El harakiri nuclear de Japón

Walter Goobar La era nuclear se inició no muy lejos de Fukushima, cuando Estados Unidos se convirtió en la única nación en la historia de la Humanidad en lanzar dos bombas que destruyeron Hiroshima y Nagasaki y mataron a cientos de miles de civiles. Desde entonces, el mundo asiste impasible a una fuerte ofensiva global de los lobbies que propugnan “el uso pacífico de la energía nuclear”, apelando a argumentos como la defensa del medio ambiente, la soberanía nacional, el desarrollo industrial o el calentamiento global, y adecuando las campañas a la cara y al bolsillo del cliente. A pesar de ser una de las potencias mundiales más avanzadas tecnológicamente, la industria nuclear ha empujado al Japón a consumar su propio harakiri atómico lo que demuestra que de todas las formas de generar energía, la atómica no es limpia, segura, ni sostenible, y mucho menos pacífica. “Dios no juega a los dados”, decía el padre de la Teoría de la Relatividad, Albert Einstein a propósito del azar, pero lo c...