Represas en Brasil: liberan a manifestantes y continúa lucha contra el modelo





Libertad sin tregua

Los cuatro integrantes del brasileño Movimiento de Afectados por Represas (MAB por sus siglas en portugués) que permanecían en prisión desde hace 44 días fueron liberados en las últimas horas por un tribunal de justicia del Estado de Pará, ubicado al nordeste del país.
Hay que recordar que 18 personas damnificadas por la represa de Tucuruí, la más grande de Brasil, fueron reprimidos en una movilización que efectuaron el pasado 26 de abril, y que dos semanas después 14 de ellos fueron dejados en libertad.
Desde ese momento, el MAB y otras organizaciones nacionales e internacionales han denunciado el tratamiento desigual que reciben los trabajadores por parte de la justicia, y presionaron en defensa de los cuatro presos políticos.
La lucha de los desplazados de Tucuruí lleva más de 25 años, que han estado marcados a fuego por dos realidades contrapuestas: promesas de indemnizaciones que nunca se cumplieron y subsidios estatales para las grandes consumidoras de energía, entre ellas la estadounidense Alcoa, la canadiense Alcan, la japonesa Nippon Aluminium y la local Vale do Río Doce.
El MAB estima que unas 32 mil personas se vieron obligadas a dejar sus hogares debido a la construcción del megaproyecto en el río Tocantins y denuncia que las tarifas por kilowatt/hora que paga el pueblo brasileño son diez veces más caras que las que abonan las empresas.
Esa situación también se vive muy de cerca en el Estado de Minas Gerais, donde en los últimos años se han registrado innumerables conflictos por la construcción de nuevas hidroeléctricas. Dorvalina Batista, militante del MAB de Minas Gerais, explicó a Radio Mundo Real que la lucha que lleva adelante esa organización también es contra el agronegocio y para mejorar las condiciones de acceso a la tierra, un punto que está en el centro de los reclamos de las poblaciones afectadas por las represas, mayoritariamente de extracción campesina.
A pesar de eso, el MAB pretende unificar su lucha con las organizaciones urbanas, ya que el consumidor medio de la energía eléctrica también está siendo perjudicado por este modelo, explicó Batista.
Por otra parte, según afirmó, las represas proyectadas y las que ya están instaladas en Minas Gerais – fundamentalmente sobre el río São Francisco, uno de los más importantes del país - son funcionales a los intereses de las grandes corporaciones que están presentes en territorio mineiro, como Vale do Rio Doce, Votorantim Celulosa y Aracruz, además de las que están incursionando en los monocultivo de caña y girasol para la producción de agrocombustibles.
Foto: http://www.mabnacional.org.br

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