El ocio como amor propio y resistencia política
Vivimos diariamente en el trajín de un sistema que nos exprime cada vez más, que nos roba el oxigeno, extorsiona, manipula, violenta y nos controla; es el sistema del capital que tiene como objetivo hacer del ser humano un objeto incapaz de crear, pensar y sentir. Ilka Oliva Corado Porque quien siente, ama; quien crea, florece; quien ama tiene esperanza, y una humanidad con esperanza es una humanidad que puede cambiar el mundo. Por eso nos quitan lo más preciado que es el tiempo, por eso nos agotan física y emocionalmente para destruirnos, para que con culpa nos autodestruyamos y para que nos marchitemos lentamente hasta extinguir de nuestro ser toda ilusión. Una sociedad en blanco y negro que es incapaz de disfrutar los colores del arcoíris. Y que se ha mecanizado en la explotación económica. Hablar del tiempo de ocio se ha vuelto un atentado contra la moral, hablar de tiempo de relajación nos han hecho memorizar que es costumbre de los haraganes y los vagos. Con el estereotipo vag