La tormenta perfecta




La ONG Oceana tuvo la audacia de enrostrarle al presidente Sebastian Piñera una promesa de campaña: no construir la Central Térmica de Barrancones. A pesar de que la institucionalidad ambiental la había aprobado, el proyecto volvió a fojas cero. ¿Qué es, cómo actua y qué piensa esta ONG?


Por Alfonso Peró
 
Un mail le informó que el proyecto termoeléctrico de Suez Energy en las cercanías de Punta de Choros se vería el 24 de agosto en la Corema –comisión regional del medio ambiente– de La Serena. Estaba en el golfo de México junto a otros miembros de la ONG Oceana investigando y analizando los impactos ecológicos del derrame de petróleo de British Petroleum. Cambió el pasaje y tras 16 horas de vuelo aterrizó en Santiago. Eran las 4 de la mañana. Una van lo esperaba para llevarlo a la IV región. Entró a la instancia medioambiental y escuchó en detalle los argumentos de su aprobación. La central de Barrancones tenía luz verde para instalarse a 25 kilómetros de Punta de Choros. Salió indignado. Protestó en el norte y se vino a la capital. A las 10 de la mañana twitteó: “15 servicios públicos que dependen de Piñera votaron a favor de termoeléctrica Barrancones, contradiciendo su promesa de campaña”. Ese mensaje bastó para que se iniciara una tormenta política de proporciones. 

Alex Muñoz, director ejecutivo de Oceana, abogado de la Universidad de Chile y master en la Universidad de George Washington, se subió al buque de esta ONG internacional en 2008, asumiendo el compromiso de ponerse metas ambiciosas, pero realistas.


“Nuestra misión es la conservación de los océanos. Para ello, nos estructuramos en base a campañas que están orientadas a identificar un problema crítico para los mares y proponer una solución que lo resuelva o, al menos, lo mitigue. Buscamos resultados concretos y eso implica ceñirse a este set de campañas y no salirnos de aquellos márgenes. Hemos visto muchos ejemplos en la historia en que los grupos tienden a diluirse en varios temas distintos y finalmente avanzan poco”. 

-¿Cuál es la estrategia que han seguido? 

-Escogemos 4 ó 5 temas y los trabajamos en profundidad mediante estudios científicos, desarrollo de estrategias comunicacionales, legales, económicas y un lobby político importante, con el fin de persuadir a los tomadores de decisiones. Puede ser una persona de gobierno, congreso o empresa.
-¿Eso lo hacen ustedes directamente o trabajan con alguna agencia? 

-Lo hacemos directamente. Tenemos un equipo tremendamente efectivo.

-¿Y quiénes son sus interlocutores en el congreso? 

-Tenemos contactos con senadores y diputados de distintas bancadas… 

-¿Como quiénes? 

-Hemos trabajado estrechamente con el senador RN Antonio Horvath, presidente de la comisión de Pesca e Intereses Marítimos. Desde esa tribuna hemos podido avanzar en forma sustancial en algunos proyectos que nos interesan. 

-¿Quién más? 

-El senador Guido Girardi ha apoyado nuestras causas. También, el senador José Antonio Gómez, Camilo Escalona y Carlos Bianchi. Como puedes ver, son senadores de distintos lados. 

-¿Y del gobierno? 

-Estamos abiertos a trabajar con cualquier gobierno en la medida en que tenga disposición a avanzar en nuestra agenda de conservación marina. En particular, con el gobierno de Sebastián Piñera hemos tenido comunicación directa con algunos de sus asesores. 

-¿Asesores o ministros? 

-Distintos asesores del segundo piso de La Moneda. 

-¿Ignacio Rivadeneira, José Miguel Izquierdo…? 

-Ellos se han interesado en los temas ambientales. Hemos tenido comunicación con ellos. 

-¿En qué están ahora? 

-Hay un proyecto en particular que hemos ido conversando con La Moneda y con el senador Horvath, sobre la creación de un parque marino alrededor de la isla Salas y Gómez. Este puede ser el parque marino más grande de América y el tercero más grande del mundo.

-¿Cómo se concreta? 

-Es una declaración que la tiene que hacer formalmente la subsecretaría de Pesca, pero debe existir la voluntad política para ello y entiendo que el presidente está muy interesado en acoger esta propuesta que hemos hecho entre Oceana y Nacional Geographic. 

La matriz de la discordia 

-¿Cuál es la matriz energética que debiera imperar en Chile?

-Primero se debe definir cuáles son sus necesidades energéticas reales y luego, decidir cuáles son aquellas fuentes que le pueden brindar dicha energía. 

-Eso está hecho: al 2020 hay que duplicar la generación y triplicarla para el 2030. 

-Hay que mirar con cuidado ese diagnóstico. Chile no sólo tiene que promover mayor energía renovable, sino también buscar espacios para ser más eficientes en los procesos productivos y gastar menos energía. Hay sectores del país que son tremendamente ineficientes, como el minero. Este sector debería contribuir en la solución del problema energético, puesto que el 90% de la energía del SING –Sistema Interconectado del Norte Grande– es consumida por ellos y por lo tanto, es justo pensar que pueden aportar parte de sus utilidades en inversiones en energías renovables no convencionales (ERNC). Y también, ser más eficientes en sus propios procesos. Debemos incentivar la producción doméstica de energía a través de paneles solares y también aerogeneradores de pequeña escala, y adoptar un sistema que permita al sistema interconectado central (SIC) comprar a los particulares esa generación y descontar aquella contribución de sus cuentas de luz a fin de mes. 

-Entonces… 

-Con este diagnóstico, distinto al planteado sobre la duplicación del consumo a diez años, uno puede empezar a descartar aquellas fuentes que son más problemáticas desde el punto de vista medioambiental. El complejo térmico de Castilla, en ese marco, sería innecesario y lo mismo puede suceder con Hidroaysén. 

-Este diagnóstico, ¿ustedes lo están haciendo? ¿Se lo van a entregar al gobierno? 

-Junto con oponernos a la generación de energía sucia, hemos hecho distintos planteamientos y estamos promoviendo medidas concretas y realistas para que Chile pueda contar con la energía que necesita. Le vamos a entregar nuestras propuestas al gobierno. Además, hemos explorado, en distintos países, empresas que puedan estar interesadas en instalarse en Chile para aportar con proyectos de ERNC. 

-¿Con qué empresas se han contactado? 

-Con empresas españolas especialistas en energía eólica y solar. 

-Ya que mencionas el caso español, es interesante analizar su matriz. Su distribución en megawatts (MW) es: nuclear, 7.365; hidroeléctrica, 18.372; solar, 745; eólica, 14.779 y fósil, 47.412. El total es de 88.673 MW. Pongo este ejemplo porque evidentemente las matrices de todos los países del mundo tienen un fuerte componente fósil e hidroeléctrico. 

-La clave de una buena política está en dotar al país de una energía alcanzable desde el punto de vista económico y también con los menores impactos ambientales y sociales posibles. Eso implica hacer un buen diagnóstico de las necesidades del país y de las alternativas que tenemos. Nosotros ya tenemos 12 mil MW instalados. Con eso podemos tener un buen piso para pensar en mejores alternativas para el futuro. No hemos planteado que la matriz energética sea exclusivamente no convencional. Sin embargo, tenemos que movernos paulatinamente hacia la energía eólica y solar, puesto que tenemos muy buenas condiciones para hacerlo. Cuando esa participación aumente y nos volvamos más eficientes en el uso, podremos ir descartando algunos proyectos problemáticos. Perfectamente podemos pensar que Castilla no es necesario e Hidroaysen tampoco. La mentalidad de mayor crecimiento a través de grandes fuentes no es el único camino. Nuestras condiciones naturales son incluso más favorables que las de España y Portugal, que son líderes en esta materia.

-De acuerdo, pero España copó el 100% de los ríos generando centrales hidroeléctricas. No se puede construir ninguna hidroeléctrica más. 

-Chile puede pensar en una matriz diversificada con pequeñas fuentes hidroeléctricas, con parques eólicos y solares. No te digo que se tenga que descartar todo proyecto energético que no sea ERNC, pero sí algunos y, con eso, compatibilizar mejor la ecuación entre el precio de la energía y fuentes que tengan menores costos. Hasta ahora nadie ha probado que centrales como Castilla sean estrictamente necesarias. 






-El factor de planta –utilización de la capacidad de la planta en el tiempo– de un parque solar o eólico es alrededor de un 25%, el de una hidroeléctrica un 60% y el de una termoeléctrica, un 95%. Transformar la matriz va a implicar un consumidores, o no? 

-No necesariamente. Jugarse por las ERNC puede implicar un costo inicial adicional que debe ser soportado por el Estado. Además, los empresarios deben ver una oportunidad de negocio en la generación de energías limpias. El camino hacia una matriz más limpia pasa por una transición y, así, en el largo plazo vamos a tener un know how y una ventaja comparativa. Mientras antes empecemos este camino, mejor. Seguir apostando por energías como el carbón implica casarse con una tecnología antigua que en algunos años va a estar obsoleta. 

-Pero Alemania, por ejemplo, tiene 68.010 MW de fuente fósil, ¿estarán pensando en eliminar esas plantas? 

-No me cabe duda de que Alemania va a disminuir los combustibles fósiles y a reemplazarlos progresivamente por ERNC. 

-En Nueva Zelanda está el río Waikato –un atractivo turístico que tiene 9 centrales y 8 embalses–. Casi la mitad de la matriz es hidroeléctrica. ¿Es realista transformar los embalses en atractivos turísticos, como lo hicieron allá? 


-Primero, Chile tiene condiciones naturales para el ecoturismo y eso pasa por conservar los lugares con la mínima intervención posible. La Patagonia tiene un valor en sí misma por la poca intervención. Construir una central en el Baker reduciría el potencial turístico, en vez de potenciarlo. No sólo los embalse son la manera de producir energía, sino que también se puede aprovechar la construcción de mini hidros que estén más cerca de las ciudades y que impliquen fuentes locales. No es necesario construir una mega central en el sur para transmitir esa energía hacia el norte. 

-Si nos remitimos a mini hidros, que entran en la categoría de ERNC…

-Nunca hemos planteado que una mini hidro te va a dar la potencia que necesita el país ni tampoco lo hará la energía eólica por sí sola. Todas estas fuentes son una de las medidas que nosotros proponemos en conjunto con eficiencia energética, responsabilidad diferenciada entre el sector minero y otros sectores del país que son menos responsables del problema energético… 

- Algunos dicen que si el país pretendiera nutrirse de mini hidros y reemplazar las grandes centrales, habría que intervenir varios ríos de Chile. Cada central, además, debe tener una línea de transmisión. Entonces nos repletaríamos de cables. 

-Insisto. La diversificación energética es recomendable a ojos de cualquier analista. Todos señalan que debemos tener muchas fuentes y privilegiar aquellas que nos aseguren la independencia energética. 

-Como cuando Chile limitó su crecimiento económico porque nos cortaron el gas...

-Exactamente. Entonces, las mini hidros pueden ser una contribución importante en la generación eléctrica. Tenemos una matriz que a todas luces es anticuada, y por eso el gobierno está impulsando cambios. Sin duda, hay proyectos que en este momento aparecen como necesarios, pero después de este análisis uno se cuestiona si los necesitamos o no. 

-¿Y qué pasa con la energía nuclear? ¿Es una opción que Chile debería descartar? 

-Creemos que no sería una buena decisión estratégica para Chile. 

-¿Cómo ves la matriz del futuro? 

-Lo ideal es que las centrales térmicas a carbón empiecen a convertirse en respaldo, más que en fuente principal de generación energética. Si tenemos un buen sistema de detección de las condiciones de viento o de sol, podemos activar las centrales a carbón cuando sean necesarias y desactivarlas cuando haya un buen flujo de las ERNC. Es decir, contar con una matriz dinámica donde se prenden y apagan las de origen fósil. En ese proceso tú vas avanzando y desconectar una planta térmica un día implica menos emisiones. Ese camino es irreversible. No es cortar el carbón de un día para otro, sino cómo lo reducimos paulatinamente.

-Esto es distinto a los no tajantes que conversamos anteriormente… 

-Este es un proceso de transición que puede demorar 20 años, pero la necesidad de carbón actual no será la misma en el año 2030. Probablemente en ese momento vamos a tener la tecnología disponible a un precio razonable para contar con grandes cantidades de energía que viene del viento y el sol... y otras también, pero eso es lo que estamos proponiendo: una perspectiva progresiva, paulatina, de transformación de la matriz energética hacia energías más limpias y que las fuentes que traen más problemas se vayan transformando en respaldo.

-¿La meta de que el 20% de la matriz provenga de ERNC el 2020 es un avance?

-Es un avance, pero estas metas van cambiando a medida que las ERNC van bajando su precio, mientras que los combustibles fósiles van aumentando. Dado esto, es perfectamente factible tener una meta más ambiciosa. 

-¿Cuáles son los pasos para llegar a esta meta? 

-Junto con identificar las fuentes energéticas más convenientes, Chile debe hacer una buena planificación territorial para saber dónde la generación causa menos impacto. Cualquier planta, ya sea solar, eólica, térmica o geotérmica, puesta en un lugar incorrecto, puede provocar problemas ambientales y sociales importantes. La experiencia de El Tatio es un ejemplo de una mala planificación territorial.

El ABC de Oceana
Que es. Es una organización internacional global dedicada exclusivamente a la conservación marina.

Sus platas. Oceana obtiene sus recursos a través de found raising internacional. Este viene de fundaciones de Estados Unidos y Europa, y de las 400 mil personas alrededor del mundo que donan pequeñas cantidades. También la marca de ropa Náutica colabora con el financiamiento. “Como tenemos tantas fuentes de ingreso, ninguna de ellas puede controlar nuestra agenda institucional, simplemente se pliegan a nosotros”, asegura Muñoz.

Como operan. Nos sólo a nivel de políticas públicas, dice. “Hemos impulsado una línea de trabajo en el mar, a través de expediciones inéditas en nuestro país. Hemos estado trabajando fuertemente en la Patagonia chilena, en el área de Punta de Choros y también en Juan Fernández, documentando la diversidad marina mediante un robot submarino y buzos que graban videos y fotos de alta definición”.

Las células de la operación Barrancones
-¿Qué te pareció la acción colectiva que generó en torno al rechazo de Barrancones?

-Demostró que en Chile estamos logrando mayores niveles de escrutinio de la ciudadanía hacia el poder público. La gente protestó y se revirtió un error que habría tenido consecuencias irreversibles en los ecosistemas y en las personas que viven en La Higuera. Es saludable que la ciudadanía participe de las decisiones.

-¿Con quiénes trabajaron esta arremetida?

-Trabajamos con el Movimiento de Defensa del Medio Ambiente de La Higuera, el movimiento Chao Pescao -un grupo de jóvenes que realizó un documental- y con científicos de la Universidad Católica del Norte, quienes tienen estudios de años sobre la importancia ecológica de ese sector y el impacto que la termoeléctrica podría causar.

-Había “rostros”, algunos artistas…

-Trabajamos con algunos artistas como Leonor Varela, y sacamos un video que hasta hoy tiene 70 mil visitas. Ella nos acompañó a Punta de Choros y emplazó al presidente Piñera a cumplir su promesa.

Próximas batallas
Impulsar conservacion maritima. “Chile debe impulsar distintas medidas para ponerse al día en esta materia. En 2009

introdujimos un proyecto de ley con senadores de distintas bancadas, para prohibir la pesca de arrastre en los ecosistemas marinos vulnerables. Se votó la idea de legislar en la comisión de Pesca del senado y en la sala, y no ha recibido ni un solo voto en contra”.

Mejorar estandares aplicados a la salmonicultura. “Tenemos una campaña muy fuerte, especialmente en el uso de antibióticos y en lo relacionado a los escapes de salmones. Afortunadamente, hemos podido promover mejores regulaciones en ambas materias y ahora estamos concentrados en proteger aquellas áreas de la Patagonia más relevantes desde el punto de vista ecológico. Eso, creando áreas marinas protegidas y mediante la participación en procesos de zonificación”.

Adelante con la energia limpia. “Continuaremos tratando de que no se construyan termoeléctricas en las áreas marinas que son más importantes. También promovemos mejores estándares para disminuir los impactos de las centrales que ya existen. Nos preocupa que las termoeléctricas no tengan ningún límite para emitir mercurio, cuando esto tiene impactos gravísimos a nivel de ecosistema marino y también para las personas que consumen productos del mar”.

No a la Central Castilla. “Por su tamaño debería ser desestimada. Puede ser la más grande de Sudamérica y su construcción implicaría tener un ancla en el pasado, puesto que es una tecnología antigua que va a quedar obsoleta antes de que cumpla su vida útil. También creemos que hay sectores, como Ventanas, que no deberían contar con más plantas termoeléctricas”.

Pesca sustentable. “La administración pesquera no ha logrado compatibilizar la explotación de los recursos marinos con su debida conservación. Por ejemplo, en el jurel detectamos cómo el Consejo Nacional de Pesca ha fijado cuotas globales anuales por sobre lo recomendable técnicamente. Eso, en vez de promover la actividad pesquera, la pone en riesgo hacia el futuro, puesto que los niveles de explotación del jurel en este momento son insostenibles”.


 Fuente: capital.cl
Artículo correspondiente al número 284 (10 al 23 de septiembre de 2010)

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