da a los zorros) el zorro malvinero era un cánido robusto, parecido al zorro colorado (Dusicyon culpaeus) de la Patagonia, que medía unos 90 cm de largo de cabeza y cuerpo y unos 30 cm de cola. Su pelaje era muy tupido y tenía una tonalidad pardo-amarillenta con la punta de los pelos negros especialmente en el dorso. Su cola, parda en la base, pasaba luego a negruzca para rematar en una punta blanca, al contrario que el resto de los zorros sudamericanos, que tienen el ápice negro. Era un animal manso y curioso, que se acercaba amistosamente a la gente, lo que facilitaba su matanza. En efecto, fue intensamente cazado a causa de su apreciado pelaje, similar al del zorro colorado.
Además, los colonos escoceses -arribados tras la usurpación inglesa de nuestro archipiélago- se dedicaron a la cría del ganado ovino y no dudaron en atribuirle inmensos estragos entre sus majadas, propiciando grandes campañas de envenenamiento. Así las cosas, se lo persiguió con tal saña que, en el año 1876, el último zorro malvinero fue muerto en Shallow Bay, en la isla Gran Malvina.
Hallazgo Luego de sus vacaciones, el joven Evans le comentó del hallazgo a uno de sus profesores y juntos se lo llevaron al taxidermista del Museo local, Steve Massam, quien se excitó al notar la antigüedad de la pieza y lo comparó con algunas fotos de cráneos de Dusicyon australis que había visto en Holanda. En las próximas vacaciones Dale volvió al lugar y encontró más huesos -no sólo de "warrah" sino de sus potenciales presas- y comentó que junto a Steve Massam llevaron los huesos al veterinario para descartar que se tratase de un perro doméstico.
Posteriormente Massam tuvo que viajar a Inglaterra y aprovechó la oportunidad para tratar de identificar al espécimen. Tras una espera nerviosa llegó la ansiada noticia vía email: ¡Los huesos eran de warrah!. "Sin duda es un hallazgo científico de cierta magnitud" dijo Leona Roberts, curadora del Museo de las islas. Y agregó que "Este es el único Warrah conocido que parece haber muerto por una fatalidad natural, antes que haber sido colectado por naturalistas. Los huesos y el sitio podrían echar nueva luz sobre lo que sabemos de estos animales fascinantes".
Desde el hallazgo, el Museo local ha buscado consejo y dirección en museos ingleses y organizaciones y ahora intentará establecer la edad de los especímenes, probablemente por la datación por Carbono 14.
Tristemente quedan pocos restos que nos recuerden la tragedia biológica que significó la extinción de una especie argentina: peor aún, tales restos no están depositados en ningún museo argentino, lo que resalta la importancia del descubrimiento que aquí comentamos.
Fuente: losquesevan