Australia entrena perros pastores italianos para proteger a la especie de pingüino más pequeña del mundo.

 Cómo unos perros que protegen pingüinos están salvando una especie: En Middle Island, una pequeña isla frente a la costa de Warrnambool, en el sur de Australia, los pingüinos más pequeños del mundo estuvieron al borde de desaparecer. Pero gracias a una solución inesperada—el uso de perros Maremma como guardianes—la colonia se está recuperando. Lo que empezó como un experimento casi improvisado se ha convertido en un referente mundial de conservación basada en la naturaleza.

Una especie amenazada por depredadores y actividad humana
Los pingüinos enanos (Eudyptula minor), también conocidos como pingüinos hadas, solían anidar a lo largo de toda la costa sur australiana. Sin embargo, la introducción del zorro rojo (especie no nativa) y el aumento de la actividad humana provocaron un declive abrupto. En Middle Island, una zona inicialmente segura para anidar, los zorros lograban cruzar durante la marea baja. En apenas unos años, la población pasó de cerca de 1.000 individuos a menos de 10.
Una idea simple, pero audaz
En 2005, un estudiante de ciencias ambientales que trabajaba en una granja avícola notó algo clave: los perros Maremma eran increíblemente eficaces ahuyentando a depredadores. La propuesta fue directa: si podían proteger gallinas, también podrían proteger pingüinos.
El primer intento fracasó. Los perros adultos usados inicialmente no estaban familiarizados con el entorno ni con los animales que debían cuidar. Pero el segundo intento cambió todo: Eudy y Tula, dos cachorros criados específicamente para este propósito, lograron lo que parecía imposible. Aprendieron a reconocer a los pingüinos como su rebaño y se quedaron en la isla durante la temporada de anidación, espantando a los zorros con su simple presencia y ladridos.

Una recuperación que inspira
Desde la llegada de Eudy y Tula, la población de pingüinos comenzó a recuperarse. Hoy se contabilizan varios cientos de individuos, una cifra que aún no alcanza el máximo histórico, pero que marca una clara tendencia positiva.
Este éxito no solo tiene valor ecológico. El proyecto se ha transformado en un símbolo local, ha sido llevado al cine con la película Oddball y ha inspirado iniciativas similares en otros países, como la protección de aves nativas en Estados Unidos o Australia Occidental.
Maremmas: más que perros guardianes


El Maremma es una raza originaria de Italia, criada durante siglos para proteger ganado de lobos en los Apeninos centrales. Su instinto protector, resistencia al clima adverso y capacidad para vincularse con otras especies lo convierten en un aliado inesperado pero eficaz en la lucha por la conservación.
Estos perros trabajan sin necesidad de intervención constante. Lo importante es que el vínculo se forme desde pequeños y que tengan el mínimo contacto humano posible durante su entrenamiento. Son animales autónomos, fuertes y, lo más relevante, no representan una amenaza para la fauna que protegen.
Un modelo replicable… con matices
A raíz del éxito en Middle Island, han surgido otros proyectos que adaptan esta lógica: usar animales domésticos o domesticados para proteger ecosistemas frágiles. Por ejemplo, en ciertas regiones de Sudáfrica y Namibia se están entrenando perros pastores para ahuyentar carnívoros que amenazan ganado, reduciendo así los conflictos entre humanos y fauna silvestre.
Sin embargo, no todo es tan simple. El uso de Maremmas requiere infraestructura, compromiso a largo plazo y personal capacitado. Además, no todos los entornos son adecuados: en islas con biodiversidad extremadamente delicada, la presencia de un mamífero como el perro puede ser riesgosa si no se gestiona correctamente.
También persisten amenazas estructurales, como la erosión costera, el aumento del nivel del mar y las olas de calor extremo, que ya han afectado la reproducción de muchas especies marinas en Australia. El cuidado de los hábitats naturales y la gestión del turismo de forma responsable son fundamentales para no comprometer lo logrado.

Más información: Middle Island Penguin Project | Warrnambool Penguins

Entradas populares de este blog

No hay peor sordo que el que no quiere oír : El rol de las plantaciones de pinos en los incendios forestales de Epuyen y Mallín Ahogado

La oligarquía del plástico: apenas 7 países y 18 empresas dominan su producción

Antártida: qué países reclaman su soberanía y por qué